David Martínez Álvarez se hizo más conocido ganando la “Batalla de los Gallos” del 2006, una competición en la que se enfrentan raperos de todo el mundo, poniendo a prueba su rapidez y capacidad de improvisación.
Después de casi una década con A3Bandas, lanzó su primer disco como Rayden, y el primero de su primera trilogía. Como cuenta en la entrevista, desde que decidió lanzar su carrera en solitario pensó en dos trilogías y en 100 temas. A un disco y 20 canciones para su objetivo, ya son tres libros de poemas los que ha publicado.
‘Sinónimo’ nace de un aforismo de Gloria Fuertes (“Lo primero, la bondad / lo segundo, el talento / y se acabó el cuento”) y a cada tema le pertenece un sonido, “luego hay que dejar que los temas hablen”.
Sinónimo ha sido, de nuevo como Antónimo, número uno en las listas, y suele decirse que los discos maduran con los directos… ¿cómo ha evolucionado para ti?
Ha sido una sorpresa. Todo se ha desbordado. Y la mayor expresión de esto han sido los directos. Podría haberme pasado muchos conciertos callado y la gente hubiera cantado desde la primera canción a la última.
Ser honesto con la temática, buscarle el sonido y luego dejar que los temas hablen
Siempre hay un punto en el que decides acallar las voces de autocrítica, porque si no nunca sacarías el disco. Una cosa es el estudio y otra los directos. Y aún así, mientras cantas en los conciertos es inevitable pensar en qué hubiera hecho de otra forma. En cualquier caso las canciones siempre acaban cobrando vida y llevándote por donde quieren.
Hay quien piensa que donde se trabaja el reconocimiento un artista es en los directos, ¿también es así para ti?
Tanto es así que como estoy dándole forma al siguiente disco, oigo muchos cantos de sirena para hacerlo en directo, aunque aún no sé cómo. En una industria musical donde todo está tan manufacturado, tan procesado, a lo mejor salgo por peteneras. Aún estoy haciendo las canciones, sin más, pero la magia que se da en el instante del directo no se da en las canciones de estudio.
¿Crees que el directo permite que aflore mucho más “la bondad”, es decir, la honestidad del artista?
Sí. Aunque vivimos tiempos raros. Ves gente que sale cantando con playback y con cosas raras, y no veo que eso lo penalice el público. Luego habría que diferenciar entre oyentes y escuchantes. De todas formas, a nivel de exigencia, creo que el público no es tonto y cuando ve que algo es verdad le cala de forma más agradable y cálida.
¿Influye el resultado de una gira en el siguiente disco?
No. Toco madera, pero como cada vez me va mejor la cosa y, para bien o para mal, no me influye. No soy de los que dicen que no escuchan sus discos. Me gusta mucho escuchar mi música. Pero, ni intento no copiar lo que ya he hecho a modo de fórmula, ni intento hacer algo diametralmente opuesto por miedo a repetirme. Intento ser sincero con lo que tengo que contar, no faltar al respeto a las temáticas, buscar cómo quieren sonar y adelante.
Estás en el segundo disco de una segunda trilogía, ¿es un objetivo de permanencia?
No. De hecho nunca me había planteado tener una carrera en solitario, hasta que un miembro de la banda en la que estaba lo hizo, y por miedo a quedarme estancado decidí sacar algo. Tuve claro que quería sacar dos trilogías y que los temas sumasen 100. En breve sacaré un proyecto de cuatro temas, y entonces estaré a 16 temas de las 100, que son las que tendrá el siguiente disco.
¿Por qué dos trilogías y 100 canciones?
Me pareció una forma de entender una carrera y una forma de darse a conocer. Como concepción artística, en los tres primeros aparece mi cara en la portada, y luego, más que el continente, el aspecto exterior, la importancia está en el contenido, el homenaje a la palabra, que es donde nace Antónimo, Sinónimo y Homónimo. A la hora de confeccionar el idioma, lo primero que se busca es el opuesto, luego la equivalencia y la simetría, la comparación y los sinónimos, y luego la propia identidad, que es el homónimo.
No le tengo respeto a la música, en el mejor sentido de todos
¿Esperas a encontrarte con los temas, o una vez fijas el concepto, eso es lo que buscas?
Desde el 2008 tenía claro el concepto. Cuando hay tanto trabajo de campo detrás, lo más fácil es decidir con quién te quieres juntar en la mesa del colegio y con qué color quieres pintar, y que los temas hablen solos.
No hay que censurar ninguna expresión artística que no coarte la libertad
Tengo muy claro el próximo disco. Empieza desde el origen y acaba en el centenario, en el tema número cien, el concepto de habito y de hábito, que son palabras homónimas, como convive todo esto… lo tengo todo bastante claro.
¿Piensas también así el sonido, con un diseño premeditado?
