Las matemáticas de un frente amplio

Sobre la unidad a la izquierda del PSOE

El espacio político y sociológico de la

Lo que suceda a “la izquierda a la izquierda del PSOE” va a ser decisivo en la política española. Por eso las iniciativas que pretenden impulsar proyectos de unidad en su seno, especialmente la reciente presentación de Sumar, acaparan la atención de los grandes medios pero también de mucha gente progresista.

¿Cuál es el peso de esa “izquierda a la izquierda del PSOE”? ¿Qué fuerzas la componen? ¿Sobre qué bases forjar la unidad? ¿Qué significa un frente amplio impulsado desde la izquierda?

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La cantidad importa

Una cosa es hablar de la unidad en un pequeño ámbito que jamás tendrá una influencia importante, y otra muy diferente cuando el espectro se amplía, hasta alcanzar proporciones que son decisivas.

Cuando se habla de “la izquierda a la izquierda del PSOE” hay quien pretende presentarlo como un sector político en retroceso. La realidad es la contraria: su peso electoral hoy es cuatro veces mayor que en 2008.

Si hace 15 años se contabilizaron 1,3 millones de votos a las candidaturas progresistas a la izquierda de la socialdemocracia, en las generales de 2019 arrojaron la cifra de 4,12 millones.

En las generales de 2015 alcanzó los 6,5 millones votos, lo que suponía un 25,6% del total. Uno de cada cuatro. Es cierto que se ha reducido, pero en 2019 supuso el 17,45%, y se convirtió en el elemento que decantó la balanza.

Todo indica que va a seguir siendo así. Se discute si el partido más votado será el PP o el PSOE, pero la media de las encuestas nos dice que el espectro a la izquierda del PSOE cosechará en torno al 18% del total de votos. Superando nuevamente los cuatro millones y conservando un peso decisivo.

En estos números no están incluidos los sufragios a fuerzas independentistas como ERC, Bildu, BNG o la CUP, que tienen también un elemento de izquierdas, especialmente relevante en su base de votantes.

Estos datos nos hablan de un giro a la izquierda en la sociedad española a raíz del enfrentamiento a los efectos de los recortes a partir de 2010. Millones de personas en el ámbito de la izquierda no votan al PSOE, a pesar de los llamamientos al “voto útil”, porque sus deseos de cambio no pueden ser satisfechos por la socialdemocracia tradicional. Este es uno de los fenómenos políticos más relevantes, que sigue muy presente, aunque algunos quieran darlo precipitadamente por enterrado.

Hasta dónde miramos

Una linea justa puede unir a un amplio frente de unidad. La MERP ha unido a más de 400 organizaciones en torno al blindaje de las pensiones en la Constitución.

Con la articulación de propuestas como Sumar, se discute sobre el peso que cada fuerza debe tener en un proyecto de unidad. Pero conviene recordar que el espacio político a la izquierda del PSOE no es patrimonio de nadie, y ninguna fuerza puede representarlo o hegemonizarlo en solitario.

No se puede negar que Unidas Podemos tiene un peso significativo. Está expresado en los más de tres millones de votos obtenidos en 2019. Pero ni siquiera en 2015, cuando superó los cinco millones, la “izquierda a la izquierda del PSOE” podía limitarse a Podemos.

Ahora, bajo la bandera de ampliar la unidad, sitúan el horizonte en “volver a recomponer las confluencias”, agrupando las fuerzas que en 2015 articularon candidaturas conjuntas en las que Podemos participaba..

Este es un planteamiento que está restringiendo el ámbito que se puede abarcar. En el campo progresista existen múltiples sensibilidades. Están los votos de IU, que rozaron el millón la última vez que se presentó en solitario. Los de partidos con representación parlamentaria -Más País, Compromís o Teruel Existe- que agruparon en las últimas generales más de 800.000 votos. También las bases de muchas fuerzas nacionalistas, presentes en Cataluña, Euskadi, Galicia, Valencia, Canarias… situadas en el campo progresista. Y el de una izquierda extraparlamentaria -desde PACMA a Recortes Cero- que sumó medio millón de votos en 2019, y que de conjunto supondría el séptimo grupo del parlamento, por encima de PNV.

