Sube para incrementar las ganancias de las principales Eléctricas. No es para compensar la bajada de la demanda, ni el encarecimiento del Gas, o para pagar la reducción de emisiones de CO2, ni para financiar la transición a la producción solar o eólica… La Luz sube para que las Eléctricas incrementen su tasa de ganancia.
Las tres mayores compañías eléctricas: Endesa, Iberdrola y Naturgy (Gas Natural Fenosa) ganaron 56.624 millones de euros entre enero de 2008 y septiembre de 2015. Veinte millones de euros cada día. En ese periodo el recibo de la luz se encareció un 52%, el doble que la media de la Unión Europea.
Y desde entonces no han dejado de incrementar sus beneficios año tras año. Hasta con la Pandemia han ganado 6.220 millones el pasado año.
Cómo aumentan la tasa de ganancia
El asunto está en las plusmarcas de precio, en esas noticias que nos anuncian que en la subasta de la producción de electricidad en España tal día se ha superado el precio más alto del año, de la década, o de la historia…
Cada fuente de energía tiene un precio (como en el cuadro 1) en las subastas diarias. Pero las compañías están autorizadas a vender no al precio real sumado, ni siquiera a un valor medio, sino que pueden vender todo al mayor precio establecido para cualquiera de ellas. Por eso los picos de precio encierran una superganancia de los monopolios.
Siguiendo el cuadro, si en la subasta de un día el gas se pagó a 175 pero solo aportó el 10% del total vendido, y sin embargo la eólica (a 40 dólares) y la solar (a 36 dólares) aportan por ejemplo un 40%, o un 50% o más de la energía total generada, dado que los monopolios pueden vender finalmente todas al precio más alto subastado para una sola de ellas (175) las ganancias se disparan ese día: compran por 40 y 36 pero venden a 175…
Y aunque el precio baje otros días, y al final del año al hacer una media parezca que no haya subido tanto, la ganancia ya ha sido realizada con los días pico, cuando se baten las plusmarcas de precio diario.
Con la luz y el gas en manos de fondos extranjeros especulativos sólo podemos esperar un expolio creciente.
Un sistema especulativo organizado por ley.
Mentiras para encubrir
Por eso argumentar que es el incremento de la demanda lo que justifica la subida de precios solo encubre este robo de las subastas. Tan claro como que los beneficios de las eléctricas en 2020 crecieron (un 23%) mientras el consumo de electricidad decreció (un -6%).
Según los registros de Omie, el gestor del mercado eléctrico penínsular, en los últimos cinco años la energía que se consumía en España caía de 250.092 a 235.606 millones de kilowatios, un -5,8%, al que se puede añadir a otro del -7,9% en los nueve años anteriores. Lo que se explica por la liquidación del tejido industrial español, principal consumidor de electricidad. Sin embargo, contra la lógica, precio y beneficios se incrementaron incesantemente.
Y si los precios de la luz vemos que no están determinados por la ley de la oferta y la demanda, ¿quién dispone de la fuerza para alterar esa ley?
La subida de la electricidad solo se entiende desde las exigencias exteriores de los grandes capitales extranjeros.
En la medida en que las compañías estatales (Endesa) y el resto (en origen nacionales), han ido cayendo en manos del capital extranjero, ha ido in crescendo el nivel de sus ganancias a costa de elevar los precios a las familias, el comercio, las empresas y el tejido industrial.
El gran asalto
Así desde 2010, el mercado mayorista español (donde se fijan los precios que son la base del recibo) ha pasado de ser el más barato de Europa al más caro. De tener precios que rondaban los 20 euros por megavatio hora, en 2018 se había pasado ya al triple y hoy se multiplican por 6, por 7… Algo cambió cualitativamente en esas fechas: Desde 2012 la compra por Fondos de inversión y Bancos de EEUU, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia …, del sector energético español ha sido masiva.
Después se quedaron también las Renovables, en busca de la prima del 8% que les abona el Estado. Y cuando el nuevo gobierno restituyó las subvenciones derogadas por el PP hubo una nueva avalancha de compras: en solo una semana de marzo de 2019 esos fondos de inversión se quedaron infraestructuras, productoras y distribuidoras relacionadas con la energía, por valor de 3.700 millones de euros.
El proceso de compra y concentración de todo el sector ha sido vertiginoso. Las cuatro principales redes de distribución de gas están controladas o participadas por grandes Fondos.
Endesa, Enagás, Iberdrola, CHL, Gamesa… Productores directos de energía, redes de transporte, distribuidoras, fabricantes de equipo, comercializadores… todo pasó a manos del capital extranjero, con situaciones tan humillantes como que algunos de esos grandes inversores (ENEL Italia…) son empresas públicas de otras naciones. Justo lo que aquí se nos niega como alternativa: una empresa nacional de energía.
Y aún en los próximos meses se concretará la venta (ya autorizada por el gobierno) de la cuarta parte de Naturgy al fondo australiano IFM Investors…
El dinero de los recibos de la luz se recauda aquí, pero fluye hasta Wall Street, Frankfurt o París: JP Morgan, Goldman Sachs, Blackrock, Siemens… son ya los verdaderos propietarios, los mayores accionistas y por tanto los acaparadores de los dividendos de las eléctricas españolas.