El Tribunal Supremo acaba de sentenciar la negativa al acceso sanitario gratuito para los inmigrantes reagrupados en nuestro país con hijos de nacionalidad española. Una sentencia vergonzosa que pone en evidencia que la reforma que llevó a cabo Rajoy en 2012 para acabar con la sanidad universal todavía sigue vigente en algunos aspectos, a pesar de los cambios llevados por el gobierno de Sánchez. Y que debe ser revisada y corregida cuanto antes.
Entrevistamos a Ariel Serrano Rico, miembro de la Agrupación de Afectados por el INSS, una organización perteneciente a Yo Sí, Sanidad Universal, la plataforma que lucha para que los padres inmigrantes reagrupados no pierdan el derecho al acceso a la Sanidad Pública. Nos cuenta su experiencia personal y nos trasmite la exigencia de que se revise el Real Decreto para que la Sanidad Universal sea de facto una realidad.
El Tribunal Supremo ha dictaminado hace unas semanas que los padres extranjeros de hijos nacionalizados en España no pueden acceder a la Sanidad Pública. ¿Cómo valoráis la noticia?
Es una mala noticia. Ya estábamos peleando contra el INSS, quien nos denegaba sistemáticamente la asistencia sanitaria, a pesar del Real Decreto de la Sanidad Universal, que en su preámbulo dice que tienen derecho los extranjeros residentes en España. Pero luego, más adelante, hace excepciones.
Poco más de 80 juzgados nos dieron la razón a todos los colectivos que denunciamos esto, ganando todas las demandas. Alrededor de 20 se elevaron en el caso de Madrid al Tribunal Superior de Justicia, que también se ganaron.
Y de repente llega al Supremo ante una denuncia de Galicia que recurre el INSS y les da la razón a ellos, frente a todos los demás juzgados. Y eso es malo, porque puede llegar a influir en el resto de juicios. Hay juicios próximos de gente que estamos en el grupo, uno de ellos es el de mi madre, el 7 de septiembre.
Nos han dicho los abogados que nos asesoran que aún no se forma jurisprudencia, porque se necesitaría otra sentencia como mínimo. Pero aun así esta sentencia puede empezar a hacer que se pierdan algunos juicios.
¿Cuál es vuestro caso personal?
Venimos de México. Yo llevo en España casi 20 años. Mis padres, que ya tenían cierta edad, se encontraban solos, sin ningún familiar directo en México. Así que decidí hacer los trámites de reagrupación de familiar de comunitario. Pero para hacer esa reagrupación, extranjería pide en ese momento un seguro, privado o público, que se haga cargo de los gastos sanitarios.
Es complicadísimo que una aseguradora te asegure a alguien de más de 65 años de edad. Buscando mucho encontramos una a un precio aproximado de 1.200 euros al año por persona. Y nos la aceptaron para hacer la reagrupación.
El problema surge cuando a mi padre le detectan un cáncer de próstata y la aseguradora se lava las manos. Dice que todo lo que es oncología no lo atiende. Fue precisamente por la fecha en la que salió el Real Decreto por la Sanidad Universal que promovió Pedro Sánchez. Creímos que ese nuevo Real Decreto nos respaldaba. Cuál fue nuestra sorpresa cuando vamos al INSS a hacer el trámite y nos llega la primera denegación.
Nos pusimos en contacto con el Grupo de Yo Sí, Sanidad Universal. Ellos nos empezaron a orientar y nos informan de que todas las solicitudes las están denegando. Nos damos cuenta en el grupo de que hay casos similares y aún más graves.
El Supremo está sentenciando a muerte a las personas que ya estaban recibiendo tratamiento, porque los casos que se han ganado ya tienen atención médica. De hecho mi padre es uno de los que ganó el caso, hará unos meses, y la sentencia obligó al INSS a darle la tarjeta sanitaria.
