Movilizaciones en Murcia contra el ‘Muro de la Vergüenza’ en un torrente de creatividad y energía de lucha, toda la ciudad respalda a los barrios de la vía, que -como Santiago el Mayor- se han convertido en un nuevo símbolo de lucha y dignidad.
Los ‘barrios de la vía’ se levantan orgullosos. Las masivas movilizaciones de los barrios del sur de Murcia -apoyadas por miles de personas en manifestación diaria durante una semana- han dado un salto en su pugna por evitar que el Ayuntamiento los aisle del resto de la ciudad con el llamado ‘Muro de la Vergüenza’. La dura actuación policial solo ha servido para multiplicar su apoyo ciudadano. Exigen que el tren llegue soterrado a la Estación de ferrocarril, y que se acaben décadas de aislamiento y promesas incumplidas.
Desde hace décadas, las vías del tren dividen los barrios obreros del sur -Santiago el Mayor, Ronda Sur, San Pio X, El Progreso y Barriomar- del resto de la ciudad. Con el tiempo las vías se han convertido en un obstáculo para la prosperidad y el comercio, separando a sus habitantes del resto de los murcianos, degradando las condiciones de vida de esas barriadas y provocando no pocos accidentes en sus pasos a nivel. Pero ahora, con la llegada de la Alta Velocidad a la Estación del Carmen, el Ayuntamiento de Murcia (Juan José Ballesta, PP) pretende levantar «por razones de seguridad» el llamado ‘Muro de la Vergüenza’, una enorme valla de 5 metros de alto y 9 kilómetros de largo -eliminando todos los pasos a nivel- que dejará completamente aislados a esos barrios, condenándolos a una mayor marginación si cabe.
La Plataforma Pro-Soterramiento de Murcia, que aúna los esfuerzos de los 100.000 vecinos de los barrios afectados de uno y otro lado de la vía -los mencionados como Santiago el Mayor, pero también las AA.VV. de los populosos barrios del Carmen o del Infante- tienen clara la alternativa que defienden. Es tan razonable como avalada por especialistas ferroviarios y urbanistas. “Murcia podría tener ya el AVE -la semana que viene si quisieran- en Beniel, una estación que ya está construída y adaptada a la Alta Velocidad. Un cercanías que cogiera a los viajeros en El Carmen los pone en Beniel en siete minutos. ¿Que tienen que hacer trasbordo?. Pregúntesele a un viajero de Madrid. Hacer trasbordos en el trasporte ferroviario es lo más normal del mundo.”, dice Joaquín Contreras, portavoz de la Plataforma.
Y mientras tanto, por encima de cualquier otra reivindicación, la exigencia del soterramiento. «Cuando llegue el AVE a Murcia», que llegue soterrado», exige la Plataforma. El ministro de la Serna, ha prometido la llegada del AVE a la capital murciana en 2018, y que las vias se soterrarán en 2020, un kilómetro de trazado que costará 200 millones de euros. Tras décadas de promesas de soterramiento por parte de Adif, de Fomento, de la Comunidad y del Ayuntamiento -promesas siempre rotas o pospuestas- los vecinos no se creen nada. “Si el AVE llega en superficie, se quedará en superficie por lustros y décadas, y se producirá la partición de la ciudad y la ‘ghettización’ de estos barrios”, asegura Joaquín Contreras.
«Se ha querido utlizar una infraestructura necesaria, para -de tapadillo- querer colar una cosa muy distinta. El Soterramiento en Murcia ya está pactado desde 2006 entre Fomento y las administraciones murcianas. No se ha puesto en marcha hasta estos momentos. Pero el pasillo ferroviario por donde transcurren las vías es muy estrecho, no permite simultáneamente circulaciones de trenes -más de 90 al día- y la excavación para el soterramiento, con un cajón de hormigón armado bajo tierra por donde circularían los trenes. Es necesaria una obra que los vecinos asumen -con gusto- si es para enterrar las vías. Lo que ocurre es que con esa obra el Ministerio quiere meter de tapadillo un AVE que podría esperar -así estaba pactado- a que las vías estuvieran soterradas. Nos sentimos engañados” declara Joaquín Contreras a De Verdad.
“Así no sólo se construye un muro de mucha mayor dimensión -con un impacto muy grave sobre la vida de los barrios y para su comercio, aíslándonos del resto de la ciudad y sus servicios- sino que el AVE requiere catenarias de 25.000 voltios a escasos metros de las casas o del Instituto, con los problemas de salud que eso conlleva”, denuncia Joaquín.
Las autoridades -tanto la alcaldía, como el gobierno regional, como la delegación del Gobierno como el Ministerio de Fomento y Adif, en manos del Partido Popular- se han limitado a contestar con desdén -“ya se hará el soterramiento”, “las movilizaciones no tienen sentido”- y hostilidad al movimiento vecinal (intentando criminalizarlo y enviando un fuerte dispositivo policial), mientras siguen construyendo día a día nuevos tramos del Muro y crispando el ánimo de los vecinos.
Joaquín ve claro los motivos de esta cerrazón. «El PP, que está perdiendo votos cada día en la Región, y las elecciones municipales y regionales están cerca, en 2019. Necesitan una foto con el ‘Tren Pato’ (el AVE) en la Estación del Carmen, a costa de lo que sea y los plazos apuran», asegura a De Verdad.
Una lucha que ha unido a toda la ciudad
Los comentarios en las redes sociales de los vecinos de los barrios de la vía estos dias destacan una palabra: orgullo. Orgullosos de su unidad, de su energía, de su lucha. Orgullosos de su gente, de su barrio y de defenderlo. Orgullo ‘quitapellejero’, como se autodenominan con una sonrisa los vecinos de Santiago el Mayor.
El movimiento pro-soterramiento tiene solera y ya había proyagonizado grandes manifestaciones en Murcia, pero los acontecimientos de estos días lo han catapultado al trending topic en España, un nivel de popularidad que sin embargo no se ha reflejado -con la honrosas excepciones en La Sexta o Cuatro- con espacios en los telediarios de escala nacional. No pocos tuiteros han pedido a Jordi Évole que haga un programa de Salvados sobre la lucha del soterramiento.
Las concentraciones en el paso a nivel de Santiago el Mayor, que comunica su calle vertebral con el populoso Barrio del Carmen, han congregado -durante veinticinco días seguidos a lo largo de todo un mes- a miles de vecinos exigiendo el soterramiento y denunciando al Muro. El impulso se produjo a raíz de las sentadas en las vías del martes 12 de septiembre, que cortaron el paso de los trenes, y que fueron contestadas al día siguiente con un fuerte dispositivo policial que cargó con violencia contra los vecinos de toda la vida, produciéndose heridos e imágenes que pronto se hicieron virales en la red.
Al día siguiente -el jueves 14- no cabía un alfiler en el paso de Santiago el Mayor. Miles y miles y miles de murcianos, indignados con las cargas policiales y conmovidos por la solidaridad con los barrios de la vía, se dieron cita en una multitudinaria manifestación… dividida en dos. Varios furgones de la policía impedían el corte de las vías y separaban a los manifestantes, que coreaban con sorna “hola fondo norte, hola fondo sur”. No importó lo más mínimo. Tras horas de consignas, y a altas horas de la noche, los ciudadanos se dividieron en dos manifestaciones espontáneas: una cortó la Gran Vía, y la otra Ronda Sur.
Han pasado tres semanas y los vecinos suman tres semanas de movilizaciones ininterrumpidas. El sábado 30 de septiembre, una gigantesca manifestación de 50.000 murcianos hizo temblar los cimientos de la Gran Vía murciana, recibiendo aplausos y calor de toda la ciudadanía. La lucha pro-soterramiento ha conquistado el corazón de la inmensa mayoría de los murcianos.
Las obras de construcción del Muro siguen avanzando y ya han llegado al paso a nivel de Santiago el Mayor, para indignación e ira de los vecinos, que tras fuertes protestas -con cargas policiales incluídas- han conseguido paralizarlas de momento.
Pero los vecinos no piensan rendirse. Han decidido en asamblea concentrarse a diario en el paso de Santiago el Mayor, y hasta los trenes paran ya cuando pasan por delante de los manifestantes. Los maquinistas pitan, saludando a la protesta, y los viajeros aplauden a los vecinos desde las ventanillas. En los encuentros deportivos o en los conciertos se muestran pancartas de aliento a la causa del soterramiento. Cientos de músicos de toda la ciudad se dan cita en las concentraciones para tocar “Another Brick in the Wall” de Pink Floyd.
En un torrente de creatividad y energía de lucha, toda la ciudad respalda a los barrios de la vía, que -como Santiago el Mayor- se han convertido en un nuevo símbolo de lucha y dignidad.