La “izquierda a la izquierda del PSOE” también se expresa en múltiples luchas.

Aunque sean habitualmente silenciadas por los grandes medios, en 2022 se produjeron en España una media de casi dos huelgas y diez manifestaciones diarias. Están impulsadas por muchas organizaciones sin las cuales no es posible concebir ningún frente amplio.

El espacio a la izquierda del PSOE no es patrimonio de nadie, y nadie puede representarlo en solitario

Hablamos de unos sindicatos con más de tres millones de afiliados, responsables de la mitad de las movilizaciones.

De un movimiento feminista con más de 1.000 organizaciones que ha demostrado con las exitosas manifestaciones del 8 de marzo conservar un importante poder de convocatoria.

En todo el país se suceden las movilizaciones impulsadas por un movimiento en defensa de la sanidad pública que tiene un amplio apoyo social.

Y todos reconocen la relevancia de un movimiento en defensa de las pensiones públicas que ha influido en el contenido de la última reforma.

Hay que añadir numerosos movimientos de lucha, presentes en toda la geografía nacional en numerosos ámbitos: ecologismo, LGTBI, vivienda…

Un frente de verdad amplio

En todo el país se suceden las movilizaciones impulsadas por un movimiento en defensa de la sanidad pública

Para forjar un frente amplio que pueda agrupar a una mayoría social es necesario tener en cuenta a quién unir, pero sobre todo para qué. Lo que permite agrupar es impulsar una alternativa que defienda los intereses de una mayoría social.

La MERP, Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones, ha conseguido unir a más de 400 organizaciones, de un amplísimo espectro. Situando en primer plano un único punto: blindar las pensiones en la Constitución, para que ningún gobierno pueda privatizarlas ni recortarlas.

Junto al resto de organizaciones que defienden las pensiones públicas, ha sido y es protagonista en una lucha clave.

Es un ejemplo de la línea a seguir para forjar una unidad amplia.

Lo que necesitamos es una izquierda capaz de impulsar una alternativa que dé respuesta a los problemas que hoy sufrimos, y que por ello pueda ganarse el apoyo de la mayoría.

Impulsando una auténtica política de Redistribución de la Riqueza frente al atraco monopolista que supone la inflación, que empobrece a una mayoría mientras multiplica las ganancias de una minoría (bancos, eléctricas, petroleras…).

Necesitamos una izquierda que ante al atraco de la inflación impulse la Redistribución de la Riqueza

Cuando se publican encuestas suele ocultarse que en todas se refleja una amplia mayoría que apoya medidas de redistribución, como elevar los impuestos a bancos, eléctricas y grandes fortunas.

Se puede y se debe establecer políticas de ayudas dirigidas especialmente a los más vulnerables. Pero limitarse a esto sería aspirar tan solo a limitar los daños. Lo que necesitamos son medidas que supongan un cambio de rumbo.

Y esto implica cuestionar el atraco de las eléctricas, petroleras, bancos o gigantes de la alimentación.

Hay que acabar con un sistema de fijación de precios de la luz que permite a las eléctricas imponernos un sobreprecio que multiplica sus beneficios a nuestra costa.

Hay que impedir que la gran banca nos imponga comisiones abusivas o suba de golpe un 35% las hipotecas.

E impulsar una eléctrica y una banca públicas.

Y evitar que monopolios de la alimentación impongan precios abusivos mientras arruinan a agricultores o ganaderos.

Una izquierda que aspire a encabezar un frente amplio debe también posicionarse contra la invasión imperialista rusa de Ucrania, apoyando sin reservas al país y el pueblo agredido, y respaldando aquellas iniciativas que contribuyan a una paz justa, basada en la retirada de las tropas invasoras.

Estas cuestiones nodulares (y otras relacionadas con problemas acuciantes como la vivienda, los salarios…) son las que cualquier proyecto de unidad impulsado desde la izquierda debe poner en primer plano.