Rotunda victoria de Pedro Sánchez abre otra oportunidad

Pedro Sánchez se corona como secretario general del PSOE en unas primarias excepcionales con una participación histórica. La mayoría absoluta de los militantes del PSOE han derrotado el golpe de mano que se orquestó en octubre para derribar a Pedro Sánchez, impidiendo el avance de una alternativa de gobierno de progreso y regeneración democrática al PP y facilitando la investidura de Rajoy, la principal opción del hegemonismo y la oligarquía, tras las elecciones del 26-J.

El que fuera defenestrado de la secretaría general con un golpe interno de los barones vuelve a ganar la secretaría general con el apoyo de los militantes.

Con una participación record de en torno al 80% de la militancia, 142.000 afiliados han votado en estas primarias excepcionales.

Pedro Sánchez ha ganado las primarias del PSOE por mayoría absoluta y más de 10 puntos sobre Susana Díaz, y vuelve a ser el secretario general del PSOE. Con el 100% escrutado: Pedro Sánchez: 74.223 votos (50,21%); Susana Díaz: 59.041 votos (39,94%); Patxi López: 14.571 votos (9,85%).

Son 10 puntos de diferencia los que le separan de Susana Díaz a la que ha ganado en todas las provincias menos Andalucía, la federación más poderosa en la que Sánchez ha sacado un nada despreciable 30%, y Aragón donde un puñado de votos han sido decisivos.

Con el 50 % de los votos Pedro Sánchez gana en todas las Comunidades Autónomas, excepto en Andalucía y en Euskadi que lidera Patxi López, donde Susana Díaz ganó en avales Pedro Sanchez recupera posiciones y gana en votos. Susana Díaz saca 54.500 votos menos votos que avales. La diferencia en votos en Cataluña y Baleares se dispara donde Pedro Sánchez consigue hasta el 82% de los votos.

Militantes entusiasmados celebraban la victoria de Sánchez cantando la Internacional a la puerta de Ferraz. La mayoría absoluta de los militantes del PSOE han derrotado el golpe de mano que se orquestó en octubre para derribar a Pedro Sánchez, impidiendo el avance de una alternativa de gobierno de progreso y regeneración democrática al PP y facilitando la investidura de Rajoy, la principal opción del hegemonismo y la oligarquía, tras las elecciones del 26-J.

Se cumple la peor pesadilla del banco estadounidense JP Morgan que había advertido que la victoria de Pedro Sánchez dificultaría la aprobación de las próximas cuentas públicas y, en cambio, la victoria de Susana Díaz «garantizaría la continuidad del actual Gobierno». Enfrente ya no van a tener el PSOE de la abstención y la gestora, sino a un Partido Socialista más beligerante. Pedro Sánchez se ha comprometido durante la campaña de las primarias a tomar una serie de medidas: exigir la dimisión de Rajoy como primera medida, por la corrupción, y mantener una oposición más firme frente a las políticas del gobierno en relación a la reforma laboral así como recuperar derechos sociales eliminados. Mariano Rajoy reune este lunes al comité ejecutivo nacional del PP para valorar los resultados de las primarias del PSOE.

La incontestable victoria de Sánchez no cierra las heridas abiertas en el PSOE. Pedro Sánchez tiene un camino difícil para restañar las heridas y forjar una nueva unidad de un PSOE renovado, más abierto y con mayor participación de las bases. Si Patxi López reconoció sin tapujos la victoria de Pedro y se ofreció a colaborar para forjar la unidad del partido, no fue esa la actitud franca de Susana Díaz. Que se puso a disposición “del Partido” pero en ningún momento a disposición del nuevo secretario general.

Se abre ahora un nuevo proceso en el PSOE de cara a la celebración del Congreso en el que la batalla entre lo que representa Sánchez, un PSOE más autónomo y comprometido con sus bases de militantes, simpatizantes y votantes, y la mayoría social de progreso; y la línea de Susana Díaz, la mayoría de los barones y los dirigentes históricos como gestores de las políticas de Washington, la UE y el Ibex-35.

En medio de todas estas contradicciones la victoria de Pedro Sánchez se suma al aumento del rechazo por la corrupción y crea mejores condiciones para el avance de la mayoría social de progreso y regeneración democrática, y la alternativa de un gobierno de progreso y regeneración como alternativa al gobierno del PP.