No. Cuando se me ocurre una temática veo en qué universo puede sonar mejor. Por eso creo que tengo tanta versatilidad en el sonido. No le tengo tanto respeto a la música, dicho en el mejor sentido de todos. Porque creo que no todo vale. Una cosa no puede sonar de cualquier forma, tiene que ser de manera que pese a la barrera idiomática alguien pueda hacerse una idea de lo que estás hablando.
El rap tiene una enorme capacidad de mestizaje, como el flamenco. ¿Crees que el origen de un estilo musical, si se da en la lucha o en la opresión, influye en su relación con los demás?
Creo que cuando hay una crisis existe un terreno fértil para el arte. Cuando existen una zona o un momento histórico más castigado, florecen artistas con dolencias afines, y con la misma forma de respirar. Es cuando nacen movimientos artísticos que maduran en diferentes estilos. Tiene que ver con el choque de placas tectónicas que puede suponer, por ejemplo, una crisis económica, política o social.
¿Qué opinas del trap y del reaggeton?
Hay que esperar a que madure y crezca. Es una propuesta con una parte muy sincera, que se ve sin filtro, y a lo mejor por eso cala mucho. Pero se están adelantando demasiado en ser el hijo que mata al padre, y en ese intento se pierden propuestas. Hay cosas muy interesantes, pero muchas otras que a mí como oyente no me calan, y creo que es por ese intento a toda costa de matar al padre, en vez de retroalimentarse y mejorar lo que se ha hecho hasta ahora.
Se supone que un estilo no le pertenece solo a una generación…
No sabría decirte quién hace trap y quién no, porque cuando lo creo salen para decir que no. Lo bonito de estos tiempos es que se están desdibujando mucho las líneas y todo tiene reminiscencias de todo.
¿Crees que es responsabilidad del arte colocarse frente al poder?
No es una responsabilidad. Creo que cuando se habla de lo que se vive y algo te toca, para bien o para mal, lo cuentas. En los tiempos que corren, habría que hacer un ejercicio muy grande de evasión para no tener un punto crítico. Es como un padre al que le molesta el contexto social en el que está creciendo su hijo, e intenta ser crítico.
Pero el arte siempre ha abierto paso al pensamiento nuevo en la sociedad
Sí. Lo que pasa es que como a mí me gusta meterme en jardines… con el paso de los años he aprendido a no meterme donde no me llaman, pero si me llaman me meto hasta con manguitos. Luego la implicación de cada uno, es decisión de cada uno.
¿Qué piensas de la polémica que se ha producido este verano con los vetos o restricciones de contratos a determinados artistas?
Creo que la música no se debería censurar, y me refiero a toda forma de expresión artística que no coarte la libertad de un grupo de personas. Si hay un grupo neonazi, entiendo que se censure. Pero otro tipo de canciones no lo veo lógico. Por la misma regla de tres habría que censurar el cine. Cuando un director hace una película, por ejemplo de blockbuster, y decide que unos ovnis vuelen por los aires la Casa Blanca, por el onanismo de cargar contra el poder, ¿tendríamos que censurarle?
En los años 80, Ice T sacó una canción titulada Cop Killer, y decía que cómo va a querer matar a ningún policía, sino que es una ficción para mostrar un descontento. Si alguien dice algo así, me parece de mal gusto, pero no que lo tengan que censurar. Al final sirve más para fortalecer al artista que para censurar el mensaje. Ponen en el mapa a artistas que de otra forma no llegarían.
¿Son necesarios más canales independientes, también del poder político, por el que se puedan desarrollar los artistas?
Eso no da para una entrevista, da para un mes temático. Tiene que ver con un efecto dominó de la forma de consumir la música hoy en día, la pérdida de valor de la música, de la propuesta en directo en detrimento de otras cosas… pero pienso que igual que los músicos no nos metemos a políticos, que los políticos no se metan a críticos musicales ni a promotores de festivales.
Es muy interesante cómo enfocas las colaboraciones, trabajando desde el principio con quien la quieres compartir. ¿Por qué trabajas así?, y ¿has hecho alguna canción que luego hayas pensado que mejor haberla hecho con alguien?
Cuando hago una colaboración es porque soy muy malo haciendo canciones… a veces, otras se me da muy bien. Cuando no sé hacer una canción redonda tengo que pedir ayuda. Entonces empiezo imaginando cómo puede sonar, y cuando imagino el timbre o la temática, pienso en quién puede reforzar la canción. Por suerte sigo a muchos artistas y por suerte ellos me siguen a mí. Lo hago cuando no puedo llevar la canción por donde quiero.
En esta trilogía hay una musa a la que casi meto en un tema en cada disco, que es Residente. En Antónimo fue Malaria, que al final la hice yo solo pero que suena a Calle 13 total, y en este era Habla Bajito. A ver si en Homónimo lo consigo.
Luego escuchas la canción y piensas que esa persona tendría que estar ahí, pero al final lo importante es que a la gente le guste.