Iberdrola amenaza con no invertir en España

¡Que se vayan todos!

Para robarnos a todos si son españoles. Pero cuando repasan sus beneficios se vuelven "británicos" o "estadounidenses".

«¡Que se vayan todos!». Con ese grito, el pueblo argentino se levantó contra una élite económica y polí­tica que los condenaba a la miseria, ejecutando como sumisos esclavos los más draconianos mandatos del FMI. Ahora, en España, el presidente de Iberdrola, una de las principales eléctricas, acaba de declarar, desde Londres, que «en estos momentos somos más británicos, estadounidenses y mexicanos que españoles», porque allí­ es donde sacan más beneficios. Y anunciando que sus inversiones en España se reducirán a la mí­nima expresión. Son unos vampiros y unos traidores. Se han beneficiado del atraco que el Estado español nos ha impuesto para defender sus privilegios. Y ahora abandonan el barco, dispuestos a aceptar que Washington y Berlí­n desguacen a España si ese es el precio para asegurar sus ganancias.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, acaba de presentar desde Londres, y no desde Madrid, el plan estratégico de la compañía para 2014-2016. «Son mucho peor de lo que cualquiera podría imaginar. Mucho más vendepatrias. Mucho más explotadores»

El año pasado ganaron 2.572 millones de euros. Pero quieren más. A cualquier precio.

¿Dónde está su patria? Donde está su bolsillo. Por eso ahora dicen que “somos más británicos, estadounidenses y mexicanos que españoles”. Porque de allí es de donde proviene el grueso de sus ganancias.

Invertirán 9.600 millones de euros en los próximos tres años. Pero solo un 15% en España. Hace una década era el 75%. Pero ahora España no es rentable.

Se han convertido en grandes monopolios a costa nuestra. El Estado español nos robaba a nosotros mientras alimentaba a Iberdrola.

Nos han impuesto los precios de la luz más caros de Europa. Han falseado las subastas eléctricas prefabricar un inexistente “déficit tarifario”, que ya suma 30.000 millones,y que deberá ser avalado con dinero público, nuestro dinero. Obligándonos a pagar en los próximos años, y solo en concepto de intereses, 6.000 millones, más de lo que cuesta actualizar las pensiones.

Para eso, para robarnos a todos, si son españoles. Pero cuando repasan sus beneficios se vuelven “británicos” o “estadounidenses”.

Sánchez Galán ha retratado con sus obscenas declaraciones la sustancia de una oligarquía que ha aceptado la intervención de Washington y Berlín, aunque eso suponga degradar el país y condenarnos al paro o la miseria a la población, a cambio de que el imperio les permita seguir forrándose en otros países.

Son mucho peor de lo que cualquiera podría imaginar. Mucho más vendepatrias. Mucho más explotadores.

Desde hace más de dos siglos, esta oligarquía, sumisa al imperio de turno y sin voluntad política alguna pero feroz frente al pueblo español, explotándolo hasta límites inverosímiles, es peor que una condena. Ya va siendo hora de librarnos de ella.