Un documento interno desvelado por el diario El País, descubre que el plan de recortes el gobierno de CiU en la sanidad catalana va aún mucho más lejos: pretende trocear la sanidad pública catalana, para privatizarla e introducir el copago sanitario. Pasar de los recortes que están degradando la sanidad pública al «tanto pagas, tanto vives».
¿No hay dinero para mantener y mejorar la sanidad, pero sí para pensiones vitalicias, fundaciones, embajadas, coches oficiales y rescates bancarios? ¿Está obsoleto un modelo que garantiza un mínimo de atención y calidad sanitaria para la inmensa mayoría de la población, pero no el sistema que mantiene infinidad de políticos y altos cargos plagados de privilegios y derroche?Tras los recortes, la privatización y el copago forman parte de la “agenda oculta” de las reformas que prepara el gobierno de CiU en la sanidad catalana, un nuevo golpe a la vida y la salud de la inmensa mayoría de la población.«La privatización y el copago forman parte de la agenda oculta» El documento secreto del Instituto Catalán de la Salud,“La gobernanza del ICS”, –que dirige el consejero de Sanidad Boi Ruiz, antiguo jefe de la patronal de clínicas privadas partidario de los recortes y el copago-, pone de manifiesto que los planes de CiU no se limitan al cierre de plantas, de servicios de urgencias y de quirófanos, la reducción de plantillas y de salarios sino que va mucho más lejos. Pretenden sustituir el actual modelo de sanidad pública, levantado con el dinero y el esfuerzo de todos, y que sirve a la inmensa mayoría independientemente del nivel económico, por un modelo fundamentalmente privado excluyente para quien no pueda pagárselo.Según los planes que baraja Boi Ruiz, el primer paso consistiría en trocear el ICS para facilitar la entrada de capital privado. El ICS constituido por 8 grandes hospitales, 286 centros de salud y un centenar de otros equipamientos, con más de 41.000 trabajadores y casi 3.000 millones de presupuesto, pasaría a convertirse en una veintena de empresas diferentes gestionadas como una especie de “clínicas privadas”, “sometidas a las reglas del mercado”. Estás empresas “mixtas” darían entrada al capital privado y a profesionales del sector como copropietarios o accionistas.El problema no es que el modelo público actual sea, como dice el gobierno de CiU “un modelo agotado” y un “sistema ingobernable”, sino que detrás de todo hay un acelerado proceso de recortes que, respondiendo a las imposiciones exteriores y las urgencias de la gran banca, rebajan la calidad y agravan la progresiva degradación de la sanidad pública. Tampoco es que no haya recursos para financiarla, sino que los recursos disponibles se ponen al servicio de los intereses de esa minoría que controla el poder político y económico y no del 90% de la población.La reducción de los presupuestos públicos para sanidad y al mismo tiempo ponerla en manos privadas (las aseguradoras que ya se frotan las manos serán una de las grandes beneficiadas) es la antesala del copago sanitario.