Se cumplen 50 años de los vergonzosos acuerdos de Madrid. En ellos el Sáhara Occidental se deja abandonado a su suerte y arrojado a las fauces de Marruecos. El Sáhara hasta ese momento era un provincia española y el gobierno tenía el compromiso y el deber de garantizar un referéndum para su independencia. Esta acuerdo fue sentida como una traición no solo para la sociedad saharaui, sino también para la sociedad española.
Hablamos con Soukaina Ndiaye, representante de Mujeres Saharauis en Canarias y presidenta de la Asociación Por la Libertad del Pueblo Saharaui (ALPS).
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Durante medio siglo, el pueblo saharaui ha vivido entre el exilio, la resistencia y la espera de un referéndum que nunca llegó. En este aniversario tan simbólico, la mirada hacia atrás es inevitable ¿Qué significa para la comunidad saharaui que se cumplan 50 años de los llamados Acuerdos de Madrid sobre el Sáhara Occidental?
Para el pueblo saharaui es indignante, tenemos indignación pero no miedo. De sobra es conocida para nosotros la pasividad de la ONU, de la corte penal de justicia. Pero también sabemos que si nosotros como pueblo seguimos unidos con esa firmeza, constancia y resistencia. ¡El Sáhara será libre, sino es hoy sera mañana!.
Son 50 años de vivir en un desierto árido donde la gente está en peores condiciones viviendo en los territorios ocupados ilegalmente que en los campamentos de refugiados. En los campamentos la gente tiene necesidades de muchas cosas pero se sienten libre, allí tenemos decisión propia y libertad. Sabemos que mientras sigamos unidos y luchando por nuestra independencia el pueblo saharaui será libre, independientemente de lo que hable Sánchez.
“El Sáhara será libre, sino es hoy sera mañana”
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La ‘Marcha Verde’, o “negra”, como la llamáis vosotros, la huida forzada, la separación de familias y el inicio de la vida en los campamentos marcaron una ruptura histórica que aún hoy se siente. ¿Cómo se recuerda desde la memoria Saharaui aquel periodo marcado por la Marcha Verde y el inicio del exilio?
Como dices, la llamada ‘marcha verde’ es una marcha negra en nuestra historia, porque llegaban personas con familias. Invadieron el territorio, para nosotros fue un shock, el pueblo saharaui es pacífico, no iba a matar a gente, menos mujeres y niños. Justo cuando España se retiraba invadieron el Sáhara y actualmente esos colonos son de los más ricos de Marruecos y tratan a los saharauis como si fuésemos extranjeros.
Con la marcha negra muchos saharauis se escaparon con lo puesto, yo estaba en el sur, estaba en el campamento de refugiados 78, dentro de Mauritania. Pero la situación es horrible, la población saharaui ha sido bombardeada con fósforo blanco, napalm… Eso no ha hecho que bajemos los brazos, empezamos a levantar un campamento, levantar un ejercito, a preparar el campamento (lo campamentos lo llevan mujeres y hombres que no pueden combatir por edad). Lo que hemos construido se ve a día de hoy, se ve reflejado cuando alguien visita un campamento lo que ve es “un Estado” con garantías y derechos.
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No se puede entender aquella ‘Marcha Verde’ sin el papel de EEUU, concretamente de Kissinger, impulsando a Marruecos como un peón en la guerra fría. Y de la misma manera, la actual ofensiva en la que Marruecos propone un plan de autonomía para el Sáhara viene del primer gobierno de Trump, y está relacionada con los acuerdos de Abraham entre Israel y Marruecos. ¿Cómo valoráis el papel de EEUU en el colonialismo marroquí?
Marruecos es solo un cómplice de Estados Unidos, Marruecos no es nadie sin ese apoyo en la sombra. También fue el impulsor del vergonzoso acuerdo tripartito. Por mucho que Trump quiera vender el Sáhara, nosotros no vamos a aceptar ese acuerdo, el pueblo saharaui es firme, es constante y no vamos a ceder un palmo de nuestra tierra.
