El gobierno de Venezuela ha emitido un gran ‘cono monetario’ de casi 25 millones de billetes de 500 bolívares, que junto a la emisión de nueva moneda, tratará de contrarrestar las maniobras desestabilizadoras con las que Washington -a través de mafias que actúan en las fronteras de Colombia o Brasil- trataba de asfixiar la economía del país.
La guerra económica con la que el hegemonismo norteamericano y la oligarquía venezolana tratan de crear las condiciones para que pueda triunfar un ‘golpe suave’ en Venezuela había encontrado en las mafias que operan en la frontera un instrumento de desestablilización. Estas organizaciones se dedican al contrabando de moneda, acumulando billetes de 100 bolívares (Bs) -los mayores en circulación hasta ahora- e intercambiándolos por millones de dólares procedentes de Miami, hundiendo la economía venezolana.
Las mafias fronterizas, como las de Cúcuta y Maicao (noreste de Colombia), en coordinación con paramilitares colombianos y venezolanos residentes en Miami, “habían acaparado 2 millones en billetes billetes de 100Bs y suministraban constantemente suministran millones de dólares con el objetivo de perjudicar la moneda venezolana y empobrecer al pueblo”
Además de una gran operación antimafia -que se ha saldado con la detención de cientos de criminales y la recuperación de una enorme masa monetaria- y el cierre de las fronteras con Colombia y Brasil, el gobierno ha decretado la desmonetización de los billetes de 100Bs, para arrebatar a los golpistas su base material. Se ha dado a los ciudadanos un plazo para su intercambio en los bancos por dinero normalizado. Y se ha emitido nueva moneda de curso legal: casi 25 millones de billetes de 500Bs, y otros tantos de valores superiores, hasta de 20.000 Bs. Los billetes de tamaño medio, principal objetivo del contrabando, serán sustituidos por monedas de 50 y 100Bs.
Son algunas de las medidas que tratan de contrarrestar la situación de escasez, carestía, crisis y malestar diseñada desde Washington y ejecutada por la oposición de la Mesa de Unidad Democrática (MUD), las organizaciones patronales y ahora también las mafias. El gobierno de Caracas ha dotado a 26 mil Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) que atienden a cuatro millones de familias, para evitar el desabastecimiento. Un nuevo acuerdo con la OPEP ha logrado que el petróleo venezolano llegara, por primera vez en 2 años, a 45 dólares el barril.
El gobierno de Maduro trata, en un contexto de desestabilización y de grandes dificultades económicas, de diversificar una economía demasiado dependiente de un petróleo cuyo precio -debido también a las maniobras de Washington contra Rusia o Irán- ha caído en los últimos años.