Tras semanas de conflicto, con una huelga indefinida en marcha, cortes de carretera, manifestaciones multitudinarias y hasta huelgas de hambre, los trabajadores del metal en Cartagena denuncian condiciones laborales precarias y exigen mejoras urgentes. Hablamos con José Antonio García Belmonte, secretario del metal de UGT-FICA para la acción sindical.
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El conflicto del metal en Cartagena ha tomado fuerza con una huelga indefinida que ya dura semanas. ¿Cuáles son las principales demandas de los trabajadores que han llevado a esta movilización tan contundente?
El principal motivo para convocar esta huelga ha sido el como se esta usando el astillero de Navantia para las empresas auxiliares, también llevamos el tema de la subrogación, consideramos que es una cuestión muy importante tanto para las empresas como para los trabajadores. Sobre todo para los trabajadores, para que haya estabilidad en el empleo.
Para que lo entendamos, los trabajadores cambian de contrata y de licitación cada X años. Haciendo que sea imposible saber si van a volver a ser contratados, en que condiciones, si se va a mermar su salario… Otro punto importante es la aplicación del artículo 31 del metal en la Región de Murcia que trata sobre los pluses especiales (toxicidad, peligrosidad, etc…), que generalmente no se están aplicando.
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Las negociaciones entre los sindicatos y la patronal, representada por FREMM, están completamente bloqueadas. ¿Cómo valoráis este estancamiento y qué obstáculos concretos están impidiendo un acuerdo?
Diría que “bloqueada” no es la palabra correcta, sino que la patrona (FREMM) han abandonado la negociación. Tuvimos una reunión el pasado día 8, en el que se llegó un PREacuerdo, donde UGT lo condicionamos a la decisión de los trabajadores. La patronal nos acusó de no respetar el preacuerdo, de echo emitieron un comunicado de prensa, cuando en realidad fueron ellos los que se levantaron de la mesa y rompieron negociaciones. Algo que consideramos una irresponsabilidad, ya que son la representante de la patronal en este convenio.
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La tensión ha ido escalando, y en los últimos días se han producido incidentes como la quema de vallas frente a Navantia. ¿Cómo describiría el clima entre los trabajadores, la policía y las instituciones? ¿Temen que la situación se descontrole?
En absoluto, la huelga en ámbito general está siendo tranquila, pacífica, los trabajadores están demostrando una frialdad increíble a pesar de las provocaciones que están teniendo. Hay que entender que son trabajadores, muchos casos familias enteras que están ahí y no están cobrando ni un solo día desde que empezó la huelga (llevamos 26 días de huelga). Pero aunque haya indignación por el estancamiento, y más ahora que la patronal se ha retirado, el clima es completamente pacífico. De hecho allí donde vamos hay un dispositivo policial, consideramos que desmesurado. Necesitamos una involucración de las instituciones rápida y eficaz.
“¿Como va a haber un relevo generacional con unos salarios tan bajos y la mayoría de las ocasiones están trabajando en condiciones penosas?”
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Desde ciertos sectores empresariales se afirma que aceptar las reivindicaciones podría dañar la competitividad de las empresas. ¿Qué respondéis ante este argumento?
Si dañar la competitividad de la empresa es que el trabajador tenga un sueldo digno y que se le paguen los pluses que le corresponden, pues no se, nosotros pensamos que es al revés. Son unas reivindicaciones que no solo es bueno para los trabajadores, sino que beneficiarían a las empresas.
Respecto a la competitividad de las empresas, parte de esa competitividad pasa por tener personal cualificado y estable, y por supuesto con unas renumeraciónes acorde a esa profesiónalidad, para poder desarrollar con calidad y efectividad los trabajos, hay que tener en cuenta que en navantia Cartagena es el único astillero en el que se construyen submarinos de España
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Un grupo de trabajadores ha iniciado una huelga de hambre para visibilizar la situación crítica del sector. ¿Cómo valora esta acción? ¿Qué dice de la desesperación y el hartazgo de los trabajadores?
Como muy bien has dicho, el pasado día 8, tras la última reunión con FREMM, un grupo de trabajadores decidió espontáneamente ponerse en huelga de hambre para expresar su hartazgo ante esta situación. Ya no saben que hacer, por eso han decidido poner en riesgo su salud, con tal de que esto tenga visibilidad y se encuentre una solución. Porque soluciones siempre hay, cuando ambas partes quieren llegar a un acuerdo, se llega. Lo que no se puede hacer es exigir la desconvocatoria de una huelga para negociar.
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El problema de fondo no es nuevo: contratos precarios, subcontratas y bajos sueldos afectan al sector desde hace años. ¿Qué medidas estructurales proponen desde el sindicato para garantizar condiciones dignas en el sector del metal?
Desde UGT somos conscientes que el convenio que tenemos en el metal de la Región de Murcia hay que mejorarlo, lo necesitan tanto los trabajadores como las PYMES. Siempre se está hablando de que no hay relevo generacional, nosotros decimos “¿Como va a haber un relevo generacional con unos salarios tan bajos y la mayoría de las ocasiones están trabajando en condiciones penosas?”
“Siento admiración por todos mis compañeros y trabajadores por querer defender sus derechos, por estar dispuestos a lo que haga falta con tal de conseguir una mejora para ellos y su familia”
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La respuesta institucional ha sido hasta ahora tibia, según denuncian los trabajadores. ¿Cómo valoran la actitud del Ayuntamiento de Cartagena, el Gobierno Regional y el Gobierno central frente a este conflicto?
El ayuntamiento de Cartagena se ha puesto de parte de los huelguistas, hizo una declaración institucional e hizo un llamamiento a que ambas partes se sienten a negociar y a llegar a un acuerdo. Respecto al gobierno regional, cientos de trabajadores nos presentamos en el palacio de San Esteban, sede del gobierno, donde solicitamos reunirnos con el presidente de la comunidad y trasladarle las reivindicaciones de los trabajadores y que mostrase su apoyo. No pudo reunirnos, no estábamos en su agenda.
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Las movilizaciones están contando con un apoyo creciente, no solo en Cartagena sino también en otras ciudades como Cádiz. ¿Qué mensaje lanzaría a los trabajadores y al conjunto de la ciudadanía sobre lo que está en juego en esta lucha?
Hay numerosos apoyos de trabajadores de diferentes comunidades, sobre todo Cádiz y Ferrol. Yo siento admiración por todos mis compañeros y trabajadores por querer defender sus derechos, por estar dispuestos a lo que haga falta con tal de conseguir una mejora para ellos y su familia. Porque no trabajamos por trabajar, trabajamos a cambio de poder pagar la casa, poder pagarle la educación a nuestros hijos… Es por lo que nos estamos dejando la vida, porque es algo que consideramos completamente justo.
