La aerolínea Ryanair es famosa por sus precios bajos. Pero también lo es por imponer derechos “low cost” a sus clientes… y también a sus trabajadores. Durante la huelga convocada por los tripulantes de cabina, la empresa irlandesa no ha dudado en utilizar todo tipo de chantajes, amenazas y triquiñuelas para evitar que sus empleados puedan defender sus puestos de trabajo. Atacando así uno de los derechos sociales más fundamentales: el derecho a huelga.
Los sindicatos USO y Sitcpla han convocado jornadas de huelga para los días 1, 2, 6, 8, 13, 15, 20, 22, 27 y 29 de septiembre por parte de la tripulación de cabina de pasajeros (TCP). El objetivo de la huelga es impedir el cierre de las bases de Ryanair en Las Palmas, Tenerife Sur, Lanzarote y Gerona, lo que supondría el despido de 512 trabajadores de la compañía repartidos en las cuatro bases.
Sin embargo, solo 8 viajes han sido cancelados de los 950 viajes que había programados el primer día de huelga. Y 14 viajes en total en las tres primeras jornadas. Una situación provocada por la propia compañía que no se puede considerar más que un ataque al derecho de huelga.
Primero, llamando a asistir a trabajar a más del 90% de los tripulantes de cabina en nombre de cumplir con los servicios mínimos, algo que ningún trabajador puede negarse. Aunque en su caso habría que llamarlos servicios “máximos”. Representantes de los tripulantes denuncian que la compañía ha superado con creces los ya elevados servicios mínimos que pone el Ministerio de Fomento en caso de huelga: 35% y 60% en los vuelos peninsulares cortos y largos y 100% en los vuelos de fuera de la península.
La compañía también se está trayendo empleados de otros países como Reino Unido o Portugal para sustituir a aquellos que decidan hacer huelga.
Y por supuesto usando el terror para atemorizar a los trabajadores. Pocos días antes de comenzar la huelga, el mismo CEO de la compañía, Eddie Wilson, envió un video a los tripulantes de cabina afirmando que “Las huelgas no logran nada” y amenazando con adelantar el cierre de las bases.
Y posteriormente llamando a once trabajadores que secundaron la huelga, fuera de los servicios mínimos, a un proceso disciplinario en Dublín. Con el propósito de dar ejemplo a todo aquel que pretenda hacer huelga en las convocatorias siguientes.
A pesar de todas estas prácticas abusivas e ilegales en su mayoría, los trabajadores no se rinden. Ya que no pueden ausentarse directamente, la mayoría ha decidido mostrar su rechazo negándose a prestar servicio de bar durante los vuelos. Según USO, el 91% de los vuelos de Canarias y el 80% de los vuelos de Girona de Ryanair han carecido de servicio de bar en los tres primeros días de huelga en protesta por los abusivos servicios mínimos de la compañía. El terror no paralizará este movimiento, que sigue adelante, aunque le pese a la compañía.