Mientras la prima de riesgo se dispara, la bolsa se hunde y el gobierno, urgido por el FMI y Bruselas, aprueba unos presupuestos y anuncia nuevos recortes y ajustes que sólo traerán más paro y recesión, se extiende la idea de que España necesita un gran pacto social y político, basado en un amplio consenso entre los principales partidos y sindicatos del país, que acuerde un programa común de medidas contra la crisis.
El presidente extremeño del PP lo ha llamado una “reedición de los Pactos de la Moncloa” de 1977. CCOO y UGT, en carta remitida a Rajoy, hablan de “un gran consenso social y político por la reactivación económica y la creación de empleo”. Rubalcaba reiteraba hace unos días la oferta a Rajoy para alcanzar un “consenso institucional, político y social”. Y algunos de los principales medios de comunicación reclaman “un acuerdo entre las principales fuerzas políticas” para fortalecer la posición de España en Bruselas. «Un enorme caudal de descontento y rechazo popular está a la espera de un cauce unitario»
Hace ahora casi cuatro años, al inicio de la crisis, nuestro partido hizo público, y presentó ante distintas fuerzas políticas, la propuesta de un gran pacto nacional para acabar con las cuatro grandes dependencias que lastran nuestra economía y cambiar el modelo de crecimiento de la economía española. Proponiendo 7 grandes medidas basadas en el ahorro en los gastos de Estado, el estímulo a la inversión productiva y la creación de empleo y una redistribución más equitativa de la riqueza nacional. Advirtiendo que, de no aplicarse con urgencia, España estaba condenada “a enfrentarse en el futuro inmediato a una situación de auténtica emergencia nacional”.
Casi cuatro años después de que lanzáramos esta alternativa, y cuando el país se encuentra ya en el estado de “emergencia nacional” que preveíamos, ¿qué pacto, qué acuerdos, qué tipo de unidad necesitamos hoy para acabar con el paro y sacar a España de la crisis en beneficio de la mayoría? «Sólo con la movilización no es suficiente para echar abajo los planes de nuestros enemigos»
La piedra de toqueHoy se abren ante España dos caminos. El de plegarnos sumisamente a los dictados e imposiciones del FMI y Bruselas, el camino de aceptar mansamente unas medidas de recortes y ajuste que nos condenan a la recesión económica, al aumento del paro y a un mayor empobrecimiento del 90% de la población, mientras una ínfima se enriquece a nuestra costa al tiempo que se produce un auténtico saqueo por parte de la banca y los grandes fondos de inversión extranjeros de la riqueza nacional y sus multinacionales se apoderan de nuestro mercado.
O el de recuperar la cada vez más perdida soberanía nacional. El camino de decidir por nosotros mismos la política que mejor sirve a nuestras necesidades e intereses. El camino de poner la riqueza y los recursos del país al servicio del crecimiento económico, la inversión productiva y la creación de empleo, y no, como ocurre ahora, al servicio de las necesidades de la banca y las exigencias de una deuda externa que, contra lo que quieren hacernos creer, ni nosotros hemos creado ni de la que tampoco nos hemos beneficiado.
Esta es la piedra de toque, la principal línea de demarcación que delimita el terreno en torno al cual lograr cualquier acuerdo. En un lado están aquellos dispuestos a ejecutar fielmente y sin apenas rechistar cualquier mandato que provenga de Washington o Berlín. Con ellos no es posible ningún tipo de acuerdo, son la quinta columna del hegemonismo instalada en los resortes clave del poder económico y político del país. En el otro lado estamos todos los demás. Una inmensa mayoría de la población que rechaza los recortes y ajustes. Un amplísimo abanico de fuerzas políticas, sindicales, ciudadanas, sociales, profesionales,… Entre nosotros, el consenso, el pacto, la unidad en un frente amplio es cada vez mas urgente y necesaria.
Una amplia coincidenciaY además es también perfectamente posible avanzar en ella. La pasada semana hemos conocido dos propuestas, de CCOO y UGT y del 15-M, que no sólo son un buen punto de partida para la elaboración de un programa de unidad, sino que tienen un amplio campo de coincidencia con el programa mínimo de unidad que nuestro partido viene defendiendo e impulsando desde hace meses.
