Nuria Suárez
Portavoz estatal de Recortes Cero
Proporcionalmente al hundimiento del poder adquisitivo en amplísimos sectores de la población, aumentan las voces que plantean la necesidad de redistribuir la riqueza. La redistribución de la riqueza está de “de moda”.
Entre esas voces destacan muchas de economistas como Jullen Bollain, Juan Torres, Julio Rodríguez o Miren Etxezarreta, que denuncian las brutales desigualdades entre pobres y ricos que con la crisis de la inflación están haciéndose mayores. El presidente del BBVA, Carlos Torres, en una conferencia en el Cercle de Economía de Barcelona afirmaba que “la inflación nos ha empobrecido a todos”.
No es así, la mayoría de la población nos empobrecemos, pero una ínfima minoría de monopolios y bancos están incrementando su riqueza. En concreto el BBVA en el 2020 ganó 1.305 millones; en 2021 ganó 4653 y en el primer semestre de este año 3001 millones. Los números no mienten. No, no somos todos los que nos empobrecemos.
Por eso la alternativa no puede ser otra que la Redistribución de la Riqueza.
Existe un gran abismo social. En España el 10% de la población concentra casi el 60% de toda la riqueza y de ellos un 1% concentra la cuarta parte. Sin embargo el 50% de la sociedad con menos ingresos dispone sólo del 21%. Esto en concreto significa que: el 1% más rico dispone de media de 53.000 euros cada mes, 60 veces más, que el 50% más pobre que tiene una media de 850 euros mensuales.
Y esto conlleva dos problemas, uno ético, como plantea en una entrevista contundentemente el escritor Juan José Millás: “No podemos vivir en un mundo donde el diez por ciento de la población tiene el noventa por ciento de la riqueza. Pero nos distraemos con otras cosas”. Pero conlleva también un problema práctico ¿Cómo hacer efectiva la redistribución de la riqueza? ¿Qué medidas debemos aplicar?
En España el 1% más rico dispone de media de 53.000 euros cada mes, 60 veces más, que el 50% más pobre que tiene una media de 850 euros mensuales.
¿Qué es y qué no es redistribuir la riqueza?
Cuando hablamos de redistribución de la riqueza desde Recortes Cero siempre aclaramos tres cuestiones:
Redistribuir la riqueza no es “que pague el Estado”, no es aumentar la deuda pública – actualmente ya en el 117% del PIB – . Aumentar la deuda es pan para hoy y hambre para mañana, es hipotecar el futuro de nuestros hijos y de nuestro país. La redistribución consiste en una cuestión clara: que pague más quien más tiene, ese 10% que acapara y concentra la riqueza.
Redistribuir la riqueza no es paliar la pobreza. Redistribuir es aplicar políticas para transferir una parte sustancial de la riqueza que se apropia y concentra una minoría de bancos y monopolios a la gran mayoría: con reformas fiscales progresiva, subiendo las pensiones y los salarios o destinando los recursos disponibles a proyectos de reindustrialización o de creación de riqueza y empleo de calidad en el campo… Redistribuir la riqueza es laúnica manera de resolver de forma estructural y permanente las necesidades y demandas de la mayoría social. Medidas como la aplicada por el gobierno para el abaratamiento del transporte público son buenas y por supuesto las apoyamos pero son coyunturales y completamente insuficientes..
Y por último redistribuir la riqueza no es repartir el empleo. Un proyecto de redistribución va indisolublemente ligado a generar más riqueza y más empleo de calidad; reindustrializando el país y reconstruyendo y promoviendo el tejido rural agrícola, ganadero y pesquero. Si no se genera riqueza y empleo no se puede redistribuir sólo se puede repartir la pobreza.
Redistribuir la riqueza no es “que pague el Estado”, no es aumentar la deuda pública – el 117% del PIB – . La redistribución consiste que pague más quien más tiene, ese 1% que acapara y concentra la riqueza.
¿En qué consiste en la práctica redistribuir la riqueza?
Nuestro país es el 14 más rico del mundo. Tenemos recursos más que suficientes para dar una respuesta cabal y estructural. ¿Cuáles son las primeras fuentes para la redistribución y las medidas principales para redistribuir la riqueza en estos momentos?
1.- Una reforma fiscal progresiva para que los grandes bancos y monopolios paguen un impuesto sobre sus beneficios de cómo mínimo el 60% y rebajando las cargas fiscales de pymes y autónomos a un 10%
Son los grandes bancos y monopolios los que se están enriqueciendo con la inflación y es aquí de donde primero hay que redistribuir. Esta no es ninguna política utópica ni radical. Es tan factible como que fue la que aplicó Roosevelt para conseguir que EEUU saliera de la crisis del crack del 29.. Roosevelt aprobó un impuesto sobre la renta del 79% para quienes ganaran más de 5 millones de dólares al año… Una subida de 54 puntos, de golpe. No fue una medida coyuntural. Se mantuvo en el tiempo, e incluso se incrementó. En 1942 la tasa máxima a las rentas más altas alcanzó el 81%, quien ganaba un millón de dólares al año, pagaba 809.995 en impuestos directos.
2.- Acabar con el fraude fiscal que en estos momentos tiene un volumen de 91.000 millones de euros, un 70% del cual se corresponde con fraude de las grandes empresas. 91.000 millones son un 8% del PIB, lo suficiente para proteger las pensiones, revertir los recortes y reconstruir el tejido productivo…
3.- Subir las pensiones y salarios con el IPC. A pesar de las subidas salariales los trabajadores han perdido un 7% del poder adquisitivo. Esta medida no es sólo justa socialmente sino que es una de las principales palancas para activar la economía, subir los salarios y las pensiones activa el consumo, especialmente de pymes y autónomos.
4.- Redistribución Salarial, ningún salario por encima de 10.000 euros y ninguno por debajo de 1.200. Esta medida debe empezar por la administración. Ningún trabajador ni cargo público debe cobrar más de 5000 euros mensuales y tampoco por debajo de 1.200. En momentos de crisis, los representantes políticos y cargos públicos deben ser los primeros en dar ejemplo.
5.-Reducir un 10% los gastos del Estado – gobierno, autonomías y ayuntamientos – eliminando gastos innecesarios, duplicidad de organismos y derroches y privilegios de los cargos políticos
6.- Crear una empresa nacional estatal de electricidad que sea un elemento regulador de los precios y a la vez trabaje por acabar con la dependencia energética de España.
7.- Una Banca Pública que invierta en un proyecto de reindustrialización del país y de reconstrucción del tejido productivo ganadero, agrícola y pesquero.