La suerte está echada. Telefónica (ver cotización) ha alcanzado un acuerdo con el grupo hongkonés Hutchison Whampoa para la venta de O2, su filial británica de móviles. Según aseguran fuentes conocedoras de la transacción, esta se ha cerrado en 10.000 millones de libras (más de 13.200 millones de euros). Ambas compañías ya han comunicado la operación a sus respectivos supervisores, detallando el principio de acuerdo alcanzado para negociar en exclusiva.
Según ha informado la española a la CNMV, la operación se llevará a cabo con un pago inicial de 9.250 millones de libras (12.200 millones de euros), que sería satisfecho al cierre de la transacción, así como un pago adicional de otros 1.000 millones de libras (1.300 millones de euros) si se alcanzan determinados requisitos, «cuando la compañía conjunta en el Reino Unido alcande una cifra acordada de cash flow acumulado».
La cuantía del acuerdo supera los 12.000 millones que hasta ahora manejaban los mercados, que ya anticipaban ayer la inminencia del pacto. No en vano la multinacional de César Alierta cerró en el parqué con una subida del 2,24%. De acuerdo con las citadas fuentes, los múltiplos de la operación son similares a los manejados en la integración en marcha de Everything Everywhere (EE) -la compañía de telefonía móvil más grande de Reino Unido- por parte de Bristish Telecom, en el preludio del cortejo entre la multinacional española y la firma asiática.
Pese al acuerdo en ciernes, Telefónica no descarta otras alianzas con operadores británicos, que también han estado entre los posibles aspirantes para tomar O2. En concreto, Sky plantea a la firma española otras posiblidades de pactos globales, sobre todo en el área de contenidos. La teleco ya ha dado un claro paso al frente en ese terreno con movimientos como la compra de Digital+ en España, una operación que se encuentra actualmente en manos de las autoridades de Competencia.
El grupo hongkonés es un viejo conocido de Alierta. De hecho, la compañía ya alcanzó allá por junio de 2013 un acuerdo con Hutchison Whampoa para venderle su filial en Irlanda, Telefónica Ireland, por 850 millones de euros. La transacción, de menor empaque, contemplaba un pago inicial en metálico de 780 millones de euros en la fecha de cierre más un pago aplazado adicional de 70 millones, en función del cumplimiento de los objetivos financieros acordados.
Salida de Reino Unido
La desinversión, la mayor acometida hasta la fecha por Telefónica, garantiza un crecimiento rentable y un dividendo estable. Esta operación supone su salida definitiva de Reino Unido, área por la que apostó con fuerza en 2006 con la compra de O2 por 26.000 millones de euros. La adquisición, eso sí, incluía sus clientes en Chequía y Alemania. Por su parte, para Hutchison Wampoa, controlada por el magnate Li Ka-Shing y dueño de 3 Group, el cuarto operador inglés de telecomunicaciones, supone un salto cuantitativo, tanto en Inglaterra, como en Europa, donde está presente en países como Austria, Italia, Dinamarca, Suecia e Irlanda.
Como publicó El Confidencial hace apenas unos días, la firma española había encargado a UBS encontrar un comprador para su filial británica tras no fructificar sus conversaciones con BT. El movimiento permitirá a Telefónica reducir de forma importante su nivel de deuda, al tiempo que le permite acometer transacciones en proceso como la compra de GVT en Brasil.
En todo caso, no es el único frente abierto que en estos días tiene la teleco. Es más, la compañía ha mantenido contactos de alto nivel con el Gobierno de Qatar con vistas a negociar un acuerdo empresarial con el emirato, una alianza que convertiría al fondo soberano en uno de los accionistas más relevantes de la firma. Aunque las negociaciones están totalmente abiertas, el potencial acuerdo culminaría con la compra de una participación relevante por parte de Qatar Investment Authority (QIA), uno de los brazos financieros del país.