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Permanecen las dudas sobre las reformas de Madrid

Para muchos españoles esta ha sido la semana en la que el Gobierno por fin ha decidido ponerse firme para contener la crisis bancaria que, aunque ha pasado por muchas fases, parece no tener fin.

Sin embargo, mientras ayer se conocían los detalles del cuarto plan de reforma del sector bancario español, el interrogante que se cernía sobre Madrid era si, después de tantas falsas esperanzas, había algo que el Gobierno pueda hacer por recuperar la confianza en los bancos.

Después de que se anunciaran las reformas, la rentabilidad de los bonos españoles volvió a superar el 6%, un nivel considerado insostenible, después de que los analistas expresaran dudas de que el plan de reformas pueda atajar un problema que algunos ya apuntan podría obligar al país a pedir ayuda externa. “¿Será suficiente con esto? seguramente no”, opina Juan Pablo López, analista bancario de Espirito Santo.

Según el último plan, los bancos deberán destinar otros 30.000 millones de euros para provisionar créditos al sector inmobiliario, no sólo a los activos que se habían declarado problemáticos, como hasta ahora. A los bancos que no sean capaces de alcanzar estar provisiones se les obligará a solicitar créditos al Gobierno a un elevado tipo de interés para cumplir este objetivo.

Las entidades tendrán además que repartir estos activos en nuevas sociedades antes de finales de año para gestionarlas y venderlas lo antes posible, un plan que el Ejecutivo espera atraiga capital privado para poder reinvertirlo en el sector inmobiliario del país cuando los precios hayan caído lo suficiente.

Las expectativas de que el Gobierno elaboraría un plan de protección de activos para financiar las pérdidas de estos activos segregados no se confirmaron, lo que reduce las posibilidades de que los compradores extranjeros, tan necesarios, asuman los riesgos asociados a estos activos.

Persisten además las dudas sobre la exposición de los bancos españoles al mercado inmobiliario a través de hipotecas residenciales, activos cuyos precios los bancos siguen sin revisar a la baja a pesar de que desde 2007 los precios han caído un 25%. Los bancos españoles tienen 656.000 millones de euros en préstamos hipotecarios– no contemplados en las propuestas de ayer– de los que sólo el 2,8% se consideran de mala calidad.

Eduardo Martínez- Abascal, del IESE, cree que si el Ejecutivo hubiera acudido a rescatar a los bancos más débiles antes que ocuparse de Bankia, el coste para los contribuyentes habría sido inferior. Aun así se espera que la decisión de encargar una auditoría independiente de los balances de los bancos ayude a disipar las dudas sobre la exposición de los bancos españoles al sector inmobiliario. “La clave es si estas reformas serán suficientes para cubrir las pérdidas bancarias y si mejorarán la percepción de los bancos españoles” opina Daragh Quinn, analista de Nomura.