¿Sobreviviremos esta semana?

«Semejante problema padecen los tres paí­ses integrantes de esa Unidad de Vigilancia Intensiva (Grecia, Irlanda y Portugal) y, en distinto grado, los de una nueva terna en formación, que bracean denodadamente para no formar parte del protectorado del Fondo: Italia, Bélgica y España. Mientras los mercados descuentan la reestructuración -suave o fuerte- de la deuda griega, Europa gana tiempo por horas, sin tomar las decisiones polí­ticas imprescindibles para salir de la espiral de la agoní­a.»

Tres décadas desués de la década perdida, Europa sostiene con rigor extremo los principios fundamentales del Consenso de Washington, sobre todo la obtención de la estabilidad presupuestaria a cortísimo plazo, olvidándose del crecimiento económico. No se aplica la principal lección de la época: la compatibilización de la consolidación fiscal con la inversión, el gasto y el empleo, y con las reformas de segunda generación (mayor igualdad en la renta y la riqueza mediante la imposición fiscal, equilibrio entre el Estado y el mercado, evitar el dumping social, etcétera). (EL PAÍS) LA VANGUARDIA.- El Banco de Pagos Internacionales reclamó ayer más rapidez, y por lo tanto mayor intensidad y dureza, en el ajuste de las finanzas públicas que han iniciado las economías más endeudadas, como es el caso de España, Grecia, Portugal o Irlanda. En un lenguaje inusualmente duro para esta institución, el banco central de los bancos centrales reclamó ayer de forma directa a los países europeos que aceleren el ajuste de sus finanzas públicas y privadas para evitar "una nueva catástrofe" derivada de la pérdida de confianza de los inversores en su deuda. Justo cuando el malestar por la aplicación de recortes sociales se expresa con claridad en las calles de Atenas, y empieza a tomar forma en las ciudades españolas a través de movimientos como el 15-M, este organismo previene que la velocidad con la que se desarrolla el ajuste es demasiado lenta. EL CONFIDENCIAL.- El sector financiero español tiene unos activos inmobiliarios problemáticos "no reconocidos" de 50.000 millones de euros, que se deben sumar a los 180.000 comunicados al Banco de España, según un informe de Boston Colsulting Group (BCG). Ante esta situación, la consultora estima que los requisitos reales de capital se sitúan entre 20.000 y 35.000 millones, y que el FROB podría hacerse hasta con el 20% del sector. Dentro de los activos tóxicos se incluyen suelos y viviendas adjudicados, crédito promotor y constructor moroso o subestándar, e hipotecas morosas.Opinión. El País ¿Sobreviviremos esta semana? Joaquín Estefanía La prima de riesgo de España cerró el viernes en 285 puntos, un nivel superior al alcanzado por nuestro país en noviembre, cuando Irlanda ingresó en la unidad de vigilancia intensiva (UVI) de los países europeos intervenidos por el FMI. Semejante problema padecen los tres países integrantes de esa UVI (Grecia, Irlanda y Portugal) y, en distinto grado, los de una nueva terna en formación, que bracean denodadamente para no formar parte del protectorado del Fondo: Italia, Bélgica y España. Mientras los mercados descuentan la reestructuración -suave o fuerte- de la deuda griega, Europa gana tiempo por horas, sin tomar las decisiones políticas imprescindibles para salir de la espiral de la agonía. Recordaba Garton Ash que la UE siempre ha perseguido los fines políticos mediante herramientas económicas y que, paradójicamente, para salvar ahora una unión monetaria mal diseñada y de la que se exige más de lo que puede, se necesita un compromiso político excepcional. El elemento político debe acudir al rescate económico si se quiere sobrevivir como eurozona. Cuando se menciona la suspensión de pagos de un país, los ciudadanos recuerdan la experiencia de América Latina (AL), que en los ochenta tuvo su década perdida y que hoy, sin embargo, lidera la recuperación del planeta. Esa década comenzó con la quiebra de México que contagió, en una reacción en cadena, a muchos otros países de la zona y luego, de fuera de la región. También desde AL se observa a Europa, sorprendidos de que, por arrogancia o por ideología, no haya aprendido nada de aquella experiencia: 1. Tres décadas después de la década perdida, Europa sostiene con rigor extremo los principios fundamentales del Consenso de Washington, sobre todo la obtención de la estabilidad presupuestaria a cortísimo plazo, olvidándose del crecimiento económico. No se aplica la principal lección de la época: la compatibilización de la consolidación fiscal con la inversión, el gasto y el empleo, y con las reformas de segunda generación (mayor igualdad en la renta y la riqueza mediante la imposición fiscal, equilibrio entre el Estado y el mercado, evitar el dumping social, etcétera). 