No hay ninguna alternativa real al dólar

«Estados Unidos fue atacado por varios paí­ses luego que la Reserva Federal anunciara en noviembre que comprarí­a más bonos soberanos para impulsar la economí­a. Paí­ses con economí­as impulsadas por las exportaciones, como Alemania y China, acusaron a la Fed de intentar deliberadamente de debilitar el dólar. El uso generalizado del dólar en el comercio global otorga a la moneda estadounidense un poderoso papel en la economí­a mundial, lo que vuelve a los paí­ses de todo el mundo más sensibles a la polí­tica económica estadounidense.»

La articipación del euro en las reservas internacionales de divisas era de US$1,246 billones en 2009, o un 27,3% de las reservas oficiales totales, según el Fondo Monetario Internacional. Este nivel es prácticamente el mismo que tenía cuando fue introducido el euro una década antes. La participación del dólar era del 62,2% el año pasado, equivalente a US$2,837 billones. Incluso el sondeo de negociaciones de divisas del 2010 del Banco de Pagos Internacionales muestra el sostenido papel dominante del dólar. La moneda estadounidense estuvo involucrada en cerca de un 42% de todas las transacciones en divisas, comparado con el 20% del euro, la segunda moneda más negociada. (THE WALL STREET JOURNAL) DIARIO DEL PUEBLO.- Hemos atestiguado una alta dosis de desconfianza mutua en 2010. Hay chinos que piensan que en EEUU madura una conspiración para contener a China. Por otra parte, muchos en EEUU ven a China como una amenaza, que les roba los empleos y socava sus intereses alrededor del mundo. Muchas de las fricciones en el comercio bilateral derivaron de esta desconfianza. Al aferrarse a esta mentalidad, ambos países se niegan muchas posibilidades de aprovechar oportunidades de ganancia mutua. EEUU. The Wall Street Journal No hay alternativa al dólar como moneda dominante Luca Di Leo No existe ninguna alternativa real al dólar como moneda dominante en el mundo, según una ponencia que se presentará la próxima semana en una reunión de importantes economistas. El profesor Peter B. Kenen de la Universidad de Princeton afirma que ni la moneda europea ni la china representan un sustituto válido, ni tampoco una alternativa al dólar del Fondo Monetario Internacional que fue creada hace unos 40 años. "No existe, sostengo, ningún candidato plausible", dice Kenen en una ponencia que se discutirá el 7 de enero en la reunión anual de la Asociación Americana de Economía, en Denver. Estados Unidos fue atacado por varios países luego que la Reserva Federal anunciara en noviembre que compraría más bonos soberanos para impulsar la economía. Países con economías impulsadas por las exportaciones, como Alemania y China, acusaron a la Fed de intentar deliberadamente de debilitar el dólar. El uso generalizado del dólar en el comercio global otorga a la moneda estadounidense un poderoso papel en la economía mundial, lo que vuelve a los países de todo el mundo más sensibles a la política económica estadounidense. El euro, que comparten 16 países en Europa, es la segunda moneda internacional más importante. Sin embargo, la ponencia señala que la moneda única no ha mostrado señales de aumentar su papel en el sistema monetario internacional y la crisis de deuda que ha afectado a la región durante más de un año no está ayudando. La participación del euro en las reservas internacionales de divisas era de US$1,246 billones en 2009, o un 27,3% de las reservas oficiales totales, según el Fondo Monetario Internacional. Este nivel es prácticamente el mismo que tenía cuando fue introducido el euro una década antes. La participación del dólar era del 62,2% el año pasado, equivalente a US$2,837 billones. Incluso el sondeo de negociaciones de divisas del 2010 del Banco de Pagos Internacionales muestra el sostenido papel dominante del dólar. La moneda estadounidense estuvo involucrada en cerca de un 42% de todas las transacciones en divisas, comparado con el 20% del euro, la segunda moneda más negociada. En 1969, en medio de la tensión internacional entre la vinculación del dólar al oro y un gran déficit presupuestario de Estados Unidos, se creó una alternativa al dólar. Pero los derechos especiales de giro, o DEG, del FMI nunca han jugado un papel importante fuera de las transacciones oficiales supervisadas por la entidad, incluso