Los Presupuestos presentados saldrán adelante con pequeñas enmiendas. ¿Son los que necesitamos? ¿A qué sectores benefician, a qué proyectos atienden?
Los Presupuestos que hacen falta deberían atender a tres frentes:
Un plan de urgencia para cubrir las necesidades inmediatas que genera la crisis de la Pandemia, tanto en lo personal como para las empresas.
A revertir los recortes de la década anterior fortaleciendo la sanidad, la educación, la dependencia familiar, blindando pensiones y con un plan de choque para abaratar la vivienda.
Y a un plan estratégico que atienda a reindustrializar el país, creando empleo productivo, poniendo los raíles para acabar con las grandes dependencias, atendiendo en este proceso a la España vaciada.
Y hay que conseguir financiarlo sin tender al endeudamiento público. Generando riqueza y empleo en cada paso.
1 – Plan de urgencia y medidas inmediatas
1.1 Plan de rescate familiar
Los Presupuestos presentados incluyen un enorme gasto social y esto hay que apoyarlo. Se dota de presupuesto por primera vez la Ley de Dependencia o el Ingreso Mínimo Vital. Y se incrementan todas las demás partidas (sanidad, educación, pensiones, igualdad…). Es el mayor presupuesto social de la historia. Merece por ello un apoyo cerrado.
Ahora bien, esto no genera riqueza, es gasto. Como este próximo año llegará un dinero de Europa (27.000 millones) el Gasto Social no incrementará significativamente la Deuda Pública; pero si se quiere mantener ese nivel de gasto en futuros presupuestos sí que produciría un incremento de la Deuda del Estado, a no ser que aumenten los ingresos. Este Gasto Social sólo será sostenible en el futuro con una Reforma fiscal progresiva que, haciendo que pague más quien más gana, garantice mayores ingresos públicos.
Sin embargo para el aumento de la recaudación se ha tomado ese camino en un porcentaje mínimo: El IRPF sube para unos pocos contribuyentes de rentas altas, por encima de 200.000 euros, lo que afectará a un 0,16% del total de los declarantes. Y en cuanto a las empresas filiales de los grupos empresariales que hasta ahora no pagaban impuestos, se les fija un 5% sobre beneficios.
Por contra, no se tocan las ganancias de los monopolistas españoles y extranjeros, ni los intereses de los grandes financieros e inversores. El Impuesto de Sociedades aporta sólo el 7% de los ingresos del Estado, el de Patrimonio un 1%, las rentas del capital invertido otro 1%, y las de la propiedad un 2%. El 89% restante sale de las cotizaciones a la seguridad social, del impuesto de la renta de los trabajadores, y de los impuestos indirectos (IVA, …) que paga toda la población.
Una medida básica que no contemplan los Presupuestos es la imprescindible bajada del IVA que hoy gravan con un 21% los consumos básicos de agua, luz y gas y la conexión a internet. Estos impuestos indirectos vacían los bolsillos de los trabajadores en consumos básicos obligados. En Portugal el IVA se ha reducido al 17%.
Ningún parado sin subsidio
Ningún parado sin subsidio y ningún subsidio sin empleo productivo o de interés social, debería ser un objetivo básico de los Presupuestos.
Los PGE presentados garantizan el dinero para poner en marcha de forma real el Ingreso Mínimo Vital. Ahora bien, esta ayuda debería asociarse a un trabajo y un curso de formación.
Aunque desde la derecha se ha criticado esta ayuda, todo lo necesario para cubrir el 100% del IMV son apenas 3.000 millones. Recordemos que la estimación del fraude fiscal en España es de 40.000 millones y que el Sindicato de Técnicos de Hacienda eleva el cálculo a 91.000 millones.
El útlimo informe de Intermón Oxfam aclara que a finales de 2019 sólo las empresas del Ibex 35 mantenían 740 filiales en Paraísos fiscales.
Recaudando tan sólo una cuarta parte del Fraude Fiscal, permitiría disponer de entre 10.000 y 24.000 millones para un basto plan de subsidios y creación de empleo. Suficiente para que todo parado trabajase cobrando al menos media jornada en ocupaciones productivas o de interés social. Y con un programa de cursos, de capacitación, para facilitar su transformación en trabajadores más cualificados.
Un plan de este tipo revertiría además en un mayor consumo interno en el país, beneficiando especialmente al tejido productivo de Pymes. Porque no atender a cubrir todo esto emprobrece además a otra parte de las familias que deben desviar parte de sus salarios o pensiones para ayudar a quien no tiene empleo.
1.2 Plan de urgencia para autónomos y pymes
Es necesario crear un marco estable a medio plazo para que las empresas, comercios… puedan hacer sus números y planificar su salida de la crisis.
Urge fijar la prolongación de los ERTES para todos los sectores sometidos a restricciones de apertura, aforo, horario…. Y la exención de la seguridad social debe ser proporcional al ERTE. Un trabajador que no realiza ninguna hora no puede, como ocurre actualmene, cotizar un 15%.
Debe eliminarse de las grandes superficies de alimentación la venta de libros, música, material de ferretería… para proteger al pequeño comercio (medida adoptada en Francia). Y obligar a las multinacionales de venta por internet a pagar a los repartidores de sus productos de acuerdo a la relación laboral que objetivamente mantienen.
