El nuevo presidente de Perú, Pedro Castillo, ha anunciado que en el país andino -uno de los más afectados del mundo por la pandemia de la Covid-19- se instalará una planta para la producción de la vacuna rusa Sputnik V. Es el fruto de las negociaciones entre Lima y Moscú, que incluyen además la inminente llegada de 12 millones de dosis de vacunas rusas contra el coronavirus, con las que se podría inmunizar al 50% de la población peruana que falta por vacunar.
Se trata de un claro ejemplo de lo que significa para un país recuperar cuotas de soberanía, en este caso de la superpotencia norteamericana. El nuevo gobierno de Lima, a diferencia de sus antecesores, no está obligado a comprar vacunas norteamericanas y europeas, y puede dirigirse a los «rivales estratégicos» de EEUU -Rusia y China- para llegar a acuerdos ventajosos para el país y para los peruanos
El mandatario peruano también comentó que trabajan por impulsar la economía del país y, para ello, a mediados de septiembre iniciará la entrega de un bono de apoyo familiar de 350 soles por persona (más de 85 dólares aproximadamente) y que beneficiará a más de 13 millones de peruanos. Castillo indicó que prevén realizar una inyección de capital a la economía nacional para crear alrededor de 40.000 puestos de trabajos directos e indirectos.
Otro objetivo del Gobierno peruano es la transferencia de recursos para la creación de 260.000 empleos en todo el país. «Un paquete de inversión pública para reactivar proyectos en proceso de ejecución», comentó.
«Mi gabinete está en constante evaluación. Todos los servidores públicos tienen el deber de trabajar arduamente de manera transparente, sus resultados hablarán por ellos», enfatizó el presidente Castillo al terminar su alocución.