Televisión

Problemas psicológicos convertidos en espectáculo

Un equipo formado por seis psicólogos anuncia la pretensión de aplicar en 50 minutos de televisión, terapias que en el mejor de los casos tienen una duración de tres meses. ¿Nos encontramos frente a una televisión de utilidad social? ¿O por el contrario asistimos a una estafa digna de curanderos iluminados, que se aprovechan de los problemas de la gente para convertirlos en un rentable espectáculo?

El “aciente” entra en un espacio cúbico de color rojo, se encuentra rodeado de pantallas que muestran imágenes a las que le cuesta enfrentarse, con la única compañía de una voz en off. En este inquietante escenario se encontraba ayer Javier, que perdió a sus dos hijos, a su nieto y a su nuera en el accidente de Spanair del pasado 20 de agosto en Madrid. Una persona destrozada, que se sentaba frente a una cámara con la esperanza de que lo que le habían prometido fuera verdad. Después de un doloroso espectáculo audiovisual, aderezado con unas pequeñas pinceladas de teoría de la Gestalt y conductismo, la “terapia” había concluido. Javier les dijo a sus hijos todo lo que se le había quedado en el tintero, para poder pasar página. Lloró, se desahogó, mientras contemplaba imágenes de aquellos nefastos días. Eso fue todo.Lo más “curioso” es que con esta cuanto menos controvertida terapia, se pretenden tratar casos tan dispares como el de una mujer maltratada por su pareja y por su padre, y el de una joven con fobia a las cucarachas. Un mismo patrón sirve, según los particulares expertos del programa, para curar en 50 minutos lo mismo un roto que un descosido. Telecinco se aprovecha en “La Caja”, de las carencias de un deficiente sistema sanitario público, en materia de psicología y psiquiatría. La gente con problemas de este tipo, desgraciadamente mucha, se ve obligada a recurrir a estas terapias “milagrosas” por pura impotencia. Ante la ausencia de referentes científicos, la mayoría de los espectadores nos tenemos que conformar con creer en este tipo de técnicas que profetizan los susodichos expertos.La realidad es que el “experimento” le salio muy bien a la cadena. Los “pacientes” es probable que salieran con sus mismos problemas, y con una dosis gratuita de lágrimas en directo, pero la cadena arrasó en audiencia, lo que le proporcionará sustanciosas cifras de ganancias.