Pedro Sánchez ha hablado por fin. Y lo ha hecho para pedir una alianza entre las “fuerzas del cambio” que sirva para “desmantelar las políticas del PP”. El líder socialista planea crear un “espacio” en el Congreso de esas fuerzas, Ciudadanos y Podemos, que se ponga a trabajar de inmediato para buscar mayorías que permitan desarticular las reformas del PP con, por ejemplo, la laboral o la llamada ley mordaza. “El cambio depende de tres fuerzas políticas”, ha sentenciado Sánchez.
El objetivo prioritario de Sánchez pasa por “derrotar a la derecha”, ha explicado en su discurso de clausura del 39 congreso del PSOE que ha pronunciado ante 8.500 personas, según la organización, en el pabellón de Ifema. “Solo competimos con el PP”, ha asegurado. “Voy a buscar una mayoría parlamentaria alternativa, voy a trabajar sin descanso para acabar con esta etapa negra del PP”, ha reiterado.
Lo que Sánchez plantea son acuerdos puntales en el Parlamento español. El dirigente socialista es consiente de que no logrará ir más allá. Ya lo intento en su investidura tras las elecciones de junio de 2016, pero le fue imposible concretar un acuerdo entre Ciudadanos y Podemos, que son por esencia como agua y aceite.
El hecho de que Sánchez vea al PP como su único “enemigo” no implica que desista de buscar el voto de la izquierda. El secretario general del PSOE ha dejado muy claro que quiere que su partido sea el “referente de la izquierda española” y ha hecho un llamamiento a los españoles del 15M, es decir, a los que con sus protestas auspiciaron la creación de Podemos: “Con más democracia vamos a constituir el nuevo PSOE que se dirige a los del 15M. Su demanda de regeneración va a llegar pronto. Estamos aquí para representar a aquellos que se quejaron de que nadie les representaba”.
El ya oficialmente nuevo secretario general del PSOE ha tenido palabras de agradecimiento para sus rivales en las primarias del partido, Susana Díaz y Patxi López, y ha asegurado que el socialismo ha dado “una lección de respeto, compañerismo, autonomía y libertad”. Ha arremetido contra la corrupción del PP, contra “el uso partidista que los populares hacen de las instituciones”. Ha acusado al Gobierno de Mariano Rajoy de “corromper todo lo que toca” y de crear una bolsa “de 13 millones de pobres en España”.
La de hoy ha sido la primera intervención pública de Pedro Sánchez desde la noche del pasado 21 de mayo en que se proclamó secretario general del PSOE tras ganar las primarias. El congreso ha refrendado esa victoria. Sánchez ha constituido una ejecutiva, de 49 miembros, más del doble de lo previsto inicialmente, con personas de su confianza en la que solo ha integrado a un verso suelto, Patxi López, que fue su rival en las primarias. El susanista presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, se cayó anoche de la lista del nuevo equipo del líder socialista.
La nueva ejecutiva de Sánchez fue refrendada por 664 delegados de los 956 con derecho a voto. El resto de los participantes votó en blanco, por lo que el líder del PSOE no tuvo oposición. El mismo resultado obtuvo la elección del tercio del Comité Federal del PSOE que correspondía a este congreso. Los dos tercios restantes de este órgano, el que tiene mayor poder entre congresos, se elegirá en los próximos meses en los congresos regionales.
El congreso ha sido tranquilo, sin peleas, pero todavía no se puede hablar de unidad de unidad en el PSOE. La gran rival de Sánchez, Susana Díaz, salió ayer desencajada de un encuentro con el nuevo secretario general. Parte de los delegados afines a la presidenta andaluza desistieron de votar en el plenario. Díaz no ha acudido al mitin de Sánchez. Tampoco lo han hecho dos de sus antecesores, José Luis Rodríguez Zapatero y Alfredo Pérez Rubalcaba, aunque sí participaron en el congreso. Felipe González, de viaje en Colombia, se limitó a enviar un vídeo.
En el encuentro, que ha terminado con el cántico de La Internacional, se ha aprobado una enmienda encaminada a ahondar en el carácter “plurinacional” de España a través de una reforma constitucional. Se ha votado en contra de la gestación subrogada, es decir, de permitir la práctica de los vientres de alquiler y, a última hora, Sánchez ha evitado que el plenario aprobase una propuesta de las Juventudes Socialistas, que había pasado el filtro de la comisión, para que España se convierta en una república mediante una modificación de la Constitución y posterior referéndum.