Mucha suerte en su andadura a De Verdad Digital, que sirva de voz a quienes no tienen voz y de lataforma para debates razonados. Algo tan necesario en un mundo donde habitualmente los argumentos son suplantados por descalificaciones personales, la corrección política se valora más que el sentido común, y los problemas que afectan a todos despiertan menos interés que la vida privada de los famosos