2. Los caminos para la reestructuración de la deuda soberana no están por construir, sino que se conocen. Ocho siglos de necedad financiera nos contemplan (Reinhart y Rogoff). La discusión sobre qué tipo de reestructuración de la deuda se requiere, qué porcentaje de quita y quiénes han de participar en la misma formaron parte del plan Baker (1985) -fallido- y del plan Brady (1989) -exitoso- con los que AL recuperó la normalidad, con costes y sacrificios compartidos por los Estados deudores, los bancos acreedores y los ciudadanos. 3. La emergencia de un nuevo poder fáctico, los mercados, se ha multiplicado exponencialmente en los sondeos europeos. Ello ya era así desde hace décadas en AL, más acostumbrados sus ciudadanos y políticos a ver la sombra interventora del FMI en cualquier decisión económica. Como consecuencia de la impotencia política frente a este poder fáctico económico, en casi todos los procesos electorales europeos se abren paso los populismos y las posiciones de extrema derecha, que afectan a la calidad de la democracia. El tradicional consenso entre socialdemócratas y democristianos, que construyó Europa, hace aguas. En AL, la crisis económica no ha lesionado el apoyo popular a la democracia ni ha promovido la emergencia de regímenes políticos autoritarios. Según explica el profesor argentino José Luis Machinea (La crisis económica en América Latina. Fundación Carolina y editorial Siglo XXI), la mayoría de los países de la región ha convergido en ofrecer menús de respuesta a la crisis compuestos "por políticas económicas semiheterodoxas a semiestatistas, y políticas sociales entre tecnocráticas y semidistributivas". La satisfacción de los ciudadanos con el régimen democrático creció en la mayoría de países que practicaron esos menús de respuesta a una crisis que ha sido menos profunda y larga que en otros lugares del planeta. El tono vital del Eurobarómetro y del Latinobarómetro reflejan la distancia entre europeos y latinoamericanos: mientras los primeros contestan mayoritariamente que sus hijos vivirán (viven ya) peor que ellos, en AL es mayoritaria la esperanza de que los hijos de quienes responden vivirán mejor que sus progenitores. ¿Dónde anidan hoy el espíritu y la letra de la década perdida? EL PAÍS. 27-6-2011 Economía. La Vanguardia Los bancos centrales piden a Europa más rapidez en sus ajustes fiscales Ramón Aymerich El Banco de Pagos Internacionales (BPI en sus siglas en español), reclamó ayer más rapidez, y por lo tanto mayor intensidad y dureza, en el ajuste de las finanzas públicas que han iniciado las economías más endeudadas, como es el caso de España, Grecia, Portugal o Irlanda. En un lenguaje inusualmente duro para esta institución, el banco central de los bancos centrales reclamó ayer de forma directa a los países europeos que aceleren el ajuste de sus finanzas públicas y privadas para evitar "una nueva catástrofe" derivada de la pérdida de confianza de los inversores en su deuda. Ese es el mensaje que consta en el informe anual de este organismo, y que se encargó de recordar, en rueda de prensa en la ciudad suiza de Basilea, sede de la institución, su director gerente, Jaime Caruana, para quien "la necesidad de consolidación fiscal es más urgente que hace un año". Justo cuando el malestar por la aplicación de recortes sociales se expresa con claridad en las calles de Atenas, y empieza a tomar forma en las ciudades españolas a través de movimientos como el 15-M, este organismo previene que la velocidad con la que se desarrolla el ajuste es demasiado lenta. El BPI, fiel a la ortodoxia, tampoco no encuentra motivos para dudar de los efectos benéficos de la política de austeridad -como sí ha hecho esta semana la ONU, que previene que estas políticas dificultan el crecimiento. En todo caso, el tono del documento no lleva a dudas "No deberíamos equivocarnos aquí: las turbulencias en los mercados que rodean las crisis de Grecia, Irlanda y Portugal [en ningún momento cita a España] palidecen al lado de de la devastación que provocaría una pérdida de confianza de los inversores en la deuda soberana de las grandes economías". Y añade: "cuanto más deprisa las economías avanzadas abandonen el modelo de crecimiento articulado en torno al endeudamiento, que ha precipitado la reciente recesión… más deprisa reencontrarán el camino del crecimiento sostenible". El BPI es consciente de la dureza de sus recetas: alcanzar unos "niveles soportables" de deuda en un contexto de envejecimiento demográfico exige revisar "las políticas de jubilación y otras conquistas