ETA anuncia que disuelve "completamente todas sus estructuras" y cierra "su ciclo histórico y su función"

Que no ganen el relato. Que no justifiquen el fascismo

La organización terrorista ya desarmada comunica por carta a diversas organizaciones y agentes vascos que su ciclo ha terminado pero que «el conflicto con España» no, porque «no comenzó con ETA y no termina con el final del recorrido de ETA»

Quienes ahora nos dicen que “el olvido no es traición”, y proponen “el derecho al olvido” como única vía para “cerrar heridas” están trabajando para rebajar nuestras defensas ante el fascismo. ¿Hay que olvidar que Franco fue un dictador fascista? ¿Entonces por qué tenemos que olvidar que el único objetivo de ETA fue imponer un viscoso fascismo, donde quien no comulgara con los delirios etnicistas era perseguido, acosado, empujado al exilio o asesinado?Vamos a empeñarnos en recordar, a todas las víctimas, a todos los antifascistas que se enfrenaron al terror, porque son los héroes de esta historia.

ETA ha sido derrotada. Nunca más va a existir. ETA está desarmada, no tiene activistas. Los presos de ETA buscan una salida personal a su situación de encarcelados. Gran parte del arsenal de ETA ha sido entregado, otra parte está oxidado, y prácticamente no hay brazos con voluntad y decisión para empuñar las armas. No hay ningún intelectual, con el prestigio público de serlo, con interés para hacer una defensa pública de su pasado o de su presente. No hay medio de comunicación de masas que respalde la acción de ETA. La iglesia vasca pide perdón para haber colaborado durante 50 años con la ignominia de ETA, por lo tanto no hay ya sermón público que consuele el pecado de colaboracionismo. Ya no hay financiación exterior.

Ahora, ETA anuncia su disolución. El cadáver de ETA empieza a ser diseccionado en la mesa de los forenses. Los mismos que anuncian el fin de ETA están muertos.

Por lo tanto, ya no debemos de hablar del muerto ni de los que cuidaron su cuerpo y su alma. Está muerto y semienterrado. Como los difuntos que no tienen nadie que los cuide, ni tan siquiera un sacerdote que les dedique una oración.

Pero hay un asunto de vivos: ganar el relato para la revolución, la paz y el entendimiento.

Es en la forma con la que valorar lo que ha sucedido en los últimos cincuenta años, en lo que debemos recordar u olvidar, donde está ahora la verdadera batalla. Porque, encima del cadáver de ETA, intentan vendernos un relato que borra y oculta el fascismo, lo justifica o lo edulcora.

Quienes llaman a “construir una paz sin vencedores ni vencidos” están diluyendo la línea de demarcación con el fascismo. No se hubiera consentido que tras la IIª Guerra Mundial no quedará meridianamente claro que los nazis habían sido vencidos y derrotados.

Quienes ahora nos dicen que “el olvido no es traición”, y proponen “el derecho al olvido” como única vía para “cerrar heridas” están trabajando para rebajar nuestras defensas ante el fascismo. ¿Hay que olvidar que Franco fue un dictador fascista? ¿Entonces por qué tenemos que olvidar que el único objetivo de ETA fue imponer un viscoso fascismo, donde quien no comulgara con los delirios etnicistas era perseguido, acosado, empujado al exilio o asesinado?

Vamos a empeñarnos en recordar, a todas las víctimas, a todos los antifascistas que se enfrenaron al terror, porque son los héroes de esta historia.

Vamos a empeñarnos en recordar que lo que se quiso imponer sobre la sociedad vasca fue un reaccionario fascismo étnico, que quienes se presentaban como “abertzales” -patriotas vascos- recibieron el apoyo de quienes querían sojuzgar Euskadi y dividir y dominar España.

Vamos a empeñarnos en combatir todas las ideas y valores que han justificado el fascismo, y a quienes las difundieron, hasta que no quede de ellas piedra sobre piedra.

No vamos a permitir que se utilice el funeral de ETA,ya definitiva y felizmente difunta, para vendernos un relato que es una estafa, donde se borra de nuestra memoria el fascismo, a quienes lo ejecutaron y a quienes se beneficiaron de él.