Nueva victoria del movimiento LGTBI

El Congreso ha votado una proposición de ley que permite a los transexuales poder cambiarse de sexo y nombre en el Registro Civil y cambiar la información de su DNI sin tener que demostrar que padecen “disforia” de género.

Antes, si una persona transexual quería pedir un cambio de género en el Registro Civil, necesitaban acreditar un diagnóstico médico que asegurase que padecían “disforia” de género y probar haber sido tratado por ello durante un mínimo de dos años.

Un requisito que ya no será necesario, gracias a la ley aprobada en el Congreso. Se trata de una modificación de la ley 3/2007 aprobada en su día por Zapatero, que se encarga de regular el registro referido al sexo de las personas.

Esta modificación de la ley recoge que no se podrá condicionar “en ningún caso” el reconocimiento de la identidad sexual a tener que probar haberse sometido a cirugía, terapias hormonales o tratamientos psiquiátricos o psicológicos.

Es una nueva victoria del movimiento LGTBI y en concreto, una aspiración histórica del colectivo transexual, que ha llevado toda su vida luchando contra la “patologización de la transexualidad”, es decir, ser considerados enfermos mentales, y ser estigmatizados por ello. Sólo hará falta la declaración expresa de la persona interesada.

La nueva ley incluye también a las personas extranjeras con permiso de residencia y a los que también podrán cambiar su nombre y género en el Registro Civil, lo que tampoco podía hacerse con la ley aprobada en 2007. Y también incluye a los intersexuales, quienes habían estado marginados de la ley de Registro Civil hasta ahora.

Por último, también se incluye a los menores de dieciséis años, que por primera vez podrán solicitar un cambio de género en el Registro Civil sin tener que pedir autorización a sus padres o tutores legales. Aunque en estos casos, deberá tomar parte un juez quien deberá resolver el procedimiento «teniendo siempre en cuenta el interés superior del menor».

Las asociaciones de Transexuales se felicitan por este último triunfo. La Plataforma Por los Derechos Trans ha expresado cómo esta reforma de la ley acaba con “más de 10 años de soportar una ley de cambio registral que excluía a menores e inmigrantes”. Sin embargo, no se van a detener ahí, y reclaman una “Ley Trans Estatal específica que dé respuesta de manera transversal a todas las situaciones de discriminación” con el fin de acabar con “la transfobia y y cisnormatividad vigente en la legislación, que no reconoce la autodeterminación, el derecho al propio cuerpo y las amplias expresiones de género posibles” en palabras de la presidenta de la plataforma, Mar Cambrollé.

La aprobación de esta proposición de ley, impulsada desde el PSOE, ha contado con un gran consenso dentro del Congreso. Sólo el PP ha votado en contra, mientras que el resto de las fuerzas políticas la han apoyado, desde Unidos Podemos a Ciudadanos. Lo que vuelve a mostrar, una vez más, la situación de debilidad del gobierno de Rajoy y la existencia de un viento popular, y progresista, que desde la calle se cuela en el Parlamento.

Que el Registro Civil deje de tratar como enfermos a los transexuales es un paso adelante del colectivo LGTBI que merece ser aplaudido y celebrado. Todavía queda camino por recorrer en el pleno reconocimiento de los derechos del colectivo, pero si algo muestra este ejemplo, es que si la lucha es justa, se acaba abriendo paso. Sólo queda seguir avanzando.