La activista Kim Pérez, la activista trans, recientemente galardonada por el ayuntamiento de Granda, ha presentado hoy la propuesta del Premio Nobel de la Paz para las trans de América Latina. Kim Pérez es candidata por Granada en la lista de la coalición Recortes Cero – Por Un Mundo Más Justo – Grupo Verde, que está encabezada por la también granadina Violeta Tercedor.
La veterana activista ha sido arropada por la coalición en la Plaza de la Trinidad de Granada, en un acto al que han asistido miembros de la Academia de Identidades de Género. En el acto han intervenido el candidato de Por Un Mundo Más Justo, Agustín Ndour, que ayer protagonizó un acto denunciando las muertes en el Mediterráneo en las playas de Cádiz, el secretario general de PUM+J, Jorge Serrano, y la portavoz de Recortes Cero, Nuria Suárez.
Kim Pérez ha insistido en defender que su propuesta no es para el colectivo trans o el LGTBI en general, sino que es una “propuesta estructural en la que nos jugamos las libertades de todo el mundo y el avance de la democracia”. En este sentido Violeta Tercedor ha utilizado un poema de Gil de Biedma (“los secretos del amor son del alma, pero un cuerpo es el libro en que se leen”), para defender que no hay mayor libertad individual que representa las libertades de todos, que la libertad de saber quién eres, y ha concluido su intervención llamando a votar a Recortes Cero – Por Un Mundo Más Justo – Grupo Verde el próximo 2 de diciembre.
Kim ha concluido el acto con la grabación de apoyo que ha enviado Mónica Astorga, la religiosa de las carmelitas descalzas de Argentina que se ha convertido en un icono de la defensa de los derechos de las transexuales latinoamericanas, que incluso ha recibido el apoyo público del Papa Francisco. En el vídeo, Mónica Astorga saluda la iniciativa del Premio Nobel de la Paz y agradece la labor de Kim. Durante el transcurso del acto, Mónica Astorga ha publicado en Facebook un mensaje de agradecimiento a Kim:
“El genocidio, el secreto, el silencio, el desprecio, el qué dirán, el vete de mi casa, el dejar los estudios, el comer, los insultos, los deseos turbios, el miedo, los abusos, las heridas, los contagios… Y la valentía, el «pero soy mujer», las alegrías, las amigas, los amigos, la identidad, la libertad de expresión, el derecho más noble… El contar con nuestras madres y padres, el respeto en las clases, la comprensión, el cariño, el trabajo por cuenta ajena… Kim Pérez”