Tras meses pidiéndolos, Kiev tendrá tanques modernos para defenderse de la invasión imperialista rusa. Una vez que las presiones de la OTAN -especialmente del Pentágono- han superado las reticencias de Alemania, propietaria de los poderosos tanques Leopard, una coalición de países europeos entre la que se encuentra España enviará sus modernos carros de combate, así como EEUU, Reino Unido o Francia lo harán con otros modelos. Se trata de un importante salto en los envíos militares al país invadido, pero sobre todo manda un contundente mensaje político al Kremlin.
Han sido necesarias semanas de reuniones y presiones, en las que incluso el jefe del Pentágono ha abroncado a uno de los principales asesores del canciller Scholz. Alemania -que siempre ha acariciado la idea de que mantener un perfil no muy destacado en la ayuda militar a Ucrania le ayudaría a restablecer las intensas interacciones comerciales con Rusia en un escenario postbélico- se resistía a que sus sofisticados tanques Leopard en manos de diferentes ejércitos europeos pudieran ser enviados a los campos de batalla ucranianos, algo que cruza un Rubicón.
Hasta ahora se había suministrado material defensivo, desde bazokas antitanque a baterías de artillería de última generación. Pero los tanques son una de las «joyas de la corona» de cualquier ejército moderno. El mensaje que se manda a Rusia es contundente e inequívoco, y -a tenor de su airada reacción- así lo han entendido en el Kremlin.
Los más significativos -y los que antes llegarán a Ucrania- son los modernos tanques alemanes Leopard 2, muy superiores a casi todos los tanques que Rusia tiene sobre el terreno. No se sabe el número de los Leopard europeos que se donarán a Ucrania (seguramente no mucho más de un centenar), pero hasta 15 países europeos de la OTAN tienen unos 2.400.
La importancia de estos tanques radica en el componente principal de esta guerra: el dominio terrestre. Si bien se puede frenar y resistir una invasión con infantería ligera y armas antitanque -los Javelin-, para reconquistar grandes áreas de terreno y romper una línea de frente que por parte de Rusia ya está enormemente fortificada, son necesarios tanques. También EEUU enviará sus tanques Abrams, Reino Unido sus Challenger o Francia sus Leclerc, pero la clave son los Leopard 2.
Los Leopard 2 son rápidos, precisos, muy manejables. Consumen relativamente poco combustible, tienen un excelente blindaje contra armas antitanque, y su diseño protege a la tripulación. Pueden combatir de noche y alcanzar objetivos en movimiento a 5 Km. Al haber muchos disponibles de muchos países diferentes, pueden entrar rápido al combate y proveer de repuestos y entrenamiento (solo 3 a 6 semanas) imprescindible para manejarlos.
¿Para qué utilizará Ucrania estos tanques? No es posible saberlo con certeza. Para empezar, antes de que hayan terminado de aprovisionarse de ellos (tardarán meses), se espera una fuerte ofensiva rusa. Si logran contenerla, podría ser el turno de una contraofensiva ucrania, que podría concentrar muchos carros de combate para romper las fortificadas líneas rusas, quizá en el frente de Zaporiyia, tratando de dividir en dos el territorio ocupado por Rusia.
Los analistas militares insisten en que no hay ninguna arma decisiva, y que el envío de tanques no va a suponer en sí mismo ningún factor «milagroso», ni tampoco un salto cualitativo que implique -como sí lo sería el envío de tropas de la OTAN o el uso de armas nucleares por parte de Rusia- un peligro descontrolado de escalada hacia una guerra mundial.