José Carlos Jimeno Secretario general de la sección sindical de UGT-FICA de Opel Figueruelas (Zaragoza)

“Opel tiene las mejores condiciones de todo el sector y ha sido sobre la base de luchar y trabajar todos unidos”

Opel, inaugurada en 1982, fue la primera fábrica a nivel mundial en establecer el turno de noche en la fabricación de automóviles. José Carlos Jimeno fue uno de los 997 trabajadores que iniciaron ese turno. Como dice José Carlos, UGT lo defendió entonces en solitario. Gracias a ello es hoy el turno de noche mejor pagado de España.

El plan industrial era una línea roja fijada en asambleas y por el comité de empresa. La empresa ha comunicado que se fabricará el nuevo Opel y además la versión eléctrica a partir de 2020 ¿Consideráis que se ve satisfecha vuestra principal reivindicación?

Sí en una parte de nuestras reivindicaciones. Lo que pedíamos era llenar la planta con las dos líneas de producción a tres turnos. Y eso significa 478.000 unidades, que si el Corsa y el mercado funcionan bien, con esos modelos podemos tener la posibilidad de trabajar cinco días a tres turnos. Con eso se puede considerar que está cumplido lo que nosotros pedíamos.

Decidimos firmar un acuerdo vinculado a un compromiso de inversiones y, lo principal, un plan industrial para llenar la planta.

¿Solo se garantiza el empleo actual o se abren otras posibilidades de futuro?

Hay una cuestión importantísima. En estos momentos nosotros estamos trabajando cinco días a la semana a tres turnos en la línea del Corsa Plus. En esta línea estamos trabajando a dos turnos, por lo tanto en la noche está parada, no se hacen coches. Eso significa que en estos momentos nos faltan alrededor de 700 personas que debería haber en el turno de noche todos los días de la semana.

Entendemos que con el nuevo Corsa, a partir de noviembre de 2019, habrá que poner el turno de noche en marcha, 700 personas, y si el mercado tira pueden ser más. Eso es lo que nosotros estamos pidiendo: trabajar cinco días a la semana, tres turnos. Lo hacíamos cuando el Corsa funcionaba.

Sara Martín, la presidenta del comité de empresa dijo: “Todos los ajustes son negativos”. Lo conseguido ha sido mediante duras negociaciones con la empresa, pero también con concesiones por parte de los trabajadores. ¿Han merecido la pena?

Yo lo valoraré cuando tengamos las líneas llenas. Ahora es una buena noticia pero quiero verla cuando esté encima de la mesa.

Evidentemente ha habido concesiones por parte de los trabajadores, pero creo que ha sido un sacrificio, digamos que “soportable”, porque es preciso decir que a pesar de todo tenemos: el cien por cien de personal fijo indefinido. No hay trabajando ni una ITT. El salario mínimo que en estos momentos está cobrando cualquier trabajador dentro de fábrica es de 18.527 euros de inicio. Y para las 170 personas que están fuera y que tienen que ir volviendo el salario mínimo será de 17.500 euros, pero irá aumentando hasta converger con el salario normal de la plantilla, hasta cobrar lo mismo que yo que llevo más de 30 años en la empresa.

Insisto en que el cien por cien de la plantilla son indefinidos. Somos la única planta del automóvil en España que lo tiene así.

El 58% de la plantilla aprobó el convenio en el referéndum. Pero otro 40,5% votó en contra. ¿Consideras que la plantilla sigue dividida o cada vez hay más unidad entre los trabajadores?

De entrada quiero dejar claro que respeto la posición de los compañeros que votaron en contra. Diría que yo mismo podría haber votado en contra porque no vamos a minimizar ninguno de los puntos acordados con sacrificios. Pero pienso que a medida que se conozcan en profundidad los acuerdos del convenio la plantilla, poco a poco, estará más unida.

Al principio a los trabajadores les llegó mucha desinformación interesada, y no conocían en profundidad lo que se firmaba. Momentos muy duros de demagogia en que lo único que aparecía es “que te iban a bajar el sueldo”, cuando la realidad no era esa.

Lo que se ha pactado es la congelación un año, en 2018. A partir de ahí todos los años vamos a tener subidas de convenio al IPC real, una parte de ellas va a salario ganable y la otra a fija. Y eso la plantilla no lo había percibido.

Sí que es verdad que se han tenido que tocar 5 minutos de pausa y que los pluses de noche y festivos se han bajado un 5%.«La falta de una política industrial en España nos deja abandonados en manos de los empresarios. Aquí no tenemos las ingenierías. Están en Alemania o Francia»

Pero lo que se ha hecho es repartir la carga de forma proporcional para que los que más ganan pongan más. Creo que es un esfuerzo equilibrado y repartido proporcionalmente entre todos. Y con contrapartidas.

Así por ejemplo, los que van a perder 5 minutos de pausa van a tener un día más de fiesta al año. Los niveles 6 y 7 que más ganan van a poner más.

Pero esos recortes están muy lejos de los 21 minutos que pedía la compañía para igualarnos con el resto del sector. Porque, vuelvo a repetir, esos cinco minutos de pausa se pondrán en marcha el día que el coche pase por la línea. Mientras el coche no pase por la línea no se ponen en marcha.

