La medicina más allá de la pandemia

Rayos de esperanza

Aunque ocultos por el ruido de la Covid-19, se han producido dos avances en medicina que en otras condiciones deberían llenar portadas e informativos.

La atención a la pandemia no debe eclipsar avances médicos contra problemas que llevan décadas sin resolverse. Hemos estrenado 2022 con dos de ellos. El primer trasplante de un corazón de cerdo a un humano en Baltimore (EEUU) y la confirmación de relación entre el virus de la “enfermedad del beso” y la Esclerosis Múltiple.

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Un trasplante histórico

A principios de enero saltó la noticia. David Bennett, de 57 años, se recuperaba de forma estable de su exitoso trasplante de corazón transgénico.

Un equipo médico de la Universidad de Maryland (EEUU) dirigido por el Dr Bartley Griffith había llevado a cabo con éxito el primer trasplante de un corazón de cerdo a un humano.             

Un hito histórico que encierra tres décadas de investigación y que ayudará a paliar la  escasez de órganos.

En EEUU hay más de 100.000 pacientes en lista de espera, cada 9 minutos se suma uno más y cada día mueren 17 personas esperando un trasplante de órganos. En varios países, el corazón artificial, un dispositivo que suple la función de la bomba cardíaca, se está usando cada vez más como una alternativa al trasplante.

Pero en España no. Con una de las listas de espera más cortas de Europa gracias a la alta tasa de donaciones.  La media de tiempo de espera para un corazón no urgente ronda los 4 meses y para un caso urgente los 19 días. La mortalidad en lista de espera es del 4%. No en vano el modelo español se pone de ejemplo para el mundo entero.

Sea como fuere, el desarrollo de nuevos fármacos inmunosupresores y tecnologías de edición genética ha abierto la puerta al uso de órganos animales para trasplantes a humanos, el llamado xenotrasplante, o trasplantes cruzados entre especies diferentes. Una excelente noticia.

El uso médico de válvulas de corazón de cerdo ya es común. Eso es posible porque se eliminan de ellas las células del animal que causarían un rechazo fulminante. Pero, ¿cómo sortearlo en el caso de un corazón completo?

Revivicor, empresa hija de la biotecnológica que participó en la exitosa clonación de la oveja Dolly, se encarga de criar cerdos cuyos órganos son aptos para trasplantar a humanos.

17 personas mueren diariamente en EEUU esperando un trasplante de órganos

El material genético de sus corazones ha sido manipulado para que las células cardíacas no fabriquen un tipo particular de azúcar  que nuestra especie no tiene y que despierta, al ser detectado por el sistema inmunológico humano, una fuerte respuesta de rechazo. También para que dichas células fabriquen un tipo de proteínas humanas que “engañan” a las defensas y otras que previenen la formación de coágulos una vez hecho el trasplante. 

En otras palabras, han literalmente “humanizado” el corazón del cerdo. Un órgano transgénico sí, pero una conquista incuestionable en la lucha por salvar de la muerte segura a miles de personas en todo el mundo. El siguiente paso son ensayos clínicos más amplios.

Descifrando la Esclerosis múltiple

El segundo hito del 2022 es el resultado de un estudio que prueba la relación entre el virus de Epstein Barr y la Esclerosis Múltiple.

Dicho virus, de la familia de los herpes, causa la mononucleosis infecciosa, conocida como “enfermedad del beso”, porque se trasmite por la saliva, más frecuente en adolescentes y adultos jóvenes. Se trata de una enfermedad que cursa con fiebre, dolor de garganta y ganglios linfáticos inflamados durante dos a cuatro semanas y, después, puede provocar cansancio durante meses.

Pues bien, tras el seguimiento de 10 millones de militares durante veinte años, un equipo de la Universidad de Harvard (Reino Unido) ha comprobado que el virus de Epstein-Barr (Virus-EB) multiplica por 32 el riesgo de sufrir Esclerosis Multiple (EM). Aporta en una muestra muy grande y por primera vez, evidencia consistente de la relación del virus con la EM. De los 801 soldados que enfermaron, 800 habían sido expuestos al Virus-EB frente a uno que no.

La EM es una enfermedad crónica, inflamatoria, en la que el sistema inmunitario ataca a la mielina, la vaina que envuelve los nervios y que ayuda a que los impulsos eléctricos se transmitan de forma rápida y eficiente. Los sucesivos brotes de la enfermedad van dejando cicatrices en los nervios (placas o esclerosis, de ahí su nombre), que provocan diferentes alteraciones en cada caso: sensibilidad anormal o reducida, alteraciones visuales, problemas de vejiga, deterioro cognitivo…  se la conoce también como la enfermedad de las mil caras.

Es más frecuente en mujeres jóvenes. Hay cerca de 3 millones de enfermos en el mundo y 55 mil en nuestro país, donde se diagnostica un nuevo caso cada 9 minutos. Es la segunda causa de discapacidad entre los jóvenes después de los accidentes de coche y la primera causa de discapacidad no traumática en España, según la Sociedad Española de Neurología.

El virus de Epstein-Barr multiplica por 32 el riesgo de sufrir Esclerosis Múltiple

No tiene una única causa, varios factores ambientales podrían actuar sobre una predisposición genética a que el sistema inmune se altere: su distribución geográfica se relaciona con una menor exposición a la luz solar, por tanto un déficit de vitamina D, fumar, tomar demasiada sal, alteraciones en la flora intestinal, la obesidad infantil…

Y también desde hace 20 años se sospecha, se sabe, que el virus de Epstein-Barr juega algún papel por su capacidad para alterar el funcionamiento del sistema inmunológico.

El virus no es la única causa, dado que el 95% de la población tenemos contacto con él pero sólo unos pocos la desarrollan. En España se diagnostican 1900 casos cada año. 

Es ciertamente una enfermedad plagada de incógnitas, que requiere mucha más inversión en investigación, dado que hoy por hoy no tiene cura, y en desarrollo de nuevos fármacos para tratar los síntomas y las secuelas.

Pero bien seguro que el estudio de Harvard contribuirá a acelerar la elaboración de fármacos contra el virus-EB que podrían ayudar a  prevenir la aparición de la Esclerosis Múltiple. Moderna, la farmacéutica estadounidense fabricante de una de las vacunas contra el covid-19, ha empezado este mismo mes de enero sus ensayos clínicos de su nueva vacuna contra el Virus-EB con humanos.