Recortes Cero – Grupo Verde defiende la unidad del pueblo trabajador en todos los rincones de España, con el convencimiento de que es posible un futuro común, libremente elegido, en el marco de una España plural donde estén reconocidas todas las identidades de los pueblos que la integran.
Y especialmente en Cataluña, como “la izquierda que dice no a la independencia”. Ya en 2014, Recortes Cero impulsó el manifiesto “¡Decidamos. No a la independencia!”, apoyado por más de 300 personalidades, sindicalistas y activistas sociales, entre otros muchos. En 2017, ante el desafío del procés, Recortes Cero impulsó la publicación de tres manifiestos, denunciando el 1-O y la declaración unilateral de independencia (DUI) como una “estafa y una imposición antidemocrática”, con más de 5.000 firmantes y 60 organizaciones políticas y sociales.
La unidad es imprescindible para acabar con el saqueo a la población y defender nuestros derechos laborales y sociales. Sin unidad no es posible ningún proyecto de progreso. Los que nos dividen y enfrentan sirven a quienes quieren continuar con el saqueo a la población y el expolio de nuestras riquezas nacionales. Las clases populares tenemos los mismos intereses, vivamos en Cataluña, Andalucía, Euskadi, Castilla… Esta es la posición que se corresponde con la verdadera tradición histórica de miles y miles de republicanos, liberales, socialistas, comunistas, anarquistas y librepensadores.
Cualquier proyecto de progreso exige defender la unidad del pueblo como una premisa imprescindible. Así ha sido la tradición de los sectores más avanzados en la sociedad española. Y así sucede hoy, cuando la defensa de los intereses comunes de la mayoría progresista, desde Cataluña a Madrid, desde Bilbao a Sevilla, necesita fortalecer la unidad.
Por el contrario, quienes nos dividen y enfrentan, lo hacen siempre con el objetivo de imponernos un dominio todavía más férreo.
Esta es la posición que Recortes Cero ha defendido desde su misma fundación en 2014, y que hoy es más necesaria que nunca: decir alto y claro que defender la unidad, la libre y plural unidad del pueblo, es progresista.
Sin embargo en España asistimos a una ceremonia de la confusión donde la defensa de la unidad se identifica como algo reaccionario, aunque se haga desde proyectos que buscan luchar contra los recortes y ampliar derechos, mientras que se pretende presentar como progresistas a los que impulsan la división, a pesar de que enarbolen las banderas más retrógradas.
Las clases populares tienen unos mismos intereses. Nadie puede negar que un parado, un obrero, un autónomo, cualquier trabajador, se enfrenta a los mismos problemas en Cataluña que en Andalucía, en Castilla que en Galicia. Y la defensa de esos intereses comunes necesita unidad y organización.
En cada formación social concreta, como la española, existe un pueblo que comparte una misma historia de lucha, que se enfrenta a los mismos enemigos, que comparte anhelos y demandas.
Todos los momentos en los que los intereses del pueblo español han avanzado es porque se ha fortalecido la unidad. Y en ese camino Cataluña ha sido muchas veces vanguardia. El movimiento obrero español nació en Cataluña, y a ese impulso se sumaron inmediatamente los obreros madrileños.
No existe un solo triunfo o conquista del que se haya beneficiado la mayoría social que no se haya fraguado desde la unidad del conjunto del pueblo español. Sucedió en la lucha antifranquista, en la batalla contra la guerra de Irak, en las movilizaciones que han derrotado el terror de ETA…
Y eso es lo que ocurre en la actualidad. Si existen condiciones para avanzar en la defensa de las pensiones públicas, frente a los ataques recibidos, es porque se ha levantado un movimiento que recorre toda España. La lucha contra los recortes, o por la regeneración democrática, no es ningún “hecho diferencial” que nos divida, es un camino compartido que exige unirnos para poder avanzar.
Defender la unidad del pueblo es progresista. Es más, sin unidad, si lo que cunde es la división, no existe posibilidad alguna de ningún cambio de progreso.