Es indignante que se haya puesto en libertad a un fascista al que hemos visto en televisiones y periódicos acosando a Pablo Iglesias, a Irene Montero, a sus hijos y a su familia.
Es indignante que se haya pretendido amedrentar de forma física, directa y fascista a unos dirigentes políticos de izquierdas y a su familia. Nos solidarizamos con ellos de forma cerrada. Estamos con vosotros, Pablo Iglesias e Irene Montero. Y nos parece inaudito lo que acaba de ocurrir.
No lo mezclamos, porque no queremos, con ninguna situación de enfrentamiento político o social. Porque este acaso, con una inusitada fiereza a la que ahora se quiere otorgar carta de impunidad, solo se ha ejecutado contra dirigentes de izquierdas que han sido señalados para lanzar contra ellos a una jauría fascista.
Como gente de izquierdas, como luchadores por un cambio social real, nos sentimos totalmente concernidos por eso, como si nos hubiera pasado a nosotros, porque en realidad eso es lo que ha sucedido.