después que China reviviera el año pasado la idea de utilizar los DEG como una moneda de reserva viable. China tiene cerca de US$2,5 billones en reservas internacionales, la mayor parte de las cuales son en dólares y, por lo tanto, sufriría grandes pérdidas si el dólar registrara una fuerte depreciación frente a otras monedas. Dado el enorme y rápido crecimiento de la economía china y el gran papel que juega el país en el comercio mundial, el yuan también podría ser un candidato plausible para el estatus de moneda de reserva. La deuda pública de China se estimaba en US$4,9 billones en 2009, lo que se compara con los cerca de US$8,0 billones de Estados Unidos. Sin embargo, la ponencia de la Universidad de Princeton señala que la oferta de valores fácilmente transables del tipo que normalmente se mantiene como activo de reserva parece ser menor y el acceso del mercado a ellos es más limitado. Además, China ha mostrado pocas señales de querer un papel de liderazgo en la economía mundial como el que ostenta actualmente Estados Unidos, y se ha negado a doblegarse a las presiones de otros países para que abandone su política de impulsar el crecimiento económico manteniendo el valor de su moneda artificialmente bajo. Como una señal de que no están listos para asumir dicho papel, los políticos chinos han sostenido que el país aún se encuentra rezagado respecto a otros en cuanto a tecnología y que la mayor parte de su enorme población vive en la pobreza. THE WALL STREET JOURNAL. 30-12-2010 China. Diario del Pueblo China y EEUU deben mirarse a los ojos Chen Weihua Cuando el año está a punto de finalizar, nos llegan comentarios positivos de funcionarios gubernamentales estadounidenses sobre la recién concluida reunión conjunta para el comercio entre China y EEUU, sostenida en Washington, así como del encomiable papel que ha desempeñado China en el alivio a las más recientes tensiones en la península coreana. Cabe esperar más en las semanas venideras. El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, deberá visitar China el 9 de enero, un año después de que China cortara sus lazos militares con EEUU, en protesta por las ventas de armas estadounidenses a Taiwán. El vocero del Pentágono Geoff Morell aseveró que Gates espera construir vínculos militares con China, “que mantengan un tono de confianza, una naturaleza cooperativa y un alcance integral”. Gates procurará asimismo “abordar en amplitud las áreas donde podamos cooperar” con los militares chinos, a la vez que promueve un diálogo dirigido a mejorar la “comprensión mutua y reducir los riesgos derivados de posibles fallas de cálculo”. Por supuesto, mayores aún son las expectativas que genera la visita del presidente chino, Hu Jintao, a Washington, para el 19 de enero, la cual, en opinión de muchos, podría ayudar a neutralizar las preocupaciones sobre la maltrecha relación bilateral, fijando un tono positivo y mejorando el clima de confianza mutua. Hemos atestiguado una alta dosis de desconfianza mutua en 2010. Hay chinos que piensan que en EEUU madura una conspiración para contener a China. Por otra parte, muchos en EEUU ven a China como una amenaza, que les roba los empleos y socava sus intereses alrededor del mundo. Muchas de las fricciones en el comercio bilateral derivaron de esta desconfianza. Al aferrarse a esta mentalidad, ambos países se niegan muchas posibilidades de aprovechar oportunidades de ganancia mutua. Cheng Li, de la Institución Brookings, ha advertido sobre los peligros que propicia esta mentalidad, cuando dijo que “al considerar a China como una amenaza, ésta amenaza se hace real. Al mismo tiempo, si uno piensa que la política de EEUU es anti-China, más tarde o más temprano uno deseará reforzar esa noción, que se convertirá en realidad. Así las cosas, estamos enfrentados a un peligro. Y no hay dudas de que ese peligro se extendió rápidamente en 2010. “ El presidente Obama también ha expresado la necesidad del diálogo sincero y de más confianza estratégica mutua. Sin embargo, nadie debe esperar que esa confianza estratégica se consolide de la noche a la mañana. Mucho menos si se tiene en cuenta que la misma no ha fructificado después de 30 años de lazos diplomáticos. Pero a ambos países corresponde enarbolar un tono positivo al abordar sus diferencias. DIARIO DEL PUEBLO. 31-12-2010