La pandemia ha puesto en tensión nuestro sistema de salud poniendo de manifiesto una sanidad agujereada tras una década de recortes. Los recortes presupuestarios y de personal jibarizaron la sanidad pública española, una de las mejores del mundo, en beneficio de los consorcios privados de salud. Este proceso de degradación y privatización se dio de forma especialmente aguda en dos comunidades autónomas: Madrid y Cataluña. ¿Cual ha sido el monto de esta factura? ¿ Cómo recuperar toda la capacidad del sistema público de salud? Marciano Sanchez Bayle, pediatra y presidente de Federación de Asociaciones para la defensa de la Sanidad Pública nos da las claves.
La pandemia ha puesto en tensión nuestro sistema de salud. Las medidas de confinamiento se tomaron para evitar nuevos contagios pero sobre todo para evitar el colapso del sistema sanitario. ¿Cual es “diagnostico” de nuestro sistema de salud?
El sistema sanitario español tiene un gran reconocimiento internacional porque tiene cobertura universal, gratuidad en el momento del uso, excepto en la prestación farmacéutica, y una potente atención primaria. Sin embargo ha sido sometido en los últimos 10 años a un proceso de recortes, deterioro y privatización que le han debilitado de manera muy importante, con muchas diferencias entre las distintas CCAA, así como un elevado gasto farmacéutico, pocas camas hospitalarias y pocos profesionales de enfermería
El sistema sanitario español tiene un gran reconocimiento internacional
Las dos CCAA con mayores problemas por el Covid19, Cataluña y Madrid, han sido precisamente las comunidades donde mas se recortó la sanidad ¿Cual es el monto de “factura” de los recortes y privatizaciones?
Los datos que tenemos son parciales, pero por ejemplo entre 2010 y 2018 se cerraron 12.000 camas en el conjunto del país, España es de hecho uno de los países con menos camas por cada mil habitantes de Europa, disminuyeron entre 30 y 50.000 los trabajadores del sistema sanitario público y se incrementó de manera lenta pero continuada la privatización. Otra vez más con grandes diferencias entre las comunidades autónomas.
Pero además esta el caso de las residencia de mayores, de las que el 72,9% de las plazas están en manos privadas en todo el país, generalmente propiedad de empresas de capital riesgo que han deteriorado las condiciones buscando la mayor rentabilidad económica.
Ahora lo estamos pagando, en muertes por supuesto, en dolor y sufrimiento y también con una gravísima crisis económica y social
¿Se debería invertir mayor presupuesto en la salud pública ante la amenaza de nuevas epidemias de enfermedades contagiosas?
Parece obvio, en España existe una Ley General de Salud Pública de 2011 que nunca se desarrolló, y en general los dispositivos de salud pública están infradesarrollados en todas las comunidades autónomas, como siempre en algunas la situación es peor, como en Madrid. Sin una potente Salud Pública el manejo de estas crisis sanitarias será muy complicado.
Los seguros privados de salud han declarado que no cubren el coronavirus por ser una pandemia. ¿Se ha puesto la sanidad privada de perfil?
Bueno, a mi no me gusta hablar de “sanidad privada” porque la sanidad solo puede ser pública, lo otro son servicios sanitarios privados. El sector privado, por su propia lógica busca el mayor beneficio posible con el menor riesgo, y esta pandemia lo ha vuelto a demostrar. En general han procurado ponerse de perfil y atender al menor numero posible de enfermos con covid19. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid el 27 % de las camas hospitalarias son privadas pero durante la pandemia han atendido sólo al 10% de los enfermos. El esfuerzo principal, en numero y en gravedad de los enfermos atendidos ha quedado en manos de la Sanidad Pública.
Durante la epidemia la Atención Primaria ha jugado un papel fundamental ¿Qué papel debe jugar la atención primaria? ¿Cómo recuperar su carácter comunitario?
Durante la epidemia la Atención Primaria, allí donde ha seguido funcionando, ha jugado un papel fundamental a la hora de atender la demanda de enfermedad, diagnosticar nuevos casos, controlarlos en los domicilios o informar a las familias sobre medidas para evitar contagios. Desde los Centros de Salud se ha atendido a pacientes en residencias de mayores, y mantenido las consultas telefónicas y presenciales para diagnosticar, informar y tranquilizar a la población. Este nivel asistencial ha demostrado su capacidad para acercar los servicios asistenciales a la población y gracias al conocimiento de los antecedentes personales, familiares y de su historial clínico, garantizando una atención cercana y segura las personas y familias que forman la comunidad.
La Atención Primaria ha jugado un papel fundamental durante la epidemia
Pero para que pueda funcionar adecuadamente se precisa reforzar su papel en el sistema sanitario, aumentado su presupuesto hasta el 25% del total sanitario; el personal, sobre todo el de enfermería, potenciando la enfermería comunitaria, y otras categorías profesionales como la de psicología, fisioterapia y trabajo social para desmedicalizar las consultas y satisfacer las demandas de la población.
Entre 2010 y 2018 se cerraron 12.000 camas en el conjunto del país
Una renovada atención primaria debería recuperar su carácter comunitario mejorando su coordinación con los hospitales, servicios de salud pública, alerta epidemiológica, recursos sociales, atención a la dependencia e instituciones municipales, con la participación e implicación de la población en el marco de las áreas sanitarias.
La atención primaria debería hacerse responsable de la asistencia a las personas mayores en las residencias, lo que exige que los Centros de Salud donde haya residencias deberían incrementar sus equipos especialmente en enfermería, psicología, fisioterapia y trabajo social.
La falta de suministros médicos ha puesto de manifiesto las debilidades y dependencias de nuestra economía. Sin embargo el papel del centro de farmacia militar durante la pandemia ha sido muy importante ¿Debemos potenciar la fabricación pública de medicamentos promocionando una industria farmacéutica pública?
Esta es una reivindicación que llevamos tiempo señalando ante los problemas de desabastecimiento y abandono de la industria de los medicamentos que consideran no rentables, o mejor dicho, que producen beneficios limitados comparados con los beneficios escandalosos habituales en el sector. Ahora esta mucho mas clara esta necesidad porque juega también un papel estratégico en la respuesta ante una crisis sanitaria.
El gasto farmacéutico es la principal factura de los presupuestos sanitarios públicos. ¿Cómo controlar el aumento de gasto farmacéutico?
Existen muchos mecanismos. De entrada sería importante acabar con la influencia de la industria sobre la formación continuada de los profesionales y delimitar muy bien los conflictos de interés. Luego hay que revisar los sistemas de fijación de precios de medicamentos, favorecer las subastas de medicamentos, fomentar la utilización de genéricos… Desde la FADSP junto con otras organizaciones estamos impulsando una ILP por un precio justo de los medicamentos, que obviamente con la pandemia esta paralizada pero que retomaremos en cuanto se supere esta. Por otro lado esta el tema de la limitación de las patentes que es mucho mas complejo porque precisa acuerdos internacionales, pero que debe de abordarse seriamente