«En pocas palabras, la Fed ha quitado a los bancos de la comunidad la capacidad para competir en el mercado libre. En medio de una economía deprimida, con baja demanda de préstamos, el banco central está exacerbando la crisis financiera. ¿Por qué? En mi opinión, la política de la Fed no es más que un rescate financiero encubierto para los mega-bancos y fondos de inversión de Wall Street, rescate que pagan de forma encubierta los bancos comunitarios de este país.»
Los más de 7.000 bancos comunitarios de este aís no han creado esta crisis, pero se les ha pedido que paguen por ella una y otra vez. Sin duda, la Fed tiene más balas en su arsenal de política monetaria que empuñar sus armas contra los jugadores de nuestra economía que generan empleos y apoyo a las empresas pequeñas. Una vez más, Wall Street recibe un rescate – recaudado por la puerta de atrás entre los bancos comunitarios, las pequeñas empresas y los trabajadores estadounidenses. (THE WASHINGTON POST) DIARIO DEL PUEBLO.- Con la expansión de la globalización económica, los problemas internos de EE.UU. se han entrelazado con los problemas mundiales. Los problemas económicos y sociales, entre otros, son cada vez más complejos. Con el surgimiento de la generación X, el retiro gradual de los “babyboomers” y el aumento del impacto de los medios de comunicación en la sociedad, la opinión pública se muestra heterogénea y dispersa. La dificultad de formar una opinión pública más unificada es mayor. Esto también ha producido un agudo antagonismo entre los dos grandes partidos políticos. En este contexto, la Casa Blanca difícilmente puede formular un conjunto de medidas que reciban el respaldo amplio de la sociedad norteamericana. El conflicto entre la realidad social y el sistema de toma de decisiones se ha hecho más evidente con la búsqueda urgente de una salida frente al golpe de la crisis financiera. EEUU. The Washington Post Otro rescate para los bancos de Wall Street Camden R. Fine* Después de casi una década viviendo entre el stablishment, he aprendido a no dejarme sorprender mucho por Washington. Pero me quedé asombrado este mes, cuando la Reserva Federal anunció su intención de mantener las tasas de interés en el 0% por lo menos durante los dos próximos años. Seguí mirando a ese número, 2013, creyendo que se trataba de un error. Sin duda, los gobernadores deberían haber pensado en el año 2012, lo que ya habría sido bastante malo, me dije. ¿Pero por lo menos hasta 2013? Qué está pasando, me preguntaba. ¿Por qué poner una fecha fija como absoluta? ¡Ahora en realidad tienen las manos atadas! He sido dueño de un banco comunitario y fui presidente de un banco que sirve a cientos de banqueros comunitarios durante más de 20 años. Siempre he sabido que el modelo de banca comunitaria es diferente al de los bancos de Wall Street. A diferencia de los bancos de Wall Street, que hacen su dinero sobre la base de los intereses y el volumen de transacciones, los bancos de la comunidad hacen su dinero a la antigua usanza. Pagan a sus clientes un interés por sus laboriosos ahorros, prestan esos depósitos nuevamente dentro de sus comunidades a las pequeñas empresas que crean puestos de trabajo, y tasan esos depósitos y préstamos de manera que les da para pagar a sus empleados y mantener equilibradas sus cuentas en general, e incluso para comprar quizá un marcador para el equipo de fútbol local del instituto de secundaria. Esto era así, hasta ahora. Ahora la Fed está poniendo el precio de sus depósitos. Ahora la Fed está poniendo los diferenciales. Con unas tasas cercanas al cero por ciento y la demanda de crédito débil, ¿cómo se supone que los bancos comunitarios pueden obtener un margen sobre sus fondos? Los bancos comunales poseen una gran liquidez ya que los depositantes vierten sus ahorros en los bancos locales en busca de protección y seguridad. La mayoría de los bancos comunitarios mantienen inversiones a corto plazo, ya que pensaron que las tasas empezarían a subir en los próximos 12 meses. Después de todo, las tasas han estado cerca del cero por cien durante casi tres años. ¿Y qué hay de la renta