Fue Ronald Reagan, quien definió la Unión Soviética como «la cuna del mal», y llamó a los terroristas en Afganistán, Angola, Camboya y Centroamérica generalmente «defensores de la libertad».
Sería largo remontarse a los orígenes de Afganistán, uno de los aíses más pobres del mundo con estructuras feudales que todavía subyacen en la sociedad y se entrelazan con los conflictos en la actualidad.Históricamente Afganistán fue un país codiciado tanto por la Rusia zarista como por el imperialismo británico. Cuando colapsó el dominio británico del subcontinente indio, la influencia Britanica fue reemplazada por la influencia de la Unión SoviéticaEl país adquiere protagonismo durante la guerra fría: había terminado la guerra del Vietnam (1975), Irán era el aliado histórico de EE.UU. las empresas petrolíferas norteamericanas tenían prácticamente el control económico del país. En 1978, el Partido Demócrata del Pueblo apoyado por la Unión Soviética derrocó al régimen republicano. El presidente Mohamed Daoud Kha y su familia fueron asesinados junto con centenares de partidarios. Nur Tarahi, líder del partido comunista se hizo cargo del poder.En julio de 1979 el presidente Carter firmó la primera directriz de ayuda secreta a los oponentes al régimen pro-soviético de Kabul. «ese mismo día escribí una nota al presidente en la que le explicaba que, en mi opinión, esa ayuda iba a inducir a una intervención militar soviética» dijo Zbignew Brezinski entonces consejero de Seguridad Nacional, En diciembre de 1979 el ejército rojo entra en Kabul.Cuando Ronald Reagan se convirtió en presidente de EE.UU. la CIA tomó una postura aún más agresiva respecto a la situación en Afganistán. El objetivo no era ya causar problemas a la Unión Soviética. Era atrapar al país en una guerra larga y costosa.Pero la administración Reagan no se quería empantanar en otra guerra sucia y lejana en Asia. Era mejor delegar en aliados que aportaran el conocimiento del terreno y la experiencia de alguien local. Ese aliado fue Pakistán y su todopoderosa agencia de inteligencia. Fue Ronald Reagan, quien definió la Unión Soviética como «la cuna del mal», y llamó a los terroristas en Afganistán, Angola, Camboya y Centroamérica generalmente «defensores de la libertad».Siempre que lucharan contra comunistas o contra quien pudiera ser considerado como tal. Entre 1978 y 1992 los EE.UU. gastaron como mínimo 6.000 millones de dólares en esta guerra nunca declarada.Arabia Saudí invirtió por su parte un presupuesto parecido. Naturalmente poco populares, estas operaciones se organizaban de forma clandestina, lo que significaba que la CIA evitaba todo contacto directo con sus protegidos y utilizaba el servicio secreto de Pakistán.Con Arabia Saudí y el capital de los jeques del golfo pérsico aparecen figuras como Osama Ben-Laden hijo de una acaudalada familia Saudí.