Este 2022, el movimiento feminista vuelve a tomar las ciudades y pueblos después de que el año pasado fuese la única manifestación prohibida por la covid 19. Tras una pandemia económica y sanitaria que ha agudizado las desigualdades, cientos de miles de mujeres se preparan para llenar las calles del país este 8 de marzo. Esta vez, las restricciones se limitarán a la utilización de mascarillas y la distancia de seguridad.
El lema que ha escogido la Comisión 8M de Madrid –la principal organizadora– este año, es “Derechos para todas, todos los días”. “Como empieza diciendo nuestro manifiesto, las feministas tenemos un plan y es cambiar el sistema”, nos explica en una conexión telefónica Jimena López- Sánchez, una de las voceras de la Comisión 8M de Madrid. El manifiesto hace toda una declaración de conciencia de clase y de intenciones de ir más allá de las reforma –necesarias, por supuesto–: “el feminismo nos da una mirada política que identifica en el patriarcado, el capitalismo, el colonialismo y el extractivismo las causas de esta desigualdad y esta violencia. Nosotras vamos a cambiarlo todo”. “Traemos una propuesta de cambio radical, no solo de reformas del sistema, sino del sistema al completo”, sentencia Jimena.
El 8M de 2021, la única manifestación prohibida en Madrid
Desde la comisión nos cuentan el intento de deslegitimizar y criminalizar el feminismo. Un ejemplo es la prohibición de manifestarse el pasado 8 de marzo en la Comunidad de Madrid. “Hemos sido al único movimiento al que no se ha dejado manifestarse. Pensamos que es porque traemos una propuesta de cambio radical”. Lo achacan, en parte, a la extensión del discurso de la extrema derecha: “Intentan poner en cuestión derechos que ya teníamos ganados, que ya estaban asegurados en los acuerdos sociales y en el imaginario colectivo”, lamentan. Nos cuentan que han presentado varios recursos ante el Tribunal Constitucional por no permitirles manifestarse el año pasado y que ha sido admitida. “Este año sí tenemos el permiso para la manifestación en Madrid. Saldrá a las 19:00 desde Atocha y acabará en Colón” –nos informan–. “Queremos lanzar el mensaje claro de que seguimos estando aquí”.
“Las feministas tenemos un plan y es cambiar el sistema”.
El feminismo no se entiende separado de las demás reivindicaciones sociales
El movimiento feminista se ha ido ampliando y fortaleciendo con el paso de los años, y no se entiende por separado de las demás luchas. En el comunicado afirman que el feminismo lucha contra el racismo exigiendo “regularización ya” para las migrantes, por un derecho a una vivienda digna, contra los desahucios y la pobreza energética; desde la conciencia de la crisis climática y la falta de medidas eficaces para detenerla; contra los asesinatos, violaciones, violencias vicarias y todas las violencias machistas.
Las feministas llevan tiempo insistiendo en la importancia de la independencia económica de las mujeres y en que no se olvide que el 8M es el día de la mujer trabajadora: “Queremos mejores condiciones laborales, mejores salarios, acabar con la precariedad del mercado laboral y asegurar el acceso a la vivienda”. “Hay compañeras que no tienen papeles y ni siquiera pueden entrar en el mercado laboral regulado, hay que poner estas cuestiones encima de la mesa”, nos explican desde la Comisión 8M. “La ley de extranjería tiene que cambiar y abogamos por una regularización ya de las personas migrantes. También exigimos acabar con la precariedad de las trabajadoras del hogar y de todos los trabajos feminizados, que se acaben las externalizaciones en los trabajos de las kellys. Hay que poner fin a la brecha salarial”. Exigen condiciones laborales dignas, acabar con la temporalidad, con las jornadas parciales no deseadas y con los abusos empresariales. Piden que “ni los derechos sociales ni la situación administrativa se vinculen al trabajo asalariado; que se cierren las brechas, tanto salarial como de las pensiones; y que se refuerce la inspección laboral.”
La pandemia ha agravado la violencia machista y las desigualdades, aumentando la precariedad. Acabar con los efectos de la pandemia económica y social es otra de las reivindicaciones de este año. “En la pandemia hemos visto que los trabajos esenciales son los trabajos de cuidados, los cuales históricamente no se han remunerado porque no se les ha dado importancia”, nos explican desde la comisión. “Se merecen no solo un reconocimiento en aplausos, sino en salarios, en condiciones mejores, que se traduzca en mejores jubilaciones igualitarias y en jornadas de trabajo reguladas y pagadas”. “Exigimos que se atienda especialmente a los sectores feminizados, precarizados e invisibilizados (jornaleras, limpiadoras, kellys) y que se ratifique de una vez por todas el Convenio 189 de la OIT sobre el trabajo doméstico.”
8M reivindicativo: exigen mejores condiciones laborales y asegurar el acceso a la vivienda.
Educación, sanidad y justicia públicas y de calidad
“Pensamos que para que todo el mundo tenga vidas dignas hay necesidades básicas que se tienen que cubrir de forma pública”, nos cuenta la portavoz. Entre las medidas que exigen destacan una educación, justicia y sanidad públicas, universales, de calidad y con recursos suficientes, con derechos laborales para los trabajadores. “Necesitamos una educación sexual y afectiva que abrace y celebre todas nuestras identidades y opciones sexuales”, reza en el comunicado. Al preguntarles por la importancia de la sanidad en lo referente al feminismo nos hablan de los pasos que aún faltan por dar en el derecho efectivo del aborto: “La sanidad tiene que garantizar este derecho. El aborto está reconocido, pero muchas mujeres están obligadas a moverse por todo el territorio español o tienen que irse a una clínica privada para conseguir abortar”. La violencia obstétrica, otra asignatura pendiente de la sanidad. “Se tienen que garantizar todos los derechos reproductivos y sexuales y dotarlos de recursos para ejercerlos con dignidad”.
Jimena hace un llamamiento para este 8M: “Animamos a todas las mujeres a que vengan a la manifestación a gritar que estamos hartas de las violencias estructurales y que vamos a pararlas”. Nos deja con esta última frase sobre la importancia y el poder de las mujeres organizadas: “Que se acerquen a las organizaciones de los barrios, porque empezar a juntarnos es empezar a ganar. Organizarnos es empezar a vencer.”