Pogromos contra migrantes en Torre Pacheco, Murcia

Todo el peso de la ley contra el terrorismo ultraderechista. Todo el peso de la Ley contra Vox

La ley -todo el peso de la ley- debe caer sobre los autores materiales e intelectuales de estas persecuciones racistas. Sobre Vox y las bandas de neonazis y fascistas.

Detrás de las violentas y fascistas persecuciones de migrantes en Torre Pacheco (Murcia) está, de la manera directa e indisimulada, Vox. Su discurso de odio incendia la convivencia la paz social, y cruza la linea roja del delito. La Justicia debe actuar de manera ejemplificante y con todo su peso contra los autores materiales e intelectuales de estos pogromos racistas.

Pogromo («persecución, linchamiento o matanza, de judíos y/o de otros grupos étnicos») es una palabra antigua y de origen lejano, pero que la conciencia colectiva suele asociar casi siempre a las persecuciones de las camisas pardas del partido nazi, en la Alemania de los años 30.

Por desgracia, esta es la palabra que sirve para describir lo que durante varias noches consecutivas ha tenido lugar en Torre Pacheco (Murcia), una localidad de 40.000 habitantes enclavada en la principal zona agrícola de la región -la llanura del Campo de Cartagena- y en la alrededor de un tercio de sus habitantes son de origen migrante, con especial preponderancia de magrebíes.

Hordas de extrema derecha y bandas neonazis, llegadas de fuera de la localidad, han hecho de Torre Pacheco el escenario de violentas cacerías de migrantes que han roto la paz social y la convivencia, desatando imágenes de persecuciones y linchamientos que han dado la vuelta al mundo.

Detrás de estos pogromos hay un instigador directo, un autor intelectual: el partido de extrema derecha, Vox, y sus dirigentes nacionales y regionales, que han usado de manera incendiaria, demagógica y fascista una execrable agresión a un anciano de la localidad, para vomitar todo tipo de mensajes de odio contra toda la comunidad musulmana de Torre Pacheco, llamando de manera directa a la violencia y la persecución.

La ley -todo el peso de la ley- debe caer sobre los autores materiales e intelectuales de estas persecuciones racistas. La Justicia debe identificarles -no es difícil, debido a la abundancia de tuits en los que se autoincriminan- y aplicarles delitos de odio e incitación al crimen.

.

Pinchazo en El Ejido

Treinta personas en El Ejido. Eso es todo lo que consiguió la tercera fuerza política del país

Envalentonados por las cacerías de migrantes que la Gestapo migratoria (ICE) de Trump lleva a cabo cada día en EEUU, el partido de Abascal ha decidido dar un salto en sus proclamas racistas y xenófobas contra los trabajadores extranjeros. La diputada ultra Rocío de Meer defendía ante los medios la necesidad de deportar a los ocho millones de migrantes, incluídos los que están en situación legal en nuestro país y sus hijos -sin importar que parte de los primeros y los segundos sean ya ciudadanos españoles de pleno derecho- basándose en delirios xenófobos («tenemos derecho a sobrevivir como pueblo») que tienen su base «teórica» en la teoría neonazi del «gran reemplazo», que establece que la población migrante va a acabar con la raza blanca y la cultura europea.

Pocos días después, Vox decidía llevar su bilis xenófoba a las calles de El Ejido -capital del «mar de invernaderos» de Almería, con un importante sector de sus jornaleros de origen extranjero-… para cosechar un estrepitoso ridículo. El tercer partido en el Parlamento, con toda la atención mediática en torno a sus discursos de odio, congregando a una patética treintena de personas en el centro de la localidad.

Está demostrado. En condiciones «normales», la capacidad de movilización de la ultraderecha es cuento menos limitada.

Buscan, porque lo necesitan, algo para hacer arder la hoguera del odio. Un plus de combustible que se produjo en Torre Pacheco.

.

Arde Missisipi, arde Torre Pacheco

Familias migrantes en la concentración pacífica convocada por el Ayuntamiento bajo el lema «Torre Pacheco, libre de violencia, libre de delincuencia» para convocar la agresión. Poco después los grupos ultras rompieron el ambiente pacífico

El 9 de julio, la cobarde -y sin más motivo aparente que la crueldad y el vandalismo- agresión a un anciano de 68 de Torre Pacheco, por parte de tres individuos, presuntamente alguno de ellos de origen magrebí, fue el casus belli que Vox y la jauría ultra estaba esperando.

El viernes 11 de julio, tras una concentración pacífica convocada por el Ayuntamiento bajo el lema «Torre Pacheco, libre de violencia, libre de delincuencia» para convocar la agresión, y en la que participaron numerosas familias migrantes, grupos ultras llegados de fuera de la localidad iniciaron una «cacería» contra jóvenes magrebíes, con insultos racistas («moros de mierda», «viva Franco») y agresiones físicas, como pedradas y ataques a vehículos.

Al día siguiente la tensión fue a más, con la llegada de más bandas de neonazis y grupos de extrema derecha organizados a través de Telegram por colectivos como «Deport Them Now», que atacaron a migrantes, especialmente en el barrio de San Antonio.

.

Detrás está Vox. Y no se molestan en ocultarlo.

Jose Luis Antelo
Captura de pantalla de un perfil del entorno de Vox llamando a perpetrar un delito violento. Y una conversación del canal de Telegram «Deport Them Now»

¿Qué hizo Vox mientras tanto? No sólo no condenó los pogromos, sino que echó más leña al fuego. Su líder regional, José Ángel Antelo, organizó un acto bajo el lema «Defiéndete de la inseguridad», mientras que los perfiles vinculadas a Vox en las redes sociales se dedicaban a lanzas bulos y desinformación, publicando incluso la dirección de la sede de Murcia Acoge en Torre Pacheco, señalándola como objetivo para ser asaltada.

Estas cacerías racistas, esta clara ruptura del orden público y de la paz social lleva la firma indeleble de Vox. Son los directores de la orquesta islamófoba, los coordinadores generales de las turbas de fascistas que por las noches persiguen, apalean y amenazan. No lo ocultan. No se esconden. Se sienten impúnes y envalentonados.

Justamente el partido que se presenta como el máximo defensor de la “Ley y el Orden” es el impulsor de una nueva forma de “kale borroka”, igual de fascista que aquella, pero investida de formas abiertamente neonazis o nacional-católicas.

La Justicia, la Fiscalía y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no pueden permanecer impasibles o actuar a medio gas ante unos hechos de semejante violencia, donde actúan tramas fascistas organizadas.

¿Con qué contundencia no se actuaría si los que protagonizan esta violencia fueran ‘indepes’ de la kale borroka, o de los CDR?

¿Qué medidas y detenciones inmediatas habrían ocurrido si un grupo de radicales yihadistas amenazara de muerte a los vecinos de Torre Pacheco nacidos en España?

¿Por qué no se actúa contra las bandas de extrema derecha y los grupos neonazis como lo que son, grupos terroristas?

¿Por qué deben quedar impúnes -no ya de responsabilidad política, sino de consecuencias penales- los líderes de Vox cuando hacen llamamientos abiertos a la violencia racista, y a la ruptura de la paz y la convivencia?

¿Por qué no deben ser acusados los ultras del delito de sedición?

.

.

Detrás del racismo, detrás de los ultras… siempre está la explotación

Unos sacuden el árbol… y otros se llevan las nueces

Reproducimos, por su interés, un extracto del comunicado de CNT Cartagena ante los hechos de Torre Pacheco. Detrás de la violencia ultra está la perpetuación de las condiciones en las que se explota a la mano de obra migrante.

«Hay 20.000 trabajadores y trabajadoras migrantes trabajando en la agricultura de la Comarca del Campo de Cartagena, dentro de la cual se encuentra el municipio de Torre Pacheco. Vamos a intentar explicar un poco el contexto social y laboral existente»

«El Campo de Cartagena es un núcleo agrícola donde la patronal del campo empobrece a la clase trabajadora debido al modelo de agricultura intensiva y las concesiones de terrenos a multinacionales. Ésta realidad ha moldeado la demografía, ha generado tensiones sociales, y ha generado a una transformación económica enfocada a un modelo productivo basado en la depredación de las personas y del medio ambiente.

«En algunos municipios como Torre Pacheco, donde las trabajadoras migrantes suponen [un 30% de la población], existen condiciones laborales aberrantes, asumidas por parte de una patronal que vive del sudor y la sangre de quienes se dejan la piel en el campo (…)»

«La constante normalización de la explotación y los abusos [es aprovechada así por] la patronal para primar sus privilegios ante cualquier tragedia humana. Muchos son los casos denunciados desde el anarcosindicalismo donde se destapan éstas condiciones»

«En 2020 fueron detenidos 9 capataces por 30 delitos contra los derechos de los trabajadores y 25 delitos de acoso, abuso y agresión sexual. Este mismo 2025, 32 mujeres que eran explotadas sexualmente y otras 5 laboralmente, fueron liberadas. Sólo hallaron a 14 responsables»