sociales, demasiado onerosas para poder ser mantenidas". El BPI, que previene ante el resurgimiento de desequilibrios financieros mundiales, dedica también parte del informe a la inflación. El banco considera que "ha llegado la hora de normalizar la política monetaria" después de años de tipos de interés reales excesivamente bajos, y que constituyen una amenaza para la estabilidad". El objetivo declarado: cortar de raíz el peligro de inflación que se dibuja en el horizonte como resultado de la subida en los precios de algunas materias primas, la energía y los alimentos. Ese peligro es muy real, indica el documento, en los países emergentes, donde se detectan "subidas en los precios de los activos inmobiliarios y una explosión del consumo mediante endeudamiento que recuerda lo ocurrido en las economías desarrolladas". El banco coincide en ello con el economista jefe del FMI, Olivier Blanchard, quien considera que la economía de los países emergentes corre el riesgo de "recalentarse", al tiempo que detecta que los precios en el inmobiliario crecen a un ritmo desorbitado. Tampoco por el lado de los actores del sistema financiero el BPI es muy optimista. El banco saluda la aparición de instrumentos innovadores, que considera "una buena señal" para el sistema. Pero, al tiempo, observa preocupado "la aparición de riesgos que están por encima de lo recomendable" y que recuerdan a los asumidos en los días previos a la crisis de 2007. Cita, de forma expresa, la expansión de fondos cotizados sintéticos, pagarés vinculados a materias primas y fondos de materias primas. LA VANGUARDIA. 27-6-2011 Banca. El Confidencial La banca tiene 50.000 millones de activos tóxicos ocultos, según Boston Consulting Eduardo Segovia El sector financiero español tiene unos activos inmobiliarios problemáticos "no reconocidos" de 50.000 millones de euros, que se deben sumar a los 180.000 comunicados al Banco de España, según un informe de Boston Colsulting Group (BCG). Ante esta situación, la consultora estima que los requisitos reales de capital se sitúan entre 20.000 y 35.000 millones, y que el FROB podría hacerse hasta con el 20% del sector. Dentro de los activos tóxicos se incluyen suelos y viviendas adjudicados, crédito promotor y constructor moroso o subestándar, e hipotecas morosas. Este incremento obligará a dotar provisiones adicionales por 30.000 millones, dado que el conjunto de bancos y cajas sólo ha provisionado 50.000 millones hasta la fecha (el 27% del activo problemático reconocido). Con esos 80.000 millones estimados, se cubriría el 35% de los activos tóxicos totales, que sería la pérdida esperada por BCG. El estudio, realizado para la AEB, plantea un escenario ‘saludable’ para el sector en 2015 en el que todas las entidades estén saneadas y privatizadas para entonces, y hayan vuelto a niveles de eficiencia y rentabilidad parecidas a las anteriores a la crisis. En este escenario, contempla una solvencia acorde con la nueva normativa, lo que requerirá entre 20.000 y 35.000 millones de capital adicional, en función del comportamiento de la economía. La razón es que "pensamos que las provisiones ya realizadas por las entidades a finales de 2010 no serán suficientes para cubrir la totalidad de las pérdidas futuras sobre el activo", explica el informe. Y añade que "la evolución del negocio no permitirá en todos los casos generar resultados positivos suficientes para compensar estos deterioros". Algunas cajas no devolverán el FROB 1 Y lo que es más llamativo aún: BCG estima que no todas las entidades lograrán general capital suficiente para devolver el FROB 1, es decir, las inyecciones públicas concedidas en forma de préstamo, no de acciones, el año pasado. Y eso incrementará el porcentaje en manos del Estado en 2015, la fecha tope para devolver las ayudas. Por si fuera poco, también prevé que "nuevas entidades, entre ellas bancos, podrían entrar en déficit de capital" en los próximos años, ya que espera entre dos y tres ejercicios más de caída del crédito y márgenes bajo presión, aparte del mayor esfuerzo en provisiones ya comentado. El FROB puede ‘comerse’ el 20% del sector En esa tesitura, la gran cuestión es si las cajas serán capaces de captar dinero privado o no, lo cual depende del precio, la transparencia, el ‘equity story’ y las posibles garantías que aporte el Estado (esquema de protección de activos o ‘banco malo’). En caso contrario, el FROB puede hacerse hasta con un 20% del capital del sector en 2015. La cuantía definitiva estará en función de si las entidades que han anunciado que van a salir a bolsa o captar capital privado (sobre todo Bankia) tienen éxito. EL CONFIDENCIAL. 27-6-2011