Pensiones y cultura

Pensiones con derechos de autor

Manuel Rico, escritor y presidente de la Asociación Colegial de Escritores (ACE), representa a más de dos mil profesionales que reclaman sus derechos.

La pandemia ha causado estragos en los sectores del país, entre ellos a las profesiones que no reciben unos ingresos fijos y en las que hay períodos de inactividad, lo que reduce los ingresos y afecta a las pensiones. Por esto y con motivo de las concentraciones que organiza la MERP, la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones, todos los lunes, en distintos puntos del país, entrevistamos a Manuel Rico, presidente de ACE, una de las más de 300 organizaciones que forma parte.

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El Gobierno aprobó un decreto ley que permite compatibilizar la pensión de jubilación con el cobro de derechos de autor por obras. ¿Se ha llevado a la práctica?

El decreto ley para compatibilizar cobrar pensión y derechos de autor está aprobado para las pensiones del Régimen General de la Seguridad Social y las pensiones de clases pasivas, la de los funcionarios que han cobrado por MUFACE. Hay un doble problema, por un lado, hay regímenes de la Seguridad Social, que algunos escritores reciben, que no permiten la compatibilidad, como las pensiones no contributivas, y las pensiones por incapacidad permanente. Nosotros tenemos planteada una propuesta al Ministerio de Seguridad Social, al propio Gobierno y al Parlamento, para ampliar la compatibilidad a esos dos regímenes de pensiones. No entendemos que no hayan sido incluidos.

Por otro lado, hay que informar al conjunto de los funcionarios de la Seguridad Social de la realidad de ese nuevo decreto, porque en la práctica cuando van los autores a plantear su plena compatibilidad nos encontramos con dificultades, no hay formularios, no hay un reglamento interno que regule todo esto y entonces los funcionarios no responden de una manera eficiente. Es un proceso administrativamente complejo, burocráticamente debería ser más simple.

‘Hay que regular los períodos de inactividad’

Se ha dado un paso adelante muy importante, pero hay pensiones que se han quedado fuera y aspectos formales que hay que concretar.

¿Cómo os afectan los períodos de inactividad para la cotización de las pensiones?

Hay un 80% aproximadamente de escritores que viven de otra actividad, son funcionarios, profesores o empleados de empresa privada y no tienen el problema de la cotización porque ya cotizan por la forma ordinaria. El problema se plantea con los escritores autónomos, que viven solo de la literatura y por tanto dependen de los contratos que puedan tener con editoriales, revistas, colaboraciones… Entonces se produce una situación complicada, que afecta a todos los autónomos. Son los períodos de inactividad, en los cuales no hay ingresos. Nosotros estamos planteando que se regule, los períodos de intermitencia no están regulados y creemos que tiene que haber una cotización mínima a la Seguridad Social que luego pueda complementarse a final de año si los ingresos han sido superiores a una determinada cantidad.

Está planteado en el Estatuto del Artista, en un paquete de medidas que afecta no solo a la Cultura, también a la Seguridad Social, al Ministerio de Trabajo, de Hacienda y a la fiscalidad. Estamos pendientes de que se cumpla en todos sus términos, se ha dado un paso en el tema de la jubilación, pero sin embargo hay que complementar ese paso con los aspectos relacionados con la fiscalidad y las cotizaciones a la Seguridad Social en el régimen de autónomos.

¿Cómo os ha afectado la pandemia a los escritores?

Los pensionistas, si han visto reducidos sus bolos, han seguido recibiendo la pensión, pero sí ha afectado a los autores que estamos en activo. Ha habido pérdida de contratos, por la incertidumbre, las editoriales han echado para atrás contratos que estaban preacordados. También nos ha afectado la pérdida de actividades culturales, conferencias, presentaciones de libros… que no se han podido hacer, y en el caso de autores teatrales, el cierre de los teatros ha supuesto que muchas obras no se hayan podido escenificar. Esto ha supuesto que a lo largo de los cuatro meses duros los escritores no recibieran ingresos y les vino bien las medidas que adoptó el Gobierno, como una ayuda a los autónomos que perdían el 75% de sus ingresos, de la que se han beneficiado una buena parte de los autores. En la vida habían recibido ningún tipo de compensación por la pérdida de ingresos. Esto fue una novedad, no cubrieron todas las pérdidas, pero a los autores autónomos les vino bien. Los autores que tienen otra profesión perdieron esos ingresos extra por autores, no recibieron ayuda.

‘La MERP está haciendo una campaña magnífica’

¿Defendéis la campaña por el Blindaje Constitucional de las Pensiones de la MERP?

Desde que se inició la campaña por el Blindaje de las Pensiones en la Constitución la hemos apoyado en todo momento. Además, creemos que el derecho a percibir una pensión tiene que ser un derecho constitucional claramente legalizado y establecido jurídicamente en el texto máximo de la jurisprudencia española, en el texto constitucional. Hay que blindarlo y tiene que estar de forma permanente. Estamos en contra de los recortes que se puedan plantear sobre la percepción de la pensión y en contra de que se privaticen las pensiones. Si existen planes de pensiones privados, que tengan su camino por otro lado, pero que no afecte para nada a la reducción de las pensiones. Nos parece fundamental blindar las pensiones en la Constitución y que, en ningún caso, los planes privados supongan una reducción de los fondos que se dedican a las pensiones por parte del Estado.

Nos parece una magnífica campaña la que se está desarrollando por parte de las organizaciones de la MERP, la Mesa Estatal por el Blindaje de las Pensiones, y que nosotros apoyamos completamente.