fija, de los ahorradores y los jubilados de la tercera edad que fueron animados durante años a ahorrar para su jubilación, para no ser una carga para sus familias o su gobierno? ¿Cuánto tiempo durarán sus ahorros mientras los intereses se mantengan en unos niveles artificialmente bajos? Uno podría pensar que la Fed tendría que haber considerado las consecuencias imprevistas de una medida tan unilateral. En pocas palabras, la Fed ha quitado a los bancos de la comunidad la capacidad para competir en el mercado libre. En medio de una economía deprimida, con baja demanda de préstamos, el banco central está exacerbando la crisis financiera. ¿Por qué? En mi opinión, la política de la Fed no es más que un rescate financiero encubierto para los mega-bancos y fondos de inversión de Wall Street, rescate que pagan de forma encubierta los bancos comunitarios de este país. Las casas de Wall Street están, básicamente, consiguiendo gratis todo el dinero que necesitan para sus negocios en todo el mundo, haciendo montañas de dinero, mientras que los bancos locales están atrapados por depósitos que cuestan más que los intereses de los fondos federales, por una escasa demanda de préstamos y por el 2,20% de los bonos del Tesoro a 10 años. En el futuro, la contracción de los beneficios se acelerará en tanto que se están pagando por adelantado las inversiones en cartera, que saldrán corriendo, y el capital será difícil si no imposible de levantar, ahogando el crecimiento en la economía real de Estados Unidos. Los más de 7.000 bancos comunitarios de este país no han creado esta crisis, pero se les ha pedido que paguen por ella una y otra vez. Sin duda, la Fed tiene más balas en su arsenal de política monetaria que empuñar sus armas contra los jugadores de nuestra economía que generan empleos y apoyo a las empresas pequeñas. Una vez más, Wall Street recibe un rescate – recaudado por la puerta de atrás entre los bancos comunitarios, las pequeñas empresas y los trabajadores estadounidenses. * Presidente y director ejecutivo de Banqueros Comunitarios Independientes de Estados Unidos. THE WASHINGTON POST. 26-8-2011 China. Diario de Pueblo Occidente necesita una transformación política Zhong Sheng Japón va a cambiar de primer ministro una vez más. Con “siete primeros ministros en diez años”, el reemplazo frecuente de jefes de gobierno se ha convertido en un norma en la política japonesa. Del mismo modo, la atención de la opinión pública internacional ha disminuido considerablemente. Sin embargo, “convertirse en japonés” ha vuelto a ser una frase para describir la política en los países occidentales. Este es un fenómeno que merece una reflexión profunda. En la portada de la revista británica The Economist del 30 de julio aparecían Barack Obama y Angela Merkel vestidos con quimonos. El título del artículo era: “convertirse en japonés”. Esta frase se hizo popular durante los años ochenta debido a una canción británica, que decía: “Creo que me estoy convirtiendo en japonés, realmente creo que es así.” Las letras de la canción hacían referencia a la ansiedad interna que experimentaban los jóvenes de esa época. Esta vez se ha usado la frase para ridiculizar la inquietud e indecisión de los hacedores políticos de Washington y Berlín. Se puede decir que el efecto es muy visual. En la actual crisis económica en Occidente, lo que más preocupa a los medios de comunicación no es si dos motores económicos como EE.UU. y Alemania pueden bajar la velocidad, sino más bien las decisiones políticas en ambas potencias y si es posible que se cambie de líderes al igual que en Japón: “de manera incompetente, ineficaz e irresponsable”. De hecho, después de la guerra fría, el ambiente político en EE.UU. y Europa ha experimentado grandes cambios. Por ejemplo, en EE.UU. el poder de dirección del presidente y el poder ejecutivo se debilitó en cuestiones como las relaciones exteriores y la seguridad, entre otras. Sin embargo, comparado con eso, la Casa Blanca ha registrado un alto grado de control a la hora de tratar los asuntos internos del país. Con la expansión de la globalización económica, los