Un artículo publicado en el diario económico Expansión, titulado “Los empresarios reclaman un Gobierno que no sea radical y que haga reformas”, recoge declaraciones de destacados representantes de la oligarquía española y del capital extranjero que operan en nuestro país.
Destacan las declaraciones de Beatriz Blasco, presidenta de Multinacionales por Marca España -uno de los principales “lobbys” del capital extranjero en nuestro país-, pidiendo confianza para la inversión: «Los mercados financieros confían en la formación de gobiernos que garanticen la estabilidad en las instituciones y que permitan continuar atrayendo inversiones y favorezcan la competitividad… Los empresarios confiamos en que los acuerdos que alcance la clase política ayuden al clima positivo de inversión que se viene dando en los últimos tiempos en nuestro país”.
Para todos ellos lo fundamental es que sea un gobierno con capacidad para “llevar a cabo nuevas reformas: necesitamos cambios en las pensiones, en el mercado laboral, en la diversificación energética y la reducción de sus costes para las empresas, en las infraestructuras y la educación”.
Para Antonio Garamendi, presidente de la patronal CEOE: «Es preferible que haya nuevas elecciones en noviembre para buscar un Gobierno estable que tener uno inestable a corto plazo. Incluso, en septiembre podría haber un Ejecutivo monocolor [del PSOE] si PP y Ciudadanos se abstienen».
Quieren un gobierno que mantenga las reformas laborales y de las pensiones y defienda sus intereses si llega la recesión
José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España: «Necesitamos un Gobierno estable y con los apoyos parlamentarios suficientes para sacar adelante las reformas estructurales que necesita España».
John de Zulueta, presidente del Círculo de Empresarios, donde están representados los dueños y altos ejecutivos de la Banca y empresas del Ibex-35: «Es preferible un acuerdo entre el PSOE, PP y Ciudadanos, un pacto a la alemana, con programa y abstención. Incluso, unas nuevas elecciones. Algo que evite un Gobierno del PSOE con la ultraizquierda”.
Cada vez más preocupados por el deterioro de la economía mundial y especialmente la europea insisten en la necesidad de un gobierno capaz de aplicar medidas, acometer reformas y defender sus intereses si llega la recesión.
Las posiciones de estos núcleos concentrados de la oligarquía y del capital extranjero están en completa coherencia con lo que han venido manifestando representantes políticos y económicos y medios de comunicación en los últimos meses. Rajoy y Felipe González, el Banco Santander o medios internacionales cercanos al presidente francés Macron, el portal estadounidense bloomberg.com o la revista POLÍTICO a favor de facilitar la investidura de Sánchez con el apoyo de Ciudadanos, la abstención del PP o de los dos.
Por otra parte, tanto el FMI desde Washington, como la Comisión Europea desde Bruselas se han encargado de fijar durante meses los límites y exigencias al gobierno que se forme. Por un lado mantener los límites de gasto público para cumplir con la reducción del déficit, para lo que Bruselas exige un ajuste de 15.000 millones de euros. Y por otro, mantener las reformas laboral y especialmente de las pensiones, el “factor de sostenibilidad”, la revalorización del 0,25% al margen del IPC y abrir el sistema a las pensiones privadas.
Hay un tercer factor, al que podríamos llamar el “factor X” por el silencio con el que se rodea, que forma parte sustancial de las exigencias programáticas del hegemonismo norteamericano para España.