Si en el Congreso se han presentado y se van a discutir unos Presupuestos Generales del Estado desde la alternativa del PP es porque no se ha formado un gobierno de progreso y se invistió a Rajoy. Esta es la cuestión.
El ministro de Hacienda, Cristobal Montoro ha presentado los presupuestos como los de la “recuperación económica y la creación de empleo”. Pero la realidad de los números es que son unos presupuestos que consolidan la precariedad y los cambios estructurales impuestos por las reformas y recortes de los años de crisis.
Son presupuestos determinados por las exigencias de Bruselas para cumplir con el déficit. Fijado por la Comisión Europea en el 3,1%, significa un ajuste de 14.250 millones de euros.Consolidan la rebaja salarial y de las pensiones. Lo que se presentan como subidas salariales (el 1% para los funcionarios y trabajadores públicos) y de pensiones (el 0,25%), son de hecho rebaja del poder adqusitivo de la inmensa mayoría de la población por la subida del IPC por encima del 2%.
La demostración de que con la reforma laboral y las reformas de las pensiones esta es una política estructural para décadas, si antes no se cambian las leyes.
Mantienen las subidas de impuestos indirectos, el IVA, que recae sobre el conjunto de los ciudadanos y que gravan los servicios de primera necesidad como el agua, la luz o los combustibles. Una realidad que no puede tapar la rebaja del 21% al 10% sobre espectáculos públicos (discotecas, conciertos o los toros); entre otras cosas porque los servicios básicos y otros artículos de consumo castigan de lleno a los sectores con rentas más bajas.
La inversión en infraestructuras sufre el mayor recorte para situarlas en el nivel más bajo de la última década. Se ha tirado de tijera (más de casi 3.800 millones de euros recortados) para cuadrar las cuentas con Bruselas. Un serio hachazo a los proyectos de desarrollo y recuperación de la crisis. Además de provocar un agravio comparativo entre los territorios con una distribución más propia de intereses políticos y de partido que de un proyecto global y de mutuo beneficio entre las diferentes comunidades.
En la misma línea la Investigación, Desarrollo e innovación se mantiene por debajo de hace diez años. Sacrificando a las exigencias de Bruselas lo la Ciencia, un pilar fundamental de cualquier proyecto de futuro basado en la nuevas energías, la modernización y la creación de empleo de calidad.
¿Y qué decir del presupuesto de Defensa? Se aumenta un 32% en el camino exigido por Trump y la OTAN de llegar en esta misma legislatura al 2% del PIB, 20.000 millones de euros en gastos militares.
Podía haber otros presupuestos. Necesitamos, el país necesita otro tipo de presupuestos, pero para eso es necesario otro tipo de gobierno. Que aún no ha podido ser, pero que habrá que hacerlo si no queremos que la precariedad estructural de hoy se quede para décadas.