Pasan tres meses de la mayor catástrofe de la historia reciente de España. El 29 de octubre la dana derramó en 24 horas casi 500 litros por metro cuadrado. Dejando 223 muertos y 34.000 inmuebles dañados entre 80 poblaciones.
Sin embargo, y cuando las necesidades y gravísimos problemas de los vecinos de las zonas afectadas están muy, muy lejos estar resueltos, el foco de atención mediática tiende a decaer rápidamente.
Hablamos con Dolores Minuesa, del ejecutivo de Unificación Comunista de España en el país valenciano y vecina de Masanasa, una de las poblaciones de la zona cero de la catástrofe
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¿En qué les ha cambiado la vida diaria y en medio plazo?
La vida diaria ha cambiado totalmente. Seguimos viendo barro y lodo por muchas de las calles, muchos locales comerciales y bajos llenos de barro, garajes que están vaciando la UME, en algunos lugares aún tenemos coches apilados … La tragedia de la Dana es imposible olvidarla.
¿Qué sigue haciendo falta?
Además de seguir quitando todo el barro y lodo de las calles, es urgente recuperar un alcantarillado a la altura de las necesidades que tiene la zona; las obras necesarias en institutos, colegios, puentes que a día de hoy están cerrados sin un plan aprobado, donde los alumnos han quedado desplazados a otras poblaciones; tener unos polígonos sin montones de coches apilados y con peligro de incendio, como ya ha sucedido y sin montañas de lodo…. Y muchas, muchas cosas más. Las necesidades de las zonas afectadas están muy lejos de estar ni siquiera medio resueltas.
¿Qué no ha cambiado aún realmente?
No ha cambiado realmente poder salir del fango y todo lo que conlleva para muchos poder mirar con esperanza al futuro. Cada calle que visites te recuerda la dana porque en todas y en cada una de ellas continua habiendo barro, bajos y comercios destruidos.
¿Cuáles son las necesidades mayoritarias ahora mismo y más imprescindible para la mayoría?
Las necesidades mas imprescindibles son que lleguen las ayudas económicas prometidas ya y que realmente sirvan para poder reiniciar un negocio, una empresa, comprarte un coche, reforzar los ambulatorios y hospitales con atención mental (psiquiatras, psicólogos, etc…). Exigimos que la gente pueda volver a la normalidad en mejores condiciones que cuando empezó y por supuesto sin tener que endeudarse.
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“Necesitamos salir del fango para poder mirar con esperanza al futuro”
¿Cuál es el panorama en cuanto a lo laboral y por ejemplo hacer compra en el pueblo?
En cuanto a lo laboral, mucha gente no se ha podido incorporar todavía a su trabajo, ya que su empresa continua cerrada. En cuanto a poder comprar, ahora ya en cada pueblo hay un Mercadona abierto, pero el 90% del comercio local continua cerrado.
¿Qué papel están jugando las instituciones y aseguradoras o consorcio de seguros?
El papel de aseguradoras y consorcio de seguros -ahora, a dos meses y medio de la dana- deja mucho que desear, por decirlo suavemente. La mayoría de los damnificados continúan aún sin haber recibido las ayudas. Esto explica porque hay tanto comercio y empresas cerradas. Luego, en algunas aseguradoras existe mucha burocracia, pocos funcionarios y trabajadores sociales.
¿Cómo se ha organizado la gente del pueblo y cómo habido variando?
La gente del pueblo hasta donde yo se, no se ha organizado, se ha sumado a los muchos voluntariados que nos han venido de Valencia de otros pueblos de España y hasta del extranjero. Desde aquí quiero agradecer su labor ya que los voluntarios son los primeros que vinieron, los que siguen ahora sin ir mas lejos con la cabalgata de reyes con el voluntariado de la Cantina de Russafa que han llegado a ocho pueblos de L’Horta Sud, devolviendo la sonrisa y la ilusión a muchos niños.
“Solo podremos respirar tranquilos cuando veamos que todos los pueblos afectados … estuviésemos fuera de peligro de ninguna inundación”.
¿Qué servicios básicos se han recuperado y cuales no?
Los servicios básicos que se han recuperado son los ambulatorios, el ayuntamiento, la biblioteca y algunos bancos han abierto al público otros continúan dando servicios en furgonetas, en Massanassa tenemos instituto pero el colegio está para demoler. En Catarroja son varios los colegios cerrados también el instituto, la Seguridad Social. Contamos con un servicio de buses y el tren de cercanías de RENFE que van repletos de gente y a veces ni paran, no han aumentado la flota, ni tienen en cuenta que somos muchos los que nos hemos quedado sin vehículo y para llegar al trabajo necesitamos coger transporte público.
Verdaderamente solo podremos respirar tranquilos cuando veamos que todos los pueblos afectados, en el caso de que viniese otra dana de iguales dimensiones estuviésemos fuera de peligro de ninguna inundación.