Ahora tememos que el INSS recurra y la pierda. Estás obligado a tener un seguro, pero los seguros no te cubren (y eso es ninguno) una cobertura sanitaria suficiente y luego el INSS te deniega la asistencia sanitaria, ¿en qué te quedas? Eso se llama condena a muerte. Ese es el problema.
Según el INSS, se ha denegado la tarjeta sanitaria a 754 personas entre 2015 y 2018 por este motivo, pero vosotros denunciais que son muchas más. ¿Habéis hecho alguna estimación de todos los afectados?
Por lo menos hablamos del doble, haciendo extrapolación de los datos que nos llegan. Porque hay compañeros que no llegan ni siquiera a hacer la demanda o entregar la solicitud, porque directamente cuando vas a preguntar a las oficinas del INSS, ya te dicen verbalmente que no. Desde la misma INSS te hacen la denegación de palabra, sin permitir que entregues una solicitud.
Cuando ya lo exiges, el entregar la solicitud de cualquier forma es cuando se ven presionados y aceptan recoger la solicitud. Y ahí es cuando apareces como uno de los 754 que te deniegan la solicitud. Por ahora no sabemos de ni una que haya sido aceptada, todas nos las han denegado por escrito.
¿Existen otros sectores afectados aparte de los padres inmigrantes de hijos nacionalizados que también estén excluidos de la sanidad pública?
Sí. Hay otros colectivos que están siendo asesorados por Médicos del Mundo. Hay sobre todo mujeres embarazadas inmigrantes que según el Real Decreto deberían ser atendidas, pero son atendidas por urgencias.
Nos han llegado casos de niños en acogida y casos de exclusión, especialmente en colectivos de extranjeros. El extranjero irregular que tiene más de tres meses, nada que ver con el “turista sanitario”, a esa gente en algunas Comunidades Autónomas se les está denegando también.
La universalidad de la sanidad no es tal. Los abogados hablan de “ambigüedad”. Es muy clara la ley [el Real Decreto de la Sanidad Universal de julio de 2018] en su objetivo, en la primera parte, pero ya cuando entra en cómo aplicarlo, hay muchas ambigüedades. Y esas ambigüedades son en las que se apoya el INSS para denegar.
¿Qué exigís al nuevo gobierno para que la salud vuelva a ser universal?
Una revisión. Sabemos que este Real Decreto quiere ser elevado a Ley. Sabemos que en la legislatura anterior se comenzó a trabajar hacia ese sentido. Pero al interrumpirse la legislatura, se pararon todos los trabajos.
El espíritu del decreto es bueno, porque sí que habla de la universalidad y el derecho a la salud. Pero hay que acabar con las ambigüedades y que se ponga claramente que las personas tienen derecho. Es una cuestión de derechos humanos.
Desde vuestra asociación, ¿qué medidas y acciones estáis tomando para que se reconozca el derecho de Sanidad Universal para todos?
Yo sí, Sanidad Universal nace de un pequeño grupo de personas afectadas por sus familiares. Fuimos asesorados por un grupo de voluntarios que formaban parte de asociaciones como Médicos del Mundo. Y fue allí donde surgió la idea de hacer un grupo específico para ayudar a las personas con nacionalidad española que estén reagrupando a sus padres.
Se crea la página web y empezó a llegar gente de otros lados con la misma situación. Las personas que ya les resolvieron la atención sanitaria a sus familiares ayudan a los nuevos para hacer los trámites que se tengan que hacer. Y se forma una cadena de ayuda. Así es como se ha ido conformando este grupo. Vamos creciendo y ya somos algunos cientos de personas.
En este grupo somos todos afectados, salvo un par de abogados voluntarios que nos asesoran. Y no recibimos subvenciones de ningún lado, todo lo que hacemos, lo hacemos a través de nosotros mismos. Por humanidad.
En los próximos meses, vamos a hacer un trabajo de presión para que se clarifique y se corrija la ley en esos pequeños artículos, que sea más clara. Estamos esperando que se conforme el nuevo gobierno y pronto empezaremos a ejecutar algunas acciones.