Ha faltado poco, pero no se ha producido el sorpaso de EH Bildu al PNV. A pesar de perder 4 escaños (pero aumentando 20.000 votos), la derecha nacionalista ha ganado las elecciones. El ascenso de Bildu es más que notable (suma 88.700 votos y 6 escaños) y empata en fuerza parlamentaria con el PNV, algo inédito en la historia de Euskadi.
Pero tal y como vaticinaban las encuestas es el PSE-EE, ta tercera fuerza, la que tiene la llave de la gobernabilidad. La candidatura de Eneko Andueza ha obtenido unos resultados comparativamente buenos, ganando 26.000 votos y dos escaños. A lo largo de toda la campaña los socialistas han afirmado en repetidas ocasiones que no estaban dispuestos a dar la lehendakaritza a Bildu y sí al PNV.
La cuarta fuerza es el Partido Popular, que avanza en 35.000 votos y suma un escaño, obteniendo un total de 7.
La quinta fuerza en el Parlamento Vasco será Sumar, que obtiene un escaño con 34.700 votos, muy lejos de los 72.000 que tuvo Podemos y sus confluencias en 2020. Los morados sacan 23.000 votos pero no tienen escaño
Con menos votos que Podemos, sin embargo la extrema derecha de Vox con 21.200 votos obtiene un escaño, ganando apenas unos 3.000 votos respecto a 2020