problemas internos de EE.UU. se han entrelazado con los problemas mundiales. Los problemas económicos y sociales, entre otros, son cada vez más complejos. Con el surgimiento de la generación X, el retiro gradual de los “babyboomers” y el aumento del impacto de los medios de comunicación en la sociedad, la opinión pública se muestra heterogénea y dispersa. La dificultad de formar una opinión pública más unificada es mayor. Esto también ha producido un agudo antagonismo entre los dos grandes partidos políticos. En este contexto, la Casa Blanca difícilmente puede formular un conjunto de medidas que reciban el respaldo amplio de la sociedad norteamericana. El conflicto entre la realidad social y el sistema de toma de decisiones se ha hecho más evidente con la búsqueda urgente de una salida frente al golpe de la crisis financiera. Nadie negará el sistema político de los países occidentales, pero los problemas que han estallado en en el escenario político son cada vez más evidentes: una ruptura de la situación general de desarrollo nacional y de los intereses a largo plazo, en favor de los intereses electorales. El agudo antagonismo entre los partidos políticos ha provocado que el debate de muchos proyectos importantes se haya convertido en una maratón de dimes y diretes. Tan solo en el 2008, el partido republicano utilizó o amenazó con utilizar el “obstruccionismo político” y paralizó el tratamiento del 80% de importante proyectos de leyes. Justo como advirtió un político europeo, los gobiernos se están convirtiendo en “corderos de la opinión pública”. Cuando la “enfermedad japonesa” de cambiar frecuentemente de primer ministro se convierte en un síntoma típico, es fácil dudar de la credibilidad y el prestigio de los gobiernos occidentales. Si están ocupados pensando de qué manera pueden quedarse en el puesto de presidente o primer ministro por unos días más, ¿cómo van a tener la energía suficiente para idear un plan general de desarrollo nacional? ¿Cómo van a tener la suficiente voluntad para mantener los intereses comunes de los países del mundo? No hay dudas acerca del valor de la democracia. Sin embargo, ésta no puede y no debe convertirse en un sinónimo de ineficiencia en donde los políticos sólo saben culparse unos a otros. Si las diferencias de opinión pública de algunos países son difíciles de superar y el gobierno carece de liderazgo y capacidad de ejecución, la gente tiene razón al hacer esta pregunta: ¿Puede ser que haya un problema en el sistema político de estos países? Esos países, sobre todo aquellas potencias que actualmente tienen “privilegios” en el orden económico y político internacional, ¿podrán pasar la prueba que supone encontrar una solución a las problemáticas mundiales? En la cabeza de muchas personas está arraigada la idea que el sistema político occidental es el mejor y el más ventajoso, e incluso se ha convertido en una “verdad política” indiscutible. De acuerdo con esta lógica, todos los problemas de los países en vías de desarrollo han surgido a partir del sistema político, pero en cuanto a los problemas de Occidente hay todo tipo de causas probables, pero no tienen ninguna relación con el sistema político. “En un mundo en rápido desarrollo, otros países actúan con rapidez y visión, pero nuestro gobierno (EE.UU.) sin embargo está paralizado. Es muy bueno decir sin parar que tenemos el sistema más grande de toda la historia mundial, pero al continuar diciendo esto cuando ha perdido su función, nos parecemos mucho a esas porristas sin cerebro.” Esta idea del presentador de CNN, Fareed Zakaria, tiene cierta lógica. En el mundo no hay un sistema político que sea perfecto y sin defectos que no necesite avanzar con los tiempos. Igualmente, los países occidentales también necesitan una transformación política y no deben señalar los desperfectos de las reformas políticas de otros países, haciendo la vista gorda a sus propias deficiencias. La crisis de la deuda en EE.UU. y Europa y la difícil situación en la que se encuentran esos países para tratar de resolverla, ilustran justamente este punto. DIARIO DEL PUEBLO. 26-8-2011