Programa que tiene su base en una política de redistribución de la riqueza y como ejes principales medidas para frenar en seco la sangría financiera para el país que suponen el rescate bancario y la escalada de intereses de la deuda pública, elevar el poder adquisitivo de los salarios para reactivar el consumo, mantener y no recortar los gastos sociales básicos en sanidad, educación, desempleo o dependencia y una reforma fiscal progresiva que haga pagar a quienes más tienen (bancos, multinacionales y grandes fortunas) la cantidad de impuestos que se corresponde a su nivel real de beneficios y riqueza.
Un programa de este tipo no sólo es capaz de unir en un frente amplio a una gran cantidad de fuerzas políticas, sindicales y ciudadanas, sino también de suscitar un apoyo masivo entre la inmensa mayoría de la población. Lo hemos visto en las elecciones del 25-M en Andalucía, donde la política de recortes de Zapatero llevó al PSOE a perder 650.000 votos, pero también al PP a dejarse 440.000 votos nada más conocerse las primeras medidas de recorte y ajuste aplicadas por el gobierno de Rajoy.
Y lo acaban de confirmar las ultimas encuestas publicadas, en las que el PP pierde 8 puntos de intención de voto (más de 2 millones de votantes), el 58% desaprueba la gestión de su gobierno, un 64% tiene una impresión negativa de sus 100 primeros días y el 70% manifiesta tener poca o ninguna confianza en Rajoy.
Un enorme caudal de descontento y rechazo popular que está a la espera de un cauce unitario a través del cual poder expresarse políticamente. Construir ese cauce, dar pasos en transformar el rechazo en fuerza política organizada, avanzar en crear un frente amplio de unidad que tome en sus manos la defensa de la soberanía nacional para poder aplicar una política de redistribución de la riqueza y ampliación de la democracia. Ese es el tipo de unidad y ese es el programa en torno al cual puede y debe hoy articularse un gran pacto nacional.
Redoblar la respuesta, avanzar en la unidadEl 29-M, los dirigentes de CCO y UGT anunciaron que daban de plazo al gobierno de Rajoy hasta el 1 de mayo para negociar la agresiva reforma laboral y los no menos agresivos presupuestos. En caso contrario, dijeron, el 1 de mayo marcaría el inicio de una escalada de movilizaciones. Apuesta reiterada hace unos días por el líder de CCOO en TVE, afirmando que los presupuestos presentados por Rajoy merecen “una amplia respuesta ciudadana” y confirmando que el 1 de mayo supondrá un «hito» en la respuesta de los sindicatos a la política del Gobierno. Respuesta a la que se añadirá días después, la del 15-M, que coincidiendo con su primer aniversario convoca una gran movilización a escala global el próximo 12 de mayo.
Tanto una como otra convocatoria cuentan con nuestro total apoyo y, estamos convencidos, serán una nueva y multitudinaria demostración del enorme caudal de rechazo que existe entre nuestro pueblo.
Pero tenemos que ser conscientes de que sólo con la movilización no es suficiente para echar abajo los planes de nuestros enemigos e imponer otra política y otro rumbo al país. Necesitamos organizarnos para poder levantar un frente amplio de unidad y para dotarnos de fuerza política.
La movilización y la lucha popular son los músculos que necesitamos ejercitar para ganar fuerza política. El frente amplio de unidad es el esqueleto que debe articularla. Pero la organización es la columna vertebral de la que depende todo el edificio.
Por eso, te llamamos a que acudas con nosotros a las manifestaciones del 1 y del 12 de mayo, para difundir y extender las consignas y la política de redistribución de la riqueza y defensa de la soberanía nacional. A que acudas posteriormente a las comidas populares y tertulias que celebraremos en nuestras sedes para conocer qué podemos aportar cada uno a la tarea de levantar ese frente amplio de unidad que nuestro pueblo demanda. Y sobre todo, a que te sumes y colabores con nosotros en organizar, extender y construir la columna vertebral del movimiento, el partido revolucionario que necesitamos para dar con éxito la batalla.