Puigdemont y Torra contra el gobierno de Pedro Sánchez

La extraña pinza

A Puigdemont y Torra el avance de la mayoría progresista, en el conjunto de España y en Cataluña, les produce urticaria

Desde algunos políticos y medios conservadores se nos presenta la falsa imagen de unas élites independentistas que “han colocado al gobierno central de rodillas” y le han arrancado “cesión tras cesión”.

La realidad es exactamente la contraria. Las élites independentistas encadenan retroceso tras retroceso. Ejemplificado en un gobierno de Torra que no ha tomado ni una sola decisión que vulnera la Constitución, y que se ha visto obligado a entablar un diálogo con el gobierno central limitado a “temas autonómicos”, como inversiones o competencias.

Ha quedado demostrado en la primera jornada del juicio contra los políticos independentistas. Hace meses se anunciaba que Cataluña se incendiaría en ese momento. La realidad ha quedado reducida a algunas modestas movilizaciones.

Ni a Puigdemont ni a Torra le ha interesado nunca un gobierno progresista en Madrid. La “caverna de Waterloo” presionó para intentar que no prosperara la moción de censura presentada por Pedro Sánchez. Y ahora se ha unido a la ofensiva contra su gobierno.

Con Quim Torra presentando un documento de 21 puntos, con la autodeterminación como condición excluyente, difundiendo la falsa idea de que el gobierno de Pedro Sánchez lo aceptó como base para una negociación. O presionando para imponer el voto negativo a los presupuestos, sabedores de que ello dinamitaría la legislatura.

A Puigdemont y Torra el avance de la mayoría progresista, en el conjunto de España y en Cataluña, les produce urticaria. Porque esa mayoría defiende la unidad y se enfrenta a los recortes que ellos han ejecutado.