La Compañía de Teatro Yeses del centro penitenciario de Alcalá de Henares ha sido galardonada con el Premio Max al Aficionado a las Artes escénicas 2017.
Entrevista a Elena Cánovas. Directora de la compañía Teatro Yeses
Trabajando como funcionaria de prisiones en el año 1985 Elena Cánovas creó el grupo de teatro YESES, en la cárcel de mujeres de Yeserías, que forma parte de un proyecto de reinserción y reeducación social. Desde entonces dirige esta especial compañía de teatro en la que han actuado más de mil mujeres.
Enhorabuena por el merecido Max después de tres décadas de trabajo y más de mil mujeres que han pasado por la compañía. ¿Qué balance hace del recorrido de la compañía?
Estamos muy contentos. Se ha puesto el foco en la cárcel y considero que es algo maravilloso.Es un logro colectivo, sin el apoyo de las instituciones tampoco habría sido posible, sin el apoyo de la prisión, de la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias y sobretodo sin el apoyo de la Dirección General de la Mujer que ha patrocinado a Yeses y nos ha permitido actuar en el exterior.
Esa comunión con el público será fundamental para ellas. ¿ Qué significa para ellas el aplauso, el reconocimiento del público?
Claro. Se han abierto las puertas de las cárceles en el sentido de que ahora hay más permisos de salida, más actividades con el exterior, trabajamos también con actores de exterior que les enseñan el oficio…el preso se resocializa si verdaderamente le dejas respirar en sociedad. Si le tienes amarrado el preso acumula rencor hacia la sociedad. Son chicas desorientadas con faltas de recursos y desarraigadas. Piensan que las cosas son inmediatas sin esfuerzo personal pero el teatro les hace madurar porque el teatro es duro, tienen que memorizar y aprender a convivir.«Te pueden quitar la libertad física pero no la libertad de pensamiento»
¿Es el teatro una isla de libertad para las presas?
Claro que sí porque es un espacio de creación y la creación es libre. El teatro es muy absorbente, o lo abrazas o lo dejas no cabe termino medio. Para ellas es un reto importante porque actuamos en escenarios importantes. Actuamos por ejemplo durante dos meses en el Forum de las Culturas de Barcelona en Congresos en Berlín, en universidades… Para ellas es mágico. Te pueden quitar la libertad física pero no la libertad de pensamiento. Este es un aprendizaje liberador.
Este es un teatro de mujeres. ¿Cómo afecta en vuestro repertorio y en los contenidos de vuestro teatro?
Somos mujeres feministas y este es un grupo cañero. Elaboramos textos y criticas contra el machismo tanto el que está a flor de piel como el que no se ve. Hacemos dos giras, una en marzo con ocasión del Día Internacional de la Mujer y otra en noviembre por el 7N contra la violencia de género. Ahora vamos a estrenar un texto propio: “ Ahora que vamos deprisa vamos a contar verdades” y hay unos sketchs muy divertidos pero también muy críticos. Tratamos de transmitir los valores de la mujer y pelear por la igualdad.
Usted es funcionaria de prisiones. ¿ Cómo puede el teatro ayudar a la reinserción social? ¿ A que dificultades os habéis enfrentado?
Cuando entré como funcionaria de prisiones todavía en las cárceles había restos del franquismo,la institución penitenciaria no ha sido precisamente un camino de rosas. En “Mal Bajío” denunciábamos la situación de las mujeres en las cárceles entonces. Fue muy rompedor y polémico.«El preso se resocializa si le dejas respirar en sociedad»
El Teatro Yeses ha sido casi un milagro porque siempre ha habido alguien con sensibilidad que ha estado en un puesto clave para apoyarlo. Claro que siempre ha habido muchas resistencias, tenia que negociar con los jueces para que autorizasen los permisos de salida de las presas…La primera salida en el Centro Cultural de la Elipa fue de película. Acordonaron el edificio de teatro, la policía no querían quitarles las esposas ni para actuar.
Hoy las cárceles han cambiado mucho pero tienen que mejorar todavía. El único castigo que impone el juez es la privación de libertad, pero la sociedad tenemos el deber de dar formación a estos presos que en su mayoría no han tenido las misma posibilidades. La cárcel también es una institución de todos que forma parte de la sociedad y nos debería preocupar a todos desde el punto de vista de la justicia social. Cuando actúan las Yeses la cárcel está fuera y eso es muy bueno también para el público. Mi experiencia en que todas estas chicas se han integrado en la sociedad y han desarrollado una sensibilidad especial y la mayoría no ha vuelto a la cárcel
Un milagro que sin la fortaleza de estas mujeres nunca habría sido posible.
Hicimos una terapia de maltratadores y en esa terapia ellas interpretaban papeles masculinos y se puso en escena como el hombre razona la violencia. Todas estas mujeres han tenido un maltratador al lado, puede ser un hermano, no necesariamente un novio. Y aunque no lo verbalicen lo viven y lo transmiten en escena. Son mujeres que han vivido intensamente; tienes que romperlas y desinhibirlas porque algunas de ellas son un torrentes y brillan en el escenario con luz propia.
————————————————–
Teatro YESES nace en la antigua cárcel de mujeres de Madrid Yeserías en 1985, pasando unos años más tarde a la prisión de Carabanchel Mujeres. Actualmente tiene su sede en el Centro Penitenciario de Madrid I Mujeres en Alcalá de Henares. Elena Cánovas dirige este taller que, desde su inicio en 1985, quiso parecerse a los grupos del “mundo libre”.
Desde entonces han realizado alrededor de 50 montajes teatrales, han desarrollado sus propios textos como Mal Bajío, La balada de la cárcel de Circe o Ahora que vamos deprisa, vamos a contar verdades y han emprendido giras por todo el mundo. Entre ellas, destaca su participación en el Encuentro Europeo de Teatro y Prisión, celebrado en Berlín en el año 2000. Además, esta experiencia fue retratada por la realizadora Belén Macías en su opera prima El patio de mi cárcel.
Teatro YESES cuenta con el accésit al Premio Calderón de la Barca, Premio Dionisos de Teatro a proyectos teatrales de gran repercusión social, otorgado por UNESCO en 2007 y el Premio Mujeres en Unión 2008, concedido por la Unión de Actores, entre otros. Además, la labor de Elena Cánovas ha sido reconocida con la Medalla al Mérito Penitenciario en 1997.