Del consumo de energía de las empresas debe eliminarse las diferentes tasas e impuestos que elevan su precio. Las PYMES que fabrican mercancías deben tener un apoyo mucho mayor del que fijan los actuales presupuestos. El Programa de Reconversión y Reindustrialización contará en 2021 con 665 millones de euros, y con 600 millones el Fondo de Apoyo a la Inversión Industrial Productiva. Específicamente para las Pymes aún hay menos, solo 414 millones. Y teniendo en cuenta que uno de los grandes problemas de nuestro tejido productivo es que exportamos a muy pocos mercados, ICEX España Exportación e Inversiones, organismo para impulsar la internacionalización de las empresas, dispondrá sólo de 91 millones.
Unas cantidades totalmente testimoniales porque tres de cada cuatro puestos de trabajo los generan los autónomos, Pymes y empresas de menos de 250 trabajadores. Así que hay que defender que en esa proporción perciban las inversiones.
2 – Revertir los Recortes anteriores
Los PGE presentados incluyen una subida notable en los principales servicios recortados en la década anterior, en sanidad y educación especialmente. Pero también aquí falta una vinculación con la economía productiva. El mayor gasto sanitario lo es en medicamentos. Y no aparece ni objetivo ni mecanismos para abaratarlo, favoreciendo por ejemplo la fabricación de genéricos en España, el aprovechamiento de las inumerables patentes que crean nuestros laboratorios y universidades, o el fortalecimiento de una medicina preventiva que reduzca las enfermedades.
Capítulo aparte merece la vivienda. El parque público de viviendas en alquiler es absolutamente insuficiente en España. Cuanto mínimo la mitad de un sueldo -y hasta el 100% en las grandes ciudades- se lo lleva la renta de un piso. Imposibilita a los jóvenes acceder a la vivienda, fuerza a compartir casa a varias familias o directamente expulsa a los trabajadores de vivir en algunas ciudades, alejándoles de su puesto de trabajo. El presupuesto destinado a este capítulo, 2.235 millones, es muy escaso para el volumen de casas necesario.
Debería crearse una empresa estatal de vivienda, coordinada con ayuntamientos, para un plan de compra, rehabilitación y construcción de edificios y su puesta en el mercado de alquiler a precios ligados al Salario Mínimo Interprofesional (vivienda a un tercio y dos tercios, según tamaño del SMI). Los ingresos de esos alquileres públicos servirían una vez puesta en marcha para financiar esa Empresa Estatal de Vivienda. Además esta oferta repercutiría en el mercado bajando los precios privados.
El ahorro del gasto superfluo de los diferentes organismos e instituciones públicas podría suponer la entrada necesaria para financiar el arranque de este plan de vivienda. Baste apuntar uno de los últimos escándalos conocidos: 1.640 euros de dieta cobran 21 alcaldes por asistir al pleno mensual de la Diputación de Barcelona, ¡cuya duración media este año ha sido de 21,6 minutos!, tratándose además los asistentes de cargos públicos con sueldos ya muy por encima de la media.
Esa cifra ya supone casi medio millón de euros al año, más 2,5 millones en asesores en esa institución… solo esto ya daría para comprar o construir unas 20 viviendas y ofrecerlas en alquiler social… Con un ahorro en esas proprociones en los gastos superfluos de las 17 comunidades autónomas, en los 200 mayores ayuntamientos, las 52 diputaciones y los centenares de empresas publicas, consorcios y otros estamentos equivalentes, sería fácil acumular otros 2.000 millones anuales. Hablamos de poder financiar así otras 15.000 viviendas en un año.
3 – Atender a lo estratégico
Aunque en cada capítulo de los Presupuestos hay un incremento del dinero disponible, faltan los elementos que orienten la inversión para crecer en industria, investigación, Pymes… Un plan estratégico para reindustrializar el país, y para romper la dependencia política y económica que limita nuestro desarrollo.
La Pandemia ha dejado muy claro la debilidad de España en cuanto a su dependencia del turismo (15% del PIB), y de una sola rama industrial, la del automóvil (10% del PIB), en manos del capital extranjero.
Los PGE destinan 11.167 millones para Industria y Energía; pero la mayor partida se la quedan los monopolios eléctricos que en varias partidas reciben 3.400 millones de euros del Estado. Otros 1.057 van a turismo y otra cantidad importante al sector del automóvil. Se incide en el problema de invertir en muy pocos sectores, cuando lo que necesitamos es diversificar el tejido productivo y aumentar el peso de la industria hasta el 20% del PIB. (actualmente está en un 16% de media en España).
Y no es cierto que no haya tantos recursos como son necesarios para un Plan de Reindustrialización.
Ante los fondos que se anuncian provenientes de Europa, 140.000 millones de euros, la patronal CEOE ha exigido que dos tercios de esos millones por llegar vayan a parar a manos de Bancos, Monopolios y Grandes empresas, cuando éstos sólo crean uno de cada cuatro empleos en España. Ese volumen de dinero invertido adecuadamente es suficiente para una reconstrucción económica del País, pero es que hay muchos más recursos.
Entre las 35 mayores empresas y bancos reprentados en el IBEX han pagado a sus accionistas este año 9.558 millones de euros. Y esto sólo es algo más de la mitad de su beneficio neto… fruto de que la Banca sólo paga en impuestos entre un 6,3% y 7,8% (según la fuente) de sus beneficios, menos de la mitad que los trabajadores o las empresas.
Aún nos quedan 17.000 millones de dinero público en acciones de Bankia, que no se deberían vender sino conservar su equivalente en la nueva fusión con Caixabank y hacer servir el rendimiento de esas acciones en futuros presupuestos.
Pendiente de cobro los 66.000 millones del rescate bancario de la década pasada, que para salir de esta crisis conviene ir exigiendo su devolución.