“Marruecos es solo un cómplice de Estados Unidos, Marruecos no es nadie sin ese apoyo en la sombra”
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España, como potencia administradora en aquel momento, tomó decisiones que condicionaron el destino de generaciones enteras. El debate sobre su responsabilidad sigue siendo central para entender el presente. Desde la perspectiva saharaui, ¿cómo valoran el papel que jugó España en la firma de aquellos acuerdos y en la posterior descolonización frustrada?
La marcha negra fue una traición, las personas olvidamos cosas pero no se debe olvidar a alguien que te haya hecho daño. Como es el caso del rey emérito, que no solo no se arrepiente, no solamente el señor ha robado a los españoles, sino que le vendió el Sáhara a Marruecos de forma vil, involucrando a Mauritania.
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El rey visitó El Aaiún cuando era territorio español los días que estaba negociando y haciendo el acuerdo tripartito. Un acuerdo ilícito anulado desde la ONU y desde la corte penal, no tiene ninguna validez. A España le ha salido más caro la venta y Marruecos se ha ganado todos los recursos del pueblo saharaui, esa es la parte más dolorosas.
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Las recientes resoluciones y posicionamientos internacionales han reconfigurado el panorama político del conflicto, generando inquietud entre la población saharaui. ¿Cómo interpretan la reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que refuerza el plan de autonomía marroquí como base de negociación?
Lo que Marruecos quiere es que seamos una provincia suya, para poder administrar las minas de fosfato y comerciar con los recursos de nuestra tierra. La única negociación admisible es desde la independencia. No vamos a aceptar ser una provincia de Marruecos, es como decirle al pueblo palestino que sea una provincia de Israel.
A pesar de las décadas transcurridas, las demandas históricas del pueblo saharaui siguen vigentes, pero también han evolucionado en un mundo cambiante y cada vez más polarizado. ¿Cuáles son hoy las demandas principales de los saharauis, tanto en los campamentos como en la diáspora, incluido el colectivo residente en Canarias?
El Sáhara es muy rico en recursos, está las minas de fosfato, que es lo que quiere controlar Marruecos, pero también otros recursos como pesqueros. Estamos preparando una campaña grande para pedirle al parlamento europeo que debe respetar el territorio y que no puede negociar con Marruecos sobre los recursos saharauis. Marruecos nunca ha respetado el referéndum del Sáhara Occidental, ni lo respetará.
“Estados Unidos no va a traer ningún acuerdo de paz justo, ya lo hemos visto en Palestina o Ucrania”
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La juventud española ha crecido con menos referencias directas al conflicto y su historia, pero también con acceso a nuevas formas de activismo y solidaridad. ¿Qué le pedirían hoy a la juventud española respecto a la memoria y el futuro del Sáhara Occidental?
Lógicamente hay una generación que no lo ha vivido y a priori no comprenden lo que pasa en el Sáhara. Pero no hay que pedirles nada, cuando conocen el tema, como hemos podido ver en la última reunión del Consejo de Seguridad donde se parte del «plan de autonomía» de Marruecos para el Sáhara, que en realidad es dar luz verde a la ocupación. Han sido los jóvenes los primeros en salir a la calle en Madrid cuando se hizo la concentración en contra el acuerdo Tripartito, la mayoría eran jóvenes.
Y ahora en el viaje que vamos a hacer a Bruselas, les estamos ayudando para que puedan concentrase con nosotros allí en Bruselas. Esta lucha es justa porque lo único que pedimos es nuestro derecho a ser libres.
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De alguna forma, esto hermana aún más al pueblo palestino y al saharaui. ¿Los dos sufren bajo un Estado colonial y opresor que es gendarme militar de EEUU, no?
Estados Unidos no va a traer ningún acuerdo de paz justo, ya lo hemos visto en Palestina o Ucrania, preferimos morir todos antes que vivir bajo una monarquía que no respete nuestros derechos. No queremos menos y lo conseguiremos. Si no somos nosotros, lo conseguirán nuestros hijos y si no nuestros nietos