Naturgy y Endesa, dos de las tres principales empresas eléctricas de nuestro país, han sido condenadas por la Comisión Nacional de Mercados de la Competencia (CNMC) por haber elevado el recibo de la luz de manera artificial. Según la CNMC, la estafa tuvo lugar entre octubre de 2016 y enero de 2017.
Las dos empresas sabían que habría una fuerte demanda en aquel duro invierno con escasa lluvia y elevaron el precio de la electricidad de diez centrales de ciclo combinado (ocho de Naturgy y dos de Endesa). Ambas empresas sabían que la excesiva demanda en el mercado diario de la luz obligaría a tener que recurrir a las ofertas de restricción técnica, subasta que se da en caso de extrema necesidad y cuyos precios son más altos. Dicha subasta altera hasta el 8% del precio de la luz.
Las diez centrales elevaron sus precios de tal manera que no pudieran entrar en el mercado diario, y tuviesen que dirigirse al mercado de restricción técnica. Este mercado tiene la peculiaridad de que se tiene que aceptar el precio ofertado sin recorte ni competencia. Por lo cual, Naturgy y Endesa se garantizaban cobrar el máximo que ellos mismos postulaban. Aprovecharon una situación de emergencia para estafar al mercado eléctrico, y con ello, a todos los consumidores.
La CNMC, por el delito cometido, ha multado a Naturgy con 19’5 millones de euros, y a Endesa con 5’8 millones de euros. Un pequeño e insignificante escarmiento para dos empresas que han obtenido, respectivamente, 1.400 y 1.511 millones de euros de beneficios el año pasado.
No se trata de un delito concreto. La estafa es consustancial a la propia naturaleza del oligopolio eléctrico.
La CNMC castigó a Iberdrola en 2015 a pagar una multa de 25 millones de euros por elevar de manera artificial el precio de la luz de las centrales hidráulicas de los ríos Duero, Sil y Tajo en 2013. Es la multa más alta por este tipo de crimen a una eléctrica.
En Marzo, la CNMC multó a Endesa por 300.000 euros por dar de alta a un particular sin el consentimiento del mismo, esquilmándolo durante un año. Poco antes también se le había multado con 260.000 euros por no acreditar el consentimiento de cambio de compañía de 17 clientes. Por prácticas similares, Naturgy recibió una multa de 1’2 millones de euros e Iberdrola de 70.000 euros.
El Consejo de Gobierno Andaluz multó con 400.000 a Endesa Distribución por introducir cláusulas abusivas en sus contratos en sus contadores “inteligentes”, consistente en cobrar el alquiler por servicio no prestado ya que no están conectados al sistema. Abuso que afectó a 350.000 usuarios de Andalucía.
Esto es solo el chocolate del loro. Son solo un pequeño porcentaje de casos revelados, y los ocultos son mucho más. Cinco compañías dan luz a 26 millones de clientes españoles, siendo Iberdrola, Endesa y Naturgy las principales. Una situación de oligopolio que les permite actuar en la inmensa mayoría de las ocasiones con la mayor impunidad. No se puede pedir al león que se vuelva vegetariano.
Necesitamos una ley que persiga y acabe con todos los abusos de las Eléctricas, que siempre son en perjuicio de la población española. Y en última instancia, acabar con un modelo energético contaminante y arcaico. Y cambiarlo por un modelo energético de renovables al servicio de la inmensa mayoría de la población.