Los comunistas estamos por un mundo sin explotación y opresión. Pero también un mundo saludable, donde pueda ser posible un desarrollo armónico entre la humanidad y el medio ambiente. Por eso, hacemos propia la alternativa ecologista de Recortes Cero – Grupo Verde.
Pero muy a menudo, la lucha ecologista toma un enfoque erróneo. Se nos dice que “el hombre está destruyendo el planeta”, ocultando que en la ‘humanidad’ existe una pequeña minoría de plutócratas que tienen el poder, la capacidad de decisión real sobre el sistema productivo y energético, y una inmensa mayoría de habitantes del planeta que no tenemos poder, ni por tanto responsabilidad, del inmenso daño que el capitalismo causa al medio ambiente. Poner el blanco en “la humanidad” contribuye a mantener a cubierto a esas clases dominantes.
Son las burguesías monopolistas, son las oligarquías financieras y sus grandes corporaciones las verdaderas causantes de la destrucción del equilibrio ecológico. Solo acabando con su dominio podremos dar paso a otra sociedad basada de forma cabal en un desarrollo sostenible entre la humanidad y la naturaleza.
Los monopolios, y las políticas de los gobiernos a su servicio, son los que nos han impuesto un modelo económico, energético, productivo y de consumo completamente antagónico con el medio ambiente y nuestra salud. Y se puede constatar en los hechos.
Emisión y Compraventa de CO2
Las multinacionales que más CO2 emiten a la atmósfera son las norteamericanas. Si solo las multinacionales yanquis formasen un país, estarían en el puesto número 12 de los países más contaminantes. Ellas solas, y contando solo con lo que expulsan desde fuera de sus fronteras, ya emiten el doble de CO2 que toda España. Este es el resultado de una investigación del grupo GEAR de la Universidad de Castilla La Mancha, publicado en la revista Nature Communications.
Y no para de crecer. En 2018, gracias a la ruptura de EEUU con el Pacto de París, la emisión de CO2 en EEUU aumentó un 3’4%, la mayor en ocho años.
Sin embargo, las normativas europeas para poner límite, lejos de desincentivar el uso de combustibles fósiles en las grandes empresas, lo que han causado es crear un auténtico negocio de la contaminación. El comercio de los derechos de emisión (ETS) es la posibilidad de compra y venta de derecho a generar tanta cantidad de gases. Funciona como una subasta, con precios que fluctúan bajo la oferta y la demanda.
Pero es que además, Europa ofrece cuotas de emisión gratuitas por un supuesto temor a deslocalizaciones. Aparentemente está destinada a las empresas más vulnerables. En la realidad, resulta que en 2017 había hasta 177 tipos de industria con acceso a cuotas gratuitas, las generadoras del 97% de todos los gases que se lanzan en la UE, según cálculos de la Comisión Europea.
Deforestación
La deforestación (provocada por la tala de árboles) es una de las principales causas del cambio climático. Primero porque las selvas son los “pulmones” de la Tierra, que con la fotosíntesis eliminan CO2 de la atmósfera. Pero también la deforestación aporta entre un 15% y 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según estima el Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de la ONU.
El Amazonas es un caso bien grave. Solo entre 2017 y 2018, el área deforestada fue de 7.900 kilómetros cuadrados, el equivalente a la Comunidad de Madrid y un 13’7% más con respecto al año anterior, todo según datos del gobierno brasileño.
Según un informe de Greenpeace titulado, “Árboles imaginarios, destrucción real”, esta tala se produce mayormente de manera ilegal, a través de funcionarios corruptos. EE.UU. es la principal compradora de madera amazónica ilegal. Entre 2016 y 2017, 37 empresas yanquis (Thompson Mahogany Company, International Lumbers Imports IC o Blue Lake Lumber LLC, como las más importantes) adquirieron 10.170 metros cúbicos de madera amazónica por estos medios. Las empresas de la UE, como la belga Vogel Import Export NV o la francesa CWD International LTDA, se hicieron durante ese periodo con 9.775 metros cúbicos de madera.
Las selvas africanas también sufren el efecto de la deforestación. Desde 1900, África ya ha perdido el 20% de sus bosques. Su deforestación va al doble de ritmo que el resto del mundo. Esto es gracias a las empresas madereras, que venden productos valiosos como el caucho marfileño o el carbón somalí (que necesita de quema de árboles para producirse). Por ejemplo, una cuarta parte de la superficie total de Liberia fue adjudicada a empresas madereras ligadas al gigante Samling (Malasia).
Según la ONG británica Global del Dosel, 350 empresas y 150 inversores son responsables del 70% de la deforestación en el mundo entero. 250 son compañías con ingresos anuales superiores a 4.500 millones de dólares. Son auténticos gigantes monopolistas como International Paper (EEUU), Kimberly-Clark Group (EEUU) o Ikea. Aunque también existen asiáticas o de Oriente Medio.
Y en España también ocurre
En concreto, solo 10 empresas en España son causantes del 25% del CO2 que expulsamos a la atmósfera desde nuestro país. Esta es la conclusión a la que llegó el Observatorio de la Sostenibilidady que publicó en su informe “Empresas más contaminantes en España: responsabilidad de las grandes empresas energéticas e industriales en el cambio climático”. Esas empresas son Endesa, Repsol-Petronor, Naturgy, EDP (Energías de Portugal), ArcerlorMittal, CEPSA, Viesgo, Iberdrola, CEMEX, Lafarge-Holcim y Cementos Portland. Algunas de ellas con fuerte presencia de capital extranjero (Naturgy o Iberdrola) cuando no en sus manos directas (Lafarge-Holcim de origen francés).
A la cabeza está Endesa, propiedad de la italiana Enel, que genera 33 toneladas de CO2 de media cada año, el 10% de los que España expulsa a la atmósfera. Esto es el equivalente a la huella de carbono que generan seis millones de personas. Endesa contamina tanto como el 12’7% de la población española.
A esta situación hay que añadir que España tiene una dependencia energética del exterior del 72’3%, 20 puntos por encima de la media europea, tal y como se presentó en un informe del Club Español de la Energía. Carente de fuentes de energías fósiles, las empresas españolas las importan de fuera en vez de aprovechar las enormes potencialidades de las renovables aquí en España.
Sí hay alternativa
Bajo el mantra de “el ser humano es el culpable” lo que se busca es esconder a quien de verdad contamina nuestro aire, nuestra tierra, nuestros mares y nuestra salud. Combatir el cambio climático es combatir a quien de verdad contamina. Acabar con la impunidad de los monopolios a la hora de contaminar y prohibir la privatización de recursos naturales. Además de apostar por un modelo energético en favor de las energías renovables que permita luchar contra el cambio climático como hace Recortes Cero – Grupo Verde.