Antes de las elecciones ya aprobó a Parlamento cerrado algunas medidas polémicas por su falta de debate y de consenso. Hace tres días fue de nuevo se apresuró a iniciar la dirección de la contratación del personal del «banco público» el Instituto de Finanzas. Ayer fueron 20 millones a proyectos educativos y de producción audiovisual.
En el rimer caso se trata del Departamento de Hacienda. Se ha apresurado a cerrar la contratación del Instituto de Finanzas, una institución que será equivalente al ICO, y que permanecía inactiva desde su creación en el 2007. Fuentes de la misma ejecutiva del PSEE reconocían su “extrañeza” por la urgencia de su puesta en marcha. El objetivo de la iniciativa sería dejar cerrada esta operación en apenas unas semanas. La extrañeza aumenta si repasamos los pasos dados. El 19 de febrero se acordó nombrar un director ´provisional´. El carácter de interinidad se interpretó como una medida para no condicionar la estructura de personal de la institución, para que fuese el gobierno entrante tras las elecciones, quien asumiese la tarea. Parece ser que en esos días no valoraba todavía la posibilidad de tener que dejar el poder. Por otro lado ayer mismo el departamento de Educación dirigido por Tontxu Campos de EA, que han pasado en estas últimas elecciones de siete a un escaño, ha sido el encargado de estas nuevas partidas económicas. Con las palabras de “estaban previstas” ha aprobado dedicar 5,6 millones de euros a cubrir los gastos de sustitución de los docentes de colegios privados y de iniciación social que quieran euskaldunizarse. Además dio el visto bueno al pago de 1,1 millones para sufragar los cursos de euskera que hagan los profesores de las dos redes fuera de horario. Cuando Ibarretxe expresó las palabras “el PNV lleva dirigiendo Euskadi cien años y seguirá haciéndolo otros cien años más, fuese desde donde fuese”nos la una explicación de este apresuramiento. Si el PNV mantiene el control a través de hombres suyos de organismos claves, en esto caso sería de uno económico tan importante como la financiación de crédito público y el otro educación o producción audiovisual. Lleva treinta años en el poder lo que le ha permitido labrar en todo este tiempo toda una red clientelar y de poder. Antes de salir quiere dejar atado todo lo que el tiempo se lo permita. La labor principal que tiene el nuevo gobierno que entre en la Lehendakaritza será desmantelar toda esta red de poder tejida en todos estos años si se quiere realmente generar un cambio real aquí en Euskadi.