Superará España los obstáculos?

«El primer ministro de España, José Luis Rodrí­guez Zapatero, parezca ser un admirador del señor Micawber, [el personaje de la novela de Charles Dickens David Copperfield que pese a estar lleno de deudas siempre se muestra optimista de que su suerte cambie repentinamente]. Pregúntele qué planea hacer con respecto al déficit fiscal de 11,4% del PIB y primero promete que extenderá la edad de jubilación y luego se retracta.»

Promete una congelación de salarios del sector úblico, pero su ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, dice que él realmente no habla en serio. Pero de alguna forma recortará el déficit a 3% del PIB para 2013. "Tenemos un plan", proclama la viceprimer ministra Maria Teresa Fernández de la Vega. Para la mayoría de observadores, ese plan parece ser el de Micawber: "Algo aparecerá". O un par de "algos". DEUTSCHE WELLE.- ¿Podría un Fondo Monetario Europeo ser la tabla de salvación? La canciller alemana, Angela Merkel, se reunió este martes con el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, para analizar la aplicabilidad de un instrumento que pueda evitar o ponerle coto a futuras crisis, como la que hoy azota a Grecia y pone a temblar a otros Estados de la Unión Europea. Tanto Merkel como Juncker se manifestaron a favor de crear un fondo monetario europeo que auxilie a Estados altamente endeudados cediéndoles créditos e imponiéndoles severas condiciones con miras a consolidar sus presupuestos nacionales EEUU. The Wall Street Journal ¿Superará España los obstáculos que tiene por delante? Irwin Stelzer Antes de emocionarse con la habilidad de Grecia para emitir algunos bonos, recuerde esto: Grecia es un aperitivo, España es el plato fuerte. Su economía, la cuarta de la zona euro, es cinco veces más grande que la de Grecia y casi el doble de las de los otros países en problemas financieros, Grecia, Irlanda y Portugal, combinadas. Por lo tanto es importante que el primer ministro de España, José Luis Rodríguez Zapatero, parezca ser un admirador del señor Micawber, [el personaje de la novela de Charles Dickens David Copperfield que pese a estar lleno de deudas siempre se muestra optimista de que su suerte cambie repentinamente]. Pregúntele qué planea hacer con respecto al déficit fiscal de 11,4% del PIB y primero promete que extenderá la edad de jubilación y luego se retracta. Promete una congelación de salarios del sector público, pero su ministra de Economía y Hacienda, Elena Salgado, dice que él realmente no habla en serio. Pero de alguna forma recortará el déficit a 3% del PIB para 2013. "Tenemos un plan", proclama la viceprimer ministra Maria Teresa Fernández de la Vega. Para la mayoría de observadores, ese plan parece ser el de Micawber: "Algo aparecerá" O un par de "algos". El primero es un regreso al crecimiento económico que incremente la recaudación tributaria. El problema es que después de 16 años de expansión, la economía entró en recesión el año pasado (el PIB cayó 3,7%), y según el Fondo Monetario Internacional es probable que se contraiga este año. Por si esto fuera poco, la tasa de desempleo esté rozando el 20% ( el doble del promedio de la zona euro) y se encamina hacía 22% según algunos pronósticos. Y, lo más importante, es que después de una década en la que los costos laborales aumentaron a una tasa anual de cerca de 4%, los bienes españoles no son competitivos en los principales mercados de exportación. El segundo "algo" es un rescate de la Unión Europea: llamémoslo "apoyo". Si las agencias calificadoras de riesgo le fruncen el ceño al país y los mercados le dan la espalda a los bonos españoles, ni siquiera Alemania podrá dejar que la cuarta economía de la euro zona se declare en cesación de pagos, o por lo menos eso es lo que esperaría Zapatero. El presidente del gobierno español también depende de otros dos antecedentes. Primero, España no está tan endeudada como Grecia, o Italia, Portugal, Francia o incluso Alemania. Su relación deuda- PIB está cómodamente por debajo de la de esos países, como resultado de prudentes políticas fiscales de gobiernos anteriores. Segundo, España nunca ha maquillado sus cifras de la forma en la que Grecia lo hizo. De manera que entraría a las negociaciones con las agencias calificadoras y el mercado de bonos con una credibilidad que Grecia no puede generar y la expectativa de que no tendrá que pagar más de tres puntos porcentuales más que Alemania, como lo hizo Grecia la semana pasada, para acceder a los mercados de bonos. Sin embargo, las ventajas de España palidecen en comparación a las desventajas de un gigantesco déficit fiscal, la ausencia de un plan viable para reducirlo, un persistente declive de la actividad económica, que en el último tiempo se ha moderado, y los defectos estructurales de su economía. Estos factores pesarán en el sobrecargado mercado de deuda de los próximos 12 meses. La aparente prosperidad del país se basó en un crédito barato que infló una burbuja inmobiliaria. Nadie espera que la industria de la construcción se recupere muy pronto, no con todas esas casas sin vender en el mercado. Tampoco se puede esperar boom del turismo: divertirse bajo el sol es una prioridad menor para unos consumidores con el agua al cuello, y los saturados centros turísticos tradicionales son menos atractivos que antaño, al menos para los turistas dispuestos a gastar sin límite. Finalmente, el gobierno tiene poco capital disponible para suministrar capital fresco para las industrias del siglo XXI. Eso significa que la carga de la recuperación a largo plazo recaerá sobre el sector privado. No es mal lugar. Los empresarios españoles han demostrado que pueden hacer negocios en el exterior, lo que queda de manifiesto por el dato de que España es el mayor inversionista extranjero en Latinoamérica. En realidad, dejando de lado algunas meteduras de pata, las compañías españolas han tenido tanto éxito que se ha hablado de una segunda generación de conquistadores llegando a Sudamérica. Otra ventaja es que el sistema bancario español "ha estado relativamente aislado de la crisis financiera mundial", según el resumen de la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. sobre la economía española. Aquí la palabra clave es "relativamente". Los pequeños bancos regionales, las llamadas cajas de ahorros que representan en torno a la mitad de todos los préstamos en España, están muy vinculadas al mercado inmobiliario, pero se resisten a seguir los consejos del gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, de que se fusionen con instituciones más grandes y mejor capitalizadas. De todos modos, el sistema bancario es relativamente sólido. Piense en el Banco Santander. Esas dos fortalezas a largo plazo se debe contrastar con dos importantes desventajas. El gobierno se ha resistido a reformar un rígido mercado laboral en el que muchos trabajadores tienen contratos que impiden al empresario ajustar sus nóminas, combinado con un sistema de subsidios que reduce seriamente los incentivos para abandonar el sofá y ponerse a trabajar. En segundo lugar, las agencias de calificación de riesgo no creen en las previsiones de crecimiento oficiales, y los mercados quieren promesas más firmes y más específicas de ahorro, especialmente cuando un 75% de todos los gastos están controlados por los gobiernos de las comunidades autónomas y por el sistema de seguridad social. Pero algo aparecerá. THE WALL STREET JOURNAL. 9-3-2010 Alemania. Deutsche Welle Alemania, Francia y Luxemburgo a favor de un Fondo Monetario Europeo Bernd Riegert El descalabro griego llevó a los otros miembros de la Unión Europea a buscar instrumentos que permitan ponerle coto a futuras crisis. ¿Podría un Fondo Monetario Europeo ser la tabla de salvación? La canciller alemana, Angela Merkel, se reunió este martes con el primer ministro de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, para analizar la aplicabilidad de un instrumento que pueda evitar o ponerle coto a futuras crisis, como la que hoy azota a Grecia y pone a temblar a otros Estados de la Unión Europea. El instrumento que más ha dado que hablar en los últimos días es el de un fondo monetario para los países comunitarios, cuya creación –a imagen y semejanza del Fondo Monetario Internacional– fue sugerida por el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, el pasado fin de semana. Tanto Merkel como Juncker se manifestaron a favor de crear un fondo monetario europeo que auxilie a Estados altamente endeudados cediéndoles créditos e imponiéndoles severas condiciones con miras a consolidar sus presupuestos nacionales. Pero ambos dejaron claro de antemano lo que muchos parecen querer oír: “Esto no debe interpretarse como una invitación a dormirse en los laureles y bajar la guardia”, dijo Juncker, quién también es director del Eurogrupo, un gremio informal conformado por los ministros de Finanzas de la eurozona que se reúne mensualmente para coordinar las políticas económicas de sus respectivos países. ¿Todos a favor? En la tarde del martes, desde Estrasburgo, donde la Comisión Europea sesiona junto al Parlamento Europeo, el presidente del Ejecutivo comunitario, José Manuel Durao Barroso, sumó su voz a las de Merkel y Juncker para pedir la creación de este órgano supervisor, agregando, eso sí, que éste debe contar con el pleno respaldo de todos los socios europeos. Considerando que los 16 países de la eurozona están intentando por todos los medios restablecer la credibilidad internacional en el mercado único, la moción a favor del fondo monetario parece tener buenas perspectivas. Pero no todos contemplan el escenario de un fondo monetario europeo con entusiasmo. El Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort del Meno, entre cuyas misiones más importantes está la de controlar la tasa de inflación del euro, se ha pronunciado en contra de la idea de crear un fondo comunitario. Jürgen Stark, economista jefe del BCE escribió recientemente en el Handelsblatt, el periódico económico de Alemania, que el fondo no es compatible con los fundamentos de negocios de la Unión Económica y Monetaria (UEM) y, en consecuencia, tampoco lo es con la moneda comunitaria, el euro. Demasiado tarde para Grecia La idea consiste en que, cuando un país de la Unión Europea se halle al borde de la quiebra, el fondo monetario europeo compre su deuda o parte de ella con un descuento de entre el 60 y el 70 por ciento de su valor. De crearse, el fondo será financiado por los países comunitarios para los países comunitarios: desde ya se prevé que los impulsores y potenciales beneficiarios del fondo monetario europeo se comprometerán a no recurrir a auxilios financieros otorgados por el Fondo Monetario Internacional; el objetivo es evitar que Estados Unidos y China puedan influir sobre la eurozona cuando la coyuntura apriete. Merkel y Juncker insistieron también en que un fondo monetario europeo no sería fundado a tiempo para sacar a Grecia de los aprietos que atraviesa actualmente. La recolección de los fondos tardaría años y Grecia está obligada a buscar créditos en los mercados de capitales en los próximos meses, sin mencionar que debe reducir su déficit fiscal contra reloj. Una gestación de dos años Según el diario especializado The Financial Times, también Francia se ha mostrado dispuesta a financiar el fondo monetario europeo, pero haciendo hincapié en que la creación de este instrumento no implique la alteración de los tratados comunitarios. El énfasis parece ser necesario. Y es que, a juicio de Merkel, el fondo –alimentado por los aportes de cada país europeo, dependiendo de la fuerza de sus respectivas economías– sólo puede erigirse si se modifican los tratados. De ponerse en marcha, el proceso de creación del fondo monetario en cuestión tardará dos años. DEUTSCHE WELLE. 9-3-2010