Que un grupo de rock lleve como adjetivo indispensable, el nombre de su pueblo o barrio, es la mejor manera de hablar de la proximidad a su público y que éste lo reconozca como portavoz de sus sentimientos y deseos.
Este es el caso de los zaragozanos Tako y Ejea de los Caballeros, el ueblo que los vio nacer como banda hace 25 años y que con 15 discos es, independientemente de la repercusión mediática que tenga, un referente y una lección de rock al nivel de otros grupos ya consagrados.Y es que desde que en 1985 Mariano Gil capitaneó a Tako, su historia a estado marcada por el buen hacer de sus composiciones y directos, planteándose cada acorde como el grupo grande que es.Tras su disco en directo «Takorce», grabado ante 28.000 personas en Zaragoza, acaba su relación con Warner y agarran mas firmemente las riendas de su trabajo que, por otro lado, nunca llegaron a soltar.Dos años mas tarde llega a nuestras manos su nuevo disco «El Taller de los Caprichos», de una cuidadísima edición y producción. Con una de esas portadas que dan sentido a todo el álbum:Una ciudad vacía con un halo fantasmal y en su interior el espectro de ellos mismos, sentados, esperando. Según el propio Mariano: «una critica a cierto aspecto del consumismo, donde la ciudad esta llena de caprichos pero nadie tiene pasta para comprarlos». La diabólica gárgola escenifica la larga lucha entre Dios y Demonio que recorre parte de su discografía, y donde siempre gana la vitalidad de Tako, entregándonos esta vez 13 cortes. Destacan «Bastos y espadas», «Ruedas de ratón», «Buenas intenciones», o «Circus» aunque es muy difícil no hablar del resto, incluido ese «Solo le pido a Dios» de Leon Gieco, pero Tako puro.Todo un regalo para los sentidos son los directos que están llevando por toda España en esta nueva aventura mas preparada que nunca. www.takorock.com