Somos la única planta que tiene 40 minutos de pausa pagadas. Pero además somos la única fábrica que tiene 18 minutos de bocadillo, porque las demás tienen 15.

Todo esto ha sido a base de luchar y trabajar todos juntos, a pesar de la globalización que nos ha metido en una nueva competencia a nivel mundial y que va en contra de los trabajadores y a favor del capital. Hoy cierran una fábrica en Corea. Los coreanos lo estarán pasando mal pero podríamos haber sido nosotros.

Estás diciendo que la negociación el convenio se ha tenido que hacer en unas condiciones muy adversas para los trabajadores.

Además de la globalización otros factores han jugado en nuestra contra. La compra de Opel por el grupo PSA. La falta de una política industrial en España que nos deja abandonados en manos de los empresarios. Y otra cosa muy importante, aquí ensamblamos coches pero no tenemos las ingenierías. No están en Zaragoza, en España.

El valor añadido de los coches está en Alemania, en Francia… Eso te quita poder de reacción, te quita poder para incidir. En España estamos haciendo el 80% del coche pequeño que se hace en Europa. Hay que hacer mucha cantidad de coches pequeños y las empresas presionan para mantener su margen de beneficios, tanto a nosotros como a los proveedores. PSA es un grupo que basa su rentabilidad en bajar los costes. Esa es su política.

Imagínate si nosotros metemos una bajada como la que nos pedía Opel España o el Grupo PSA del 17%, que en realidad era el 23%. Imagínate lo que hubiera sucedido con los proveedores.

Imagínate en qué condiciones nos hemos sentado a negociar. Y para defender los intereses de los trabajadores hay que decirles la verdad aunque les queme. Lo contrario es llevarlos al precipicio, a la ruina.

¿Y la reforma laboral, no es una condición adversa?

Por supuesto que las nuevas condiciones que impone la reforma laboral son adversas. En este convenio nos enfrentamos con la reforma del PP, como antes hicimos con la del PSOE.

La reforma laboral lo que nos ha quitado es capacidad para poder defender los puestos de trabajo. Ahora el despido es libre, la empresa despide aunque los sindicatos nos opongamos y luego tenga que pagar si pierde.

Así que la única fuerza que tenemos es la de parar la producción. Con ella hemos logrado cosas como que no haya trabajadores con contrato temporal. En una empresa que tiene que sacar 2.000 coches todos los días esa fuerza es la que nos ha permitido salvar de alguna manera la reforma laboral.

Con esa fuerza hemos logrado también otras cosas, como que dentro de la fábrica no trabaje ninguna empresa con sueldos por debajo del convenio del metal. Así cuando la empresa externalizó una parte del movimiento de materiales, desde el comité de empresa, CCOO y UGT nos opusimos a que los trabajadores de esa empresa, Carreras, cobraran por debajo del convenio, 12.000 euros. Dijimos: “En esas condiciones nos van a trabajar, o le pagas el convenio de referencia en el transporte del metal o paramos la fábrica, dentro no va a haber nadie que trabaje por menos de 17.000 euros que es el salario del convenio del metal de la provincia de Zaragoza”. Eso sí es meterse con la reforma laboral.

Los 12.000 euros que están haciendo las empresas de multiservicios o 9.000, eso hay que pararlo como sea.

¿Qué repercusión ha tenido la forma del convenio en toda la comarca?

Te voy a poner un ejemplo que lo deja claro. El día que se supo el resultado del convenio, en la fábrica de Lear, donde trabajan 250 personas y que estaban asustados porque si nos daban el Corsa esa fábrica podía cerrar, aplaudieron, hicieron sonar la sirena de alegría porque tienen trabajo para los próximos 5 o 7 años. Es curioso, ellos decidieron rebajarse el sueldo 85 euros al mes, para que la empresa pudiera seguir optando a fabricar los asientos del Corsa, lo que llevan haciendo los últimos 20 años.

Ellos también tuvieron que hacer un referéndum y aprobaron las nuevas condiciones para optar a los asientos.

Dentro de la fábrica, como trabajadores debemos pelear para defender nuestros derechos y que no se nos toquen. Pero también hemos de tener en cuenta que por cada uno dentro, fuera hay cuatro que dependen de nosotros. No es fácil decidir cuando además 12.000 o 14.000 personas pueden quedarse en la calle.

Quiero dejar claro que como sindicalista y como trabajador pienso que podemos pensar de manera diferente pero siempre poniendo por delante la defensa de los intereses de los trabajadores, aunque no a cualquier precio. Yo envié una nota como secretario general de UGT en la que decía que igual con el corazón hubiera votado que no; pero que este convenio era el mejor que podíamos lograr en este momento. Creo que va a merecer la pena, que nos da la posibilidad de recuperar todo lo que hayamos podido perder ahora. Pero será el tiempo el que nos diga si ha sido un buen o un mal acuerdo.

Todos los trabajadores de este sector, hayan votado lo que hayan votado en el convenio merecen todo el respeto. Pero quiero levantar una espada por los afiliados y sindicalistas, que como los de Comisiones y UGT, en difíciles condiciones, con sacrificio y esfuerzo han luchado en este sector por defender unas condiciones dignas de trabajo en Opel, desde hace 30 años y en los últimos, a pesar de la crisis.