Uno de los sectores que más ha sufrido durante los largos meses de la pandemia ha sido ende los trabajadores del espectáculo, un sector que ya arrastra históricos problemas de precariedad que afectan a sus futuras pensiones. Hablamos de todo ello con José Antonio Duque, portavoz de Movilización Unida de Trabajadores del Espectáculo (MUTE)
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La pandemia sido un tiempo de inactividad laboral para los trabajadores del espectáculo. ¿Qué ha ocurrido con vuestra cotización para las pensiones?
Nosotros los días de inactividad no cotizamos. Hay empresas que tienen a sus empleados con un contrato normal, de seis meses o un año, pero normalmente el régimen de espectáculos es un régimen especial y se da de alta a los trabajadores por cada fecha que trabajan, es decir, por bolos. Debido a esto, en los años 2020 y 2021, como no ha habido fechas, no ha habido bolos, los trabajadores no han podido cotizar, con todo lo que acarrea, no han podido ingresar y van a bajar sus pensiones.
El problema que tenemos es que en un período normal, sin pandemia, también hay días de inactividad y por lo tanto no cotizamos cada día, y esto dificulta tener una pensión adecuada en el futuro. Depende de cada grupo musical, cada teatro… cada empresa tiene unas condiciones de trabajo, hay gente que hace veinte bolos al año y hay otros que hace cincuenta o doscientos. Normalmente en el mundo del espectáculo, de la orquesta y la verbena se suelen hacer una media de unas cincuenta o sesenta fechas al año. La cotización en períodos normales es pequeña para después tener una buena jubilación.
‘Los períodos de inactividad condenan a pensiones insuficientes’
El Gobierno planteó que los trabajadores del espectáculo cotizarais en períodos de inactividad. ¿Qué fue de esa medida?
Se quedó en el aire. Es difícil de asumir por el empresario la cotización en períodos de inactividad. Claro que deseamos que sea así, pero si recae en los empresarios bajarían los sueldos de los trabajadores por los bolos. Una de las cuestiones que se estaban planteando en la reforma que quieren hacer, consiste en que puedas cotizar por ti mismo, lo pagas tú, casi como si fueras un autónomo. Imagina una persona joven teniendo que pagar su Seguridad Social, para eso se hace autónomo. A una persona más mayor puede que le salga más rentable. Es más complejo de lo que parece, es importante hablar con ambas partes, tanto con los trabajadores como con los empresarios, para que ambos salgan beneficiados.
Ahora mismo, desde MUTE, estamos trabajando una serie de propuestas para presentar a los distintos organismos, tanto a los europeos como a los españoles. Estamos contactando con parlamentarios europeos, también con la Comisión Europea, porque vemos que aquí a nivel nacional se nos hace muy poco caso, no solo a nosotros, sino a todas las asociaciones del sector. A nivel nacional estamos hablando con diputados y con los parlamentos regionales de nuestras delegaciones. Hemos recopilado una serie de reivindicaciones y estamos trabajando en un documento que presentaremos, en principio, a nivel europeo. Después, también lo haremos a nivel nacional si nos quieren hacer caso, porque hemos llamado a la puerta del Congreso mil veces y solo nos han hecho algo de caso los partidos pequeños, personas muy concretas. Desde que entró el nuevo ministro, Iceta, llevamos solicitando una reunión y solo hemos recibido silencio por respuesta. Seguiremos insistiendo, hemos nacido para movilizarnos y reivindicar la cultura.
¿Qué medidas planteáis para revertir la situación?
Ahora mismo uno de los sectores más castigados es el mundo de la verbena, es un sector que ha estado dos años parado. Estamos intentando que haya ayudas efectivas a todos los que han dejado de facturar o tienen un déficit de facturación, con respecto al 2019, en 2020 y 2021, para que puedan volver a arrancar. Los costes de volver a salir a la calle con un cambio de escenario, un equipo de sonido, tiene coste de seguro, de responsabilidad civil, de vehículos… Para algunas empresas es bastante, estamos hablando de 5.000 o 6.000 euros, y habiendo estado dos años sin poder trabajar tienen las arcas vacías. Estamos tocando también otros sectores, como el teatro, que también ha estado muy castigado con el tema de los aforos. Espero que tengamos pronto las medidas para solicitarlas al ministro de Cultura.
¿Os ha llegado algún tipo de ayuda o medida para revertir lo perdido en pandemia?
Anunciaron que ayudarían al sector, pero ha sido publicidad engañosa. Es verdad que han dado ayudas pero han llegado a muy poca gente. Le han llegado a personas con unas condiciones muy concretas, como las que tenían un crédito entre unas fechas determinadas. A las personas que no tienen deudas porque han tomado otras medidas como rehipotecar su casa, a los empresarios que han tenido que sacar dinero de debajo de las piedras para poder pagar a sus trabajadores, teniendo que recurrir a pedir dinero a sus familias, a ellos no les han dado nada. Esta es la parte injusta de estas ayudas que han llegado las últimas. Mientras ha habido gente que ha tenido que vender vehículos, descapitalizarse…
‘Muchos pueblos y pequeños negocios dependen de la cultura’
Nosotros hemos planteado por activa y por pasiva que las ayudas se den respecto a la facturación que una persona ha tenido en 2018 y 2019, que se haga una media y se compare con la facturación de 2020y 2021, y conforme a ello que se reciban las ayudas, por los contratos que te han cancelado por la pandemia y no has podido llevar a cabo. Hay gente que ha hecho inversiones de compra de equipos para eventos que después se han tenido que cancelar, sin derecho a indemnizaciones ni a nada. Planteamos que se dé una parte proporcional de lo que tú has dejado de ganar. Para los trabajadores, algo similar, si en 2019 una persona hizo sesenta fechas que le den ayudas con respecto a ese número de fechas, proporcionalmente. Esto nos parece una medida equitativa. A los trabajadores no se les ha dado nada, se les ha dado un pequeño aguinaldo y a otros ni eso.
Es fundamental cuidar y mantener la cultura, lo hemos visto en la pandemia.
Yo me dedico al mundo de la verbena y me ha venido la gente a decirme que tenía muchísimas ganas ya de disfrutar, de echar unas risas, de bailar. Hemos estado con la pandemia, llenos de problemas económicos, laborales… necesitábamos disfrutar. Esto es muy bonito. En los ayuntamientos hay todavía una pequeña reticencia a abrir los aforos pero la mayoría ya lo hace. Poco a poco ya vamos volviendo. Esperamos que ya para 2022 se abra totalmente la mano. No solo ganamos los que nos dedicamos al espectáculo y la cultura, si hay un festival ganan los pueblos de la España vaciada porque va mucha gente y generan riqueza para los bares, los supermercados, las tiendas, los hostales… En los pueblos pequeños han tenido que cerrar negocios durante la pandemia por esto, por la falta de clientela porque no había eventos. Es importante que volvamos a funcionar, no solo por nosotros.