Los líderes del procés, juzgados y condenados no son presos políticos, no han sido juzgados por sus ideas independentistas, como no lo han sido decenas de miles de catalanes que las defienden, sino que han sido juzgados los representantes de una élite política, una burguesía burocrática que han utilizado su poder y control de la Generalitat catalana para intentar imponer a la mayoría social de catalanes que la rechaza la ruptura unilateral de Cataluña con el resto de España.
Y para eso el 6 y 7 de septiembre de 2017, impusieron en el Parlament la aprobación de la ley de referéndum y las “leyes de desconexión” con España, contraviniendo el Estatut y negando a la oposición sus derechos.
El 1-O convocaron un referéndum-estafa sin garantías democráticas, en el que solo participó el 38% del censo. Y con ese apoyo minoritario aprobaron una declaración unilateral de independencia (DUI)
Han secuestrado el Parlament, impidiendo que la oposición controle al Govern. Y a pesar de que el apoyo en las urnas a los partidos independentistas se limita a un tercio del censo, quieren imponer una ruptura que la mayoría rechaza.
No son “luchadores por la libertad”. Al contrario, se presentan como víctimas de “la opresión española”; pero ellos son los que más han atacado la democracia en Cataluña.
No es casualidad que el “procés” estallara cuando se imponía sobre España la mayor oleada de recortes. Representan una élite que ha llevado más lejos que nadie los recortes en Cataluña, en educación, sanidad o recortes sociales, y que se ha enriquecido con la corrupción del 3%. Para eso han utilizado el procés.
Quienes se dicen de izquierdas pero hablan de “presos políticos”, llevan candidatos independentistas en sus listas electorales y “empatizan” con ellos como si fueran “víctimas” de alguna opresión, se están alineando con quienes no han tenido ninguna empatía con el drama de las auténticas víctimas de sus recortes y corrupciones del 3%, los miles y miles de catalanes expulsados al paro, la pobreza y la exclusión social. Y contribuyen a seguir
Han utilizado utilizado el procés para degradar el país, dividir y enfrentar al pueblo trabajador en Cataluña y tratar de enfrentarlo con el conjunto del pueblo de las nacionalidades y regiones de España. Y ahora quieren utilizar la sentencia para seguir enfrentando y dividiendo.
Ante esta situación exigimos el final inmediato del procés, que se vayan quienes quieren llevar a Cataluña y al resto de España a una situación de más enfrentamiento y división, la dimisión de Torra y la convocatoria de elecciones en Cataluña